¿Es el despido automatizado el futuro de nuestro escenario laboral?
Es un titular que puede que hayas leído algunas veces: los robots te quitarán el trabajo en el futuro.
Ya está ocurriendo en el gigante de ventas por internet Amazon, aunque tal vez no de la forma que te imaginas.
El sitio de noticias tecnológicas The Verge descubrió que la automatización se está usando para monitorear y despedir a empleados de Amazon en sus centros de trabajo. Todo se basa en estándares de productividad, según documentos obtenidos por el medio estadounidense.
Así es como funciona. "El sistema de Amazon rastrea las tasas de productividad asociadas a cada individuo", se lee en el informe, "y genera automáticamente cualquier advertencia o suspensión, en base a la calidad o la productividad, sin la participación de los supervisores".
La empresa protagonizó noticias recientemente debido a quejas por bajos salarios y por condiciones de trabajo extenuantes.
Una empleada de un almacén de Amazon le contó a la BBC en condición de anonimato que no bebía suficiente agua porque los objetivos de trabajo hacían muy difícil tomar descansos para ir al baño. Otro explicó que los trabajadores son tratados "como robots" y despedidos rutinariamente por no cumplir "objetivos pocos realistas".
El reporte de The Verge sugiere que miles de trabajadores pierden sus trabajos con la compañía anualmente por no mover paquetes lo suficientemente rápido.
Eso plantea un escenario en el que la inteligencia artificial es el jefe. Un algoritmo capaz de monitorear y despedir a empleados sin mucha intervención humana.
Tratados como robots... por robots
"Los trabajadores de Amazon son tratados como robots por robots", le cuenta a la BBC Stacy Mitchel, del Institute for Local Self-Reliance(ISLR), una organización sin fines de lucro en defensa de negocios locales, con base en Estados Unidos.
"Parece que esperan que las personas sean, literalmente, ruedas de su maquinaria, fácilmente desechables".
No está muy claro cuáles son los objetivos establecidos para los empleados, los estándares de producción o el alcance de la automatización.
La única respuesta que Amazon le dio a la BBC -y a la mayoría de las organizaciones que informaron sobre esta cuestión- fue la siguiente: "No es verdad en absoluto que los empleados sean despedidos a través de un sistema automatizado. Al igual que muchas compañías, tenemos expectativas de rendimiento, independientemente de su los empleados sean altos ejecutivos o empleados de almacén".
"Nunca despediríamos a nadie sin antes asegurarnos de que recibieron todo nuestro apoyo, incluido entrenamiento específico para ayudarle a mejorar. Puesto que somos una compañía que sigue creciendo, es nuestro objetivo empresarial garantizar oportunidades de desarrollo laboral a largo plazo para nuestros empleados".
La firma no aportó detalles específicos sobre el alcance de la automatización, si es que lo hay, dentro de ese proceso.
Hace una semana, sin embargo, prometió recortar tiempos de entrega para clientes de todo el mundo en su servicio Prime.
Pero, ¿serán los empleados de sus almacenes quienes tengan que pagar el precio?
¿El futuro del trabajo?
Este no es el primer caso que se denuncia de máquinas que despiden empleados y, definitivamente, no será el último. Entonces, ¿qué significa eso para el futuro del trabajo?
Las compañías llevan años usando la tecnología para monitorear y registrar el rendimiento de sus empleados.
Eso se aplica a una multitud de cosas, desde análisis digital de venta hasta el control de las horas de entrada y salida en una fábrica.
"Es prácticamente inevitable porque la tecnología ya existe, y veremos más empresas experimentando en ese espacio", le cuenta a la BBC David D'Souza, director del Instituto Certificado de Personal y Desarrollo (CIPD), en Londres, Reino Unido.
"La pregunta clave es qué constituye un exceso de confianza en un sistema, y en qué medida podemos o debemos reemplazar las relaciones de persona a persona".
Surgen muchas cuestiones cuando las empresas empiezan a monitorear la productividad de los empleados de forma automática. Por ejemplo:
- ¿Qué tan efectivo es para obtener lo mejor de cada persona?
- ¿Qué impacto tiene sobre los empleados y sobre su visión hacia la organización?
- ¿Debería haber una intervención humana?
Will Knight, editor senior de inteligencia artificial en el MIT Technology Review, la revista que elabora esa prestigiosa universidad, el Instituto de Tecnología de Massachusetts, propone un ejemplo de qué papel podría desempeñar esa tecnología en la oficina:
"La gente trabaja de formas diferentes y puede haber más de una 'forma correcta' de hacer las cosas", le dice a la BBC.
Así que si un algoritmo está configurado para rastrear la productividad en base al número de emails que envía cada empleado, entonces un trabajador podría ser visto como más productivo porque envió más emails, aunque el resultado sea el mismo.
Pero, ¿qué ocurre cuando los estándares de productividad no son absolutos, sino relativos? El caso de Amazon ofrece algunas claves.
El informe de The Verge muestra que sus sistemas automatizados confían en estándares de productividad que cambian constantemente: "Amazon dice que la recapacitación es parte del proceso para que los trabajadores cumplan con los estándares y que solo cambia cuando más del 75% de los trabajadores de un centro lo hacen".
Stacy Mitchell lo resume así: "Una vez que la mayoría de la gente en un almacén alcanza la tasa de productividad establecida por Amazon, ésta aumenta. Los empleados tienen entonces que tratar de superar a los demás para cumplir el objetivo".
En última instancia, quienes no logran hacerlo son despedidos.
"Así que es una carrera de locos para salvar tu trabajo y no quedarte abajo", añade Stacy.
"No importa si eres más productivo que los trabajadores de un centro hace un año. La productividad absoluta no importa".
¿Qué impacto podría tener en los empleados?
David D'Souza inste a que las empresas consideren si merece la pena realmente automatizar procedimientos como la contratación y el despido.
"El hecho de que un proceso pueda ser automatizado no significa que deba serlo, o que no pueda ser hecho mejor por un humano".
"Los empleados quieren dignidad y respeto, y es difícil de imaginar que, en el futuro, podamos tener esa interacción con un código".
En 2018, Ibrahim Diallo fue despedido de su trabajo. No por su empleado, sino por una máquina.
Su jefe estaba confundido, pero no fue de ayuda, según le contó Diallo a la BBC: "Me despidieron. No había nada que mi jefe pudiera hacer. Nada que mi director pudiera hacer. Se quedaron pasmados mientras empacaba mis cosas y salía del edificio".
Diallo esperaba que su caso sirviera de advertencia a empresas para que no confíen demasiado en la automatización, que puede tener un impacto adverso en los empleados.
"Podría argumentarse que usar la tecnología de esa manera nos hace retroceder a siglos en cuanto a la experiencia del empleado", dice David D'Souza.
"El trabajo necesita funcionar para la gente. Y las organizaciones deben comprender la parte negativa y las implicaciones económicas de tratar mal a sus empleados".
Si te preguntas qué puedes hacer como empleado, este es su consejo: "Busca otro lugar y toma buenas decisiones sobre tu carrera".
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