jueves, 18 de octubre de 2018

¿Por qué la frontera de las dos Irlandas es el principal escollo para un acuerdo sobre el Brexit?

¿Por qué la frontera de las dos Irlandas es el principal escollo para un acuerdo sobre el Brexit?
Un cartel contra el Brexit en la localidad fronteriza de Clones en el condado de Monaghan (Paul Faith / AFP)


Dublín se abre a ampliar el periodo de transición para evitar una vuelta a los controles fronterizos mientras se prepara para el ‘Brexit ‘duro y la UE no vislumbra el acuerdo


El día D para que se consume el Brexit se acerca y parece poco probable que haya una solución clara para el principal escollo entreLondres y Bruselas: la frontera de Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Veinte años después de los acuerdos de paz del Viernes Santo, la región del Ulster, que lleva más de un año sin gobierno, vuelve a encender las alarmas.
Con todo, este miércoles hay cumbre europea en la capital europea y la cuestión irlandesa vuelve a centrar el ya de por sí debate complejo después del rechazo de los 27 al plan que presentó May en septiembre en Salzburgo. Es la última oportunidad para Theresa May de presentar una propuesta que sea aceptable para los 27. De lo contrario, el Brexit duro parecerá ineludible.
“Debemos mantenernos esperanzados y determinados, porque hay buena voluntad para continuar las conversaciones en ambas partes. Pero al mismo tiempo, dada nuestra responsabilidad, debemos preparar a la UE para un escenario sin acuerdo, que es más probable que nunca”, señala el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, antes de la cena de esta noche, en la que May lanzará una propuesta que luego los 27 debatirán sin presencia británica. El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, reconocía esta semana que es necesario "más tiempo" para alcanzar el progreso necesario en las negociaciones entre Londres y Bruselas que permita cerrar un acuerdo para definir los términos de la salida británica.

La Unión Europea no vislumbra el acuerdo que pilote la salida el próximo marzo y que por ahora encalla en Irlanda


Entre tanto, desde Dublín se abren a que se amplíe el periodo de transición a la par que se preparan para una vuelta a los controles en sus infraestructuras. El embrollo es complicado de resolver. La UE y Reino Unido no quieren una frontera dura en Irlanda. como ya constataron en diciembre, y han buscado fórmulas alternativas sin que fructifiquen hasta la fecha. Irlanda no quiere volver al pasado y que se ponga en riesgo la estabilidad económica de la República y el Ulster, y mucho menos el proceso de paz entre las dos comunidades.
Un cartel contra la frontera den Irlanda en la localidad fronteriza de Carrickcarnan, que pertenece a la República (Lorne Cook / AP)
Pero el principal socio de Theresa May en el Gobierno es el DUP, el partido protestante irlandés, que rechaza una fórmula diferente para el territorio del norte respecto al resto de Reino Unido, como los sectores partidarios de la salida del bloque más duros.
El apoyo de los diez diputados protestantes norirlandeses en Westminster es clave para la inquilina del número 10 de Downing Street y los unionistas de Belfast no aceptan esa fórmula de mantener una frontera invisible en Irlanda, que debería tener ahí la única frontera terrestre de Reino Unido, puesto que las otras serían marítimas -teniendo en cuenta la peculiaridad del Paso de Calais-.

Los protestantes se oponen a un status diferenciado para Ilrlanda del Norte porque temen que favorezca la reunificación


Y por si todo ello fuera poco, desde Escocia entienden que haya un trato diferente para el Ulster con el fin de preservar los acuerdos del Viernes Santo, pero reclaman también un estatus especial para ellos para no perder pulso en lo económico. En esa tesitura los católicos han vuelto a lanzar la idea de la reunificación de Irlanda, una posibilidad recogida en los acuerdos que cumplieron 20 años el pasado mes de abril, pero por ahora inconcebible para los protestantes del DUP.
La frontera invisible es inviable para los unionistas, que quieren que la región abandone la UE en las mismas condiciones que el resto del país, pues creen que cualquier divergencia reguladora podría afectar a su relación con el Reino Unido y favorecer en el futuro la posible reunificación de Irlanda.
Un cartel reclama la reunificación irlandesa en Derry
Un cartel reclama la reunificación irlandesa en Derry (Charles Mcquillan / Getty)
Desde los acuerdos de paz de 1998 la frontera de la Isla Esmeralda es invisible. Se puede viajar de Dublín a Belfast y viceversa sin pasar ningún control en bus, tren o coche. En los pueblos colindantes, la cooperación es evidente y poner una frontera podría favorecer la proliferación del contrabando, mafias, etc. Visto el embrollo, queda claro por qué los norirlandeses y escoceses se opusieron al Brexit en el referéndum de junio de 2016, además de su vocación europeísta.

El Brexit duro vulneraría los acuerdos del Viernes Santo que llevaron cierta paz y estabilidad al Ulster


El acuerdo del Viernes Santo puso fin al conflicto en la isla, conocido como The Troubles, y al mismo tiempo, estableció un marco legal para garantizar la igualdad de derechos de todos los habitantes de las dos jurisdicciones. La Comisión Conjunta Norte-Sur de Irlanda ya ha advertido que un Brexit duro rompería el consenso del 98, algo que también teme uno de sus arquitectos, el político estadounidense George Mitchell, que hace poco envió una misiva a las autoridades que negocian la salida de Reino Unido del club europeo.
El político demócrata instó a los líderes norirlandeses, irlandeses, británicos y europeos a "reflexionar sobre sus responsabilidades" y "volver la vista atrás" para reconocer lo que "hicieron sus predecesores hace 20 años" en favor de la paz. "En diciembre de 2017, el Gobierno británico y la UE se comprometieron públicamente a lograr un Brexit que no permita el restablecimiento de una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. Todos les debemos insistir para que cumplan esa promesa", escribió el exsenador Mitchell.
Mithcell ya advirtió de los retos que suponía el Brexit para la paz en la conmemoración del pacto que acabó con la violencia, como Tony Blair; si bien todavía quedan reductos de ella, una sociedad dividida que intenta salir adelante y mucho camino por recorrer al margen de la negociación del Brexit.

Los arquitectos de los acuerdos de paz alertan del peligro que su pone el Brexit para la estabilidad y piden responsabilidad a los negociadores

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