lunes, 4 de noviembre de 2013

Los gustos televisivos europeos

 
 
 
En Italia la audiencia se decanta por los debates políticos y en Portugal, por las telenovelas
 
 
Programas culinarios como MasterChef o Top Chef, series de producción nacional como Isabel, Águila Roja y la recién estrenada El tiempo entre costuras, o variopintos concursos musicales (La voz o Tu cara me suena) copan día a día, con permiso del intocable fútbol, la parte alta de los índices de audiencia en España. El panorama televisivo es parecido (series y grandes espectáculos) en los países europeos, pero con algunos matices, como el aluvión de telenovelas en Portugal, los acalorados talk shows políticos de Italia o la apuesta por las producciones norteamericanas en Francia.
 
 
PORTUGAL
 
Fuera del fútbol, las preferencias de los portugueses a la hora de ver televisión están claras. En los días de diario, mandan las telenovelas. Por eso, tanto la TVI (del grupo Media Digital, participado por PRISA) como la SIC, las dos cadenas privadas portuguesas, programan, en prime time y desde hace años, diversas telenovelas, que se convierten automáticamente en los programas más vistos. Mientras TVI, la cadena más seguida del país, elige producciones propias, SIC opta por producciones brasileñas. Los fines de semana la cosa cambia y el espectador se inclina por los realities. La TVI programa A casa dos segredos, una suerte de Gran Hermano, mientras que su competidor SIC apela a Factor X.
 
 
REINO UNIDO
 
“Somos amantes de los grandes shows y las series”, comenta el periodista Stephen Armstrong. En 2013 la mayor batalla por la audiencia en la televisión británica se ha librado entre Factor X y Strictly come dancing, la versión británica de Mira quién baila. Factor X lleva ya 10 temporadas reuniendo a entre 7 y 10 millones de británicos los sábados y los domingos, pero ha perdido espectadores en sus dos últimas temporadas. El pasado sábado 19 de octubre Stricty come dancing obtuvo el 43,9% de la audiencia, mientras que Factor X fue visto por 7,8 millones de personas (33,7% de la audiencia), según datos del organismo oficial que mide las audiencias en el país (BARB). En cuanto a series, la otra gran pasión de los británicos, rompe Downton Abbey (ITV), actualmente en su cuarta temporada. El pasado domingo tuvo 9,6 millones de espectadores, seguida de Coronation Street (ITV), con 9,4. En el apartado de informativos, los más vistos son los de BBC y sus audiencias fluctúan entre tres y cinco millones.
 
 
ALEMANIA
 
La televisión alemana emite varios contenidos de éxito asegurado. Los domingos, la veterana serie Tatort arrasa casi sin falta. Los episodios de esta serie de detectives están ambientados en diferentes lugares de Alemania y protagonizados por diferentes equipos policiales. Los escenarios más comunes son Berlín, Múnich y Hamburgo, pero también aparecen Colonia, Leipzig, Bremen, la cuenca del Ruhr… Las localidades se enorgullecen de tener su propio episodio de Tatort, que empezó a filmarse en 1970. El pasado marzo, uno de sus episodios logró una cuota de pantalla del 34,1% (13 millones de espectadores). En 2012, la segunda cadena pública ZDF superó en audiencia a la privada RTL, víctima del ligero declive de los programas de casting y de su sempiterna telenovela de la tarde Gute Zeiten, schlechte Zeiten. Los debates políticos de Günther Jauch triunfan cada domingo en la primera cadena ARD. Los sábados son del programa de entretenimiento Qué apostamos, cuya primera emisión con el presentador Markus Lanz siguieron 13,6 millones de personas hace un año.
 
 
ITALIA
 
La audiencia italiana está cada vez más fragmentada. “Es muy raro que un programa sea visto por 10 millones de personas, como ocurría en el pasado”, dice Massimo Bernardini. Él conduce en la Rai3 TV Talk, que cada fin de semana traza un balance de los ganadores y vencidos de la pequeña pantalla. “Ahora solo pasa con la final de Sanremo o con el fútbol”. Todo lo demás es una guerrilla a la conquista del espectador voraz y distraído que no se encariña con nada. En este río caudaloso, existen algunas rocas. “Una anomalía muy nuestra es el talk show político”, sigue Bernardini. Cada cadena tiene una o dos citas semanales, en el prime time, con las arenas donde unos cuantos políticos se sientan en el centro, el público en unas gradas alrededor y el presentador-periodista, de pie, intenta domar gritos y propagandas. Las dos joyas de la corona son Ballarò, en la pública Rai3, que reúne a cinco millones, y Servizio pubblico, en la comercial La7, que roza los tres. Todo esto va acompañado de una crisis de los talk shows de entretenimiento puro y duro. Son pocos los programas que funcionan, entre ellos, Italia’s got talents (Canale5, Mediaset) y Ballando con le stelle (Rai1). A los italianos les gustan más las series de ficción producidas en Italia: Le avventure di Montalbano (Rai1), inspirada en las novelas negras de Andrea Camilleri, y Don Matteo (Canale5), las aventuras de un cura de provincia. “Aunque ya estén cerradas, cada vez que se vuelven a emitir cosechan cifras estelares”, dice Bernardini.
 
 
FRANCIA
 
Con una industria audiovisual fuertemente subvencionada y amparada por el Estado, Francia es también tierra fértil para las series televisivas producidas en EE UU, que representan el 55% del consumo. Entre ellas, El mentalista acapara los picos de audiencia. A escasa distancia se sitúan la serie cómica Pep’s (padres, alumnos, profesores, por sus siglas en francés), de producción nacional, y la estadounidense Mentes criminales. Las tres son emitidas en la cadena privada TF1, la más vista en el país, junto con los canales públicos France 2 y France 3, según Médiametrie. En la abundante producción nacional hay programas de telerrealidad (L’amour est dans le pré), familiares (Fais pas ci, fais pas ça) y seriales (Plus belle la vie), pero también hay espacio para la experimentación con los formatos (como la microserie Bref, finalizada) y una inveterada devoción por los programas de debate y por el cine. Los adultos franceses pasaron, en 2012, una media de tres horas y 50 minutos por día viendo la televisión. En 2013, además, 13,3 millones de personas, más de un cuarto de la población mayor de 15 años, ven la tele en soportes alternativos (en ordenadores, móviles y tabletas), en directo y en diferido, según el estudio Global TV / Médiametrie.

 
Con información de Antonio Jiménez Barca (Lisboa), Maruxa Ruiz del Árbol (Londres), Lucía Matji (Roma), Juan Gómez (Berlín) y Juan Peces (París).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.