viernes, 10 de abril de 2020

El mítico Citroën DS cumple 65 años: así fue el tiburón que revolucionó el concepto de automóvil

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  • El histórico coche se presentó en el Salón del Automóvil de París de 1955
  • Se anunció como un vehículo de diseño futurista, más cómodo y moderno
  • Fue el modelo presidencial de Charles de Gaulle y Georges Pompidu


Cumplir 65 años y que se sigan acordando de uno con nostalgia y con admiración no está al alcance de todos los vehículos, salvo que se trate del Citröen DS tiburón, un coche futurista que se adelantó a su tiempo por las innovaciones técnicas que equipaba. El DS marcó un antes y un después en la historia del automóvil por su diseño audaz, su comodidad para el conductor y su comportamiento en carretera.
Este reconocimiento histórico no es fruto de nostalgia. El modelo de Citröen fue un rotundo éxito desde el momento en que fue presentado: a los 45 minutos de su exhibición en el Salón del automóvil de París de 1955 se habían cerrado 749 pedidos previo pago de una fianza de 80.000 francos (el coche costaba 940.000). Y al final de esa jornada las reservas llegaron a 12.000 y al término del salón a 79.000. Unas cifras que obligaron a Citroën a crear un departamento de prensa para gestionar toda la información.

La modernidad y el avance del Citröen DS, la clave del éxito

El secreto del éxito de este modelo es que supo fusionar tecnología y estética para crear una armonía perfecta en la que la línea y las formas eran un reflejo de las soluciones técnicas y de la obsesión por la aerodinámica y el confort. Una estética exterior que, además, se ligaba con un interior que destacaba por los detalles en el salpicadero o su ergonomía: el conductor podía acceder a todos los mandos del vehículo sin tener que soltar el volante en ningún momento. También, las formas del techo, el parabrisas y las ventanillas sin marco se pensaron para aumentar al máximo la luminosidad y la sensación de espacio.
En su presentación al gran público, el DS también sorprendió por la omnipresencia de la tecnología. La suspensión, la dirección o los frenos, fueron los elementos más destacados de un automóvil de leyenda. Su suspensión hidroneumática se basó en la sustitución de los tradicionales muelles de amortiguación por esferas, cuya parte superior contiene un gas, en este caso nitrógeno, que asegura la flexibilidad de la suspensión, teniendo en cuenta los movimientos de las ruedas provocados por las irregularidades del firme. Este dispositivo dio al DS una ventaja considerable sobre sus competidores de la época. Una exclusividad que también aportada su innovadora dirección asistida.
Los frenos de disco, algo que sólo se había visto en las 24 Horas de Le Mans, se incorporan, de serie, en los frenos delanteros del DS desde su lanzamiento. Ligados a la dirección asistida hidráulica de alta presión, no sólo dieron a este vehículo un gran confort de uso, sino también una excelente potencia de deceleración. Como innovación, también destacó la caja de cambios hidráulica. Accionada por una pequeña palanca situada en la parte superior de la columna de dirección, permitía pasar las cuatro velocidades y la marcha atrás con movimientos muy cortos, además de poner en marcha el motor. 

Los 'padres del DS tiburón'

Este vehículo fue fruto de la creatividad de dos personajes clave en la historia del automóvil: el ingeniero André Lefèvre y el diseñador y escultor Flaminio Bertoni, un tándem que ya puso su sello en modelos míticos desde los años 30.


A pesar de que los ingenieros trabajaron casi en la clandestinidad, la marca no pudo evitar que en 1952, tres años antes de que se desvelara el DS, la revista Auto Journal publicase dos reportajes contra los que se querellaron por desvelar un asunto considerado top secret. El primer reportaje del DS fue en 1955, en la revista 'Paris Match', con la actriz Gina Lollobrigida al volante y con el titular Lo que no gusta a las modelos publicitarias francesas ni a las marcas italianas.

El coche que salvó a De Gaulle

Este vehículo no solo fue un top ventas, también fue el modelo oficial de políticos de la época. Así, gracias a las modificaciones que hizo el carrocero Chapron, se vieron otras versiones especiales como los Majestic Limusina, Palmb Beach Cabriolet, Concorde Coach y Croisette Cabriolet. Así como los DS presidenciales de Charles de Gaulle y Georges Pompidu. De hecho, De Gaulle sufrió un atentado terrorista mientras iba en su tiburón y a pesar de que los disparos alcanzaron a dos de las ruedas, el vehículo pudo continuar rodando y el presidente salvó la vida.
Otra versión de lujo fue DS Pallas (con asientos de cuero, moqueta a juego, montantes de las puertas recubiertas de placas de aluminio pulidas, pintura metalizada o plafones de iluminación interior) se comercializó en 1964.

DS Automobiles, el heredero

En septiembre de 1972 el DS 21 es reemplazado por el DS 23 (alcanzaba los 190 km/h) y el 24 de abril de 1975 finaliza la producción del famoso tiburón, que acumuló 1.456.115 unidades. Sin embargo, la marca DS Automobiles ha recogido el testigo de este vehículo excepcional actualizando el diseño radical, el confort, el cuidado por los detalles y la pasión por las tecnologías más innovadores que dieron forma al tiburón de 1955.
Representante del savoir-faire del lujo francés en el automóvil, traslada el espíritu transgresor de este automóvil a segmentos como los SUV o, con el DS 9, a las berlinas de alto standing aportando una estética única y muy personal, un interior realizado con materiales y técnicas selectas y las funciones de ayuda a la conducción y las motorizaciones más avanzadas.

Madrid 
 

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