- La bajada de impuestos estimula el consumo de las clases medias y bajas...
- ... ese gasto se traduce en ingresos mayores para los dueños del capital
- El resultado final lleva a un incremento de la desigualdad de renta y riqueza
La desigualdad económica es uno de los debates candentes en la sociedad actual. Además, todo hace indicar que la crisis del covid-19 podría ser un amplificador de esta desigualdad a través de varios canales: mercado laboral, desconexión entre mercados y economía... Por ello, los gobiernos busca la forma de reducir la desigualdad a través de un sistema tributario progresivo en el que se intenta que el rico pague relativamente más que el pobre, un objetivo razonable y que incluso puede tener efectos positivos sobre el crecimiento económico. Sin embargo y aunque parezca absolutamente contradictorio, un sistema tributario más progresivo puede terminar incrementando la desigualdad económica.
Laura E. Jackson, Christopher Otrok y Michael T. Owyang, economistas del departamento de investigación de la Reserva Federal de San Luis, concluyen en un nuevo trabajo que un sistema impositivo más progresivo puede terminar incrementando los ingresos de los más ricos, que son los que reciben en mayor medida rentas del capital (dividendos, alquileres...). Si bien es cierto que incrementar la presión fiscal sobre las rentas altas y reducirla a las rentas bajas es positivo para el crecimiento (luego se explica el porqué), también puede conducir a un incremento de la desigualdad económica, sobre todo en los periodos expansivos del ciclo.
"Hemos hallado que esta mayor progresividad tiene efectos en la distribución de la renta. Con un incremento de la progresividad se aumentan los impuestos que pagan los hogares con ingresos altos y se reducen los impuestos sobre los de ingresos bajos, así uno podría prever una caída de la desigualdad. Nada más lejos de la realidad, encontramos que la desigualdad de ingresos crece después de aplicar una mayor progresividad al sistema tributario", sostienen los autores del trabajo.
Un resultado sorprendente
A primera vista, este resultado parece contradictorio. Una reducción de los impuestos a las personas con salarios o rentas más bajas, junto a un aumento para las rentas altas debería permitir que las personas con menores ingresos alcancen una situación relativamente mejor: la renta disponible de los estratos más pobres y medios aumenta, lo que les permite incrementar el consumo. Es decir, al menos el nivel de vida de estas personas debería mejorar. La cuestión o lo curioso es que esta mejora no tiene porqué desembocar en una reducción de la desigualdad per se.
Por ello, los autores insisten: aunque lo anterior es cierto, "vemos evidencias que muestran un 'goteo hacia arriba' (la renta se filtra hacia los hogares más ricos)... Aunque aparentemente resulta paradójico, este resultado es robusto cuando se analiza la desigualdad, ya sea a través del coeficiente de Gini o con los diferenciales entre los percentiles de ingresos en la parte superior (los más ricos) y media de la distribución de la renta", explican los economistas de la Fed de San Luis.
¿Cómo es posible que aumente la desigualdad?
Entonces, ¿por qué aumenta la desigualdad de ingresos? La clave está en lo que se conoce como el flujo circular de la renta y en los multiplicadores fiscales: cada gasto en la economía es el ingreso de otro, cuando compramos una televisión estamos gastando, pero la empresa que la vende (sus dueños) están ingresando dinero.
"Cuando los impuestos disminuyen, el consumo agregado aumenta, lo que a su vez genera más ingresos para todos; esto, a su vez, conduce a un consumo total aún mayor... Así, la desigualdad puede aumentar si las personas con menores ingresos trabajan por salarios (relativamente) fijos, mientras que las personas que tienen unas rentas más altas son los dueños de gran parte del capital (poseen las tiendas y capital cuyas rentas se mueven más que los salarios). Cuando bajan los impuestos a los trabajadores humildes, aumenta el consumo en las tiendas propiedad de los que podríamos llamar ricos. A pesar de que estas personas (ricos) sufrieron una caída inicial en su renta disponible por el shock fiscal, ven un aumento que compensa ese shock gracias al mayor gasto de las las familias con rentas medias o bajas", explican los autores del trabajo.
De este modo, los dueños de las empresas ven un incremento de su renta que les lleva a consumir más, lo que a su vez aumenta los ingresos de otros agentes ricos que también son dueños de otras empresas... "El resultado es un efecto multiplicador que beneficia a los ricos en varias fases u oleadas, mientras que los hogares con bajos ingresos solo se ven beneficiados de forma directa una vez, en el momento en el que se bajan sus impuestos. El efecto neto es que la producción aumenta, pero el aumento de los ingresos puede quedarse en gran parte en la cima, es decir, en los más ricos", sentencian los investigadores de la Fed de San Luis.
¿Por qué es bueno para la economía?
Aunque se produce un aumento de la desigualdad en la renta, mejorar la progresividad del sistema tributario tiene un efecto positivo sobre el crecimiento económico gracias a la mayor propensión marginal a consumir de los hogares de renta media y baja. ¿Qué quiere decir esto? Un ejemplo sencillo: una bajada de impuestos que afecte, por ejemplo, a Amancio Ortega (aumentando su renta disponible) no modificará demasiado su consumo, probablemente incrementará su ahorro con esa renta extra, pues antes de la bajada de impuestos ya tenía cubiertas más que de sobra todas sus necesidades.
Sin embargo, una persona con un salario de 1.000 euros y que tiene que hacer frente a muchos gastos fijos (luz, alquiler, coche...), probablemente, aprovecharía el incremento de su renta disponible para incrementar su consumo y bienestar. Mientras que un mayor ahorro por parte de Amancio Ortega apenas tendrá en el PIB, el mayor consumo del mileurista incrementará de forma directa la producción económica.
Los economistas de la Fed de San Luis explican, de este modo, que "un incremento de la progresividad de los impuestos es expansivo para la economía. Este resultado es algo novedoso: planteamos la hipótesis de que una reducción de los impuestos a los trabajadores de menores ingresos resulta en un aumento del consumo y la producción mayor, porque estos trabajadores suelen presentar ciertas estrecheces económicas y tienen una mayor propensión marginal a consumir que los trabajadores con ingresos altos. Mientras tanto, un aumento de impuestos a los trabajadores con rentas más altas tiene un efecto menor sobre el consumo real y, por lo tanto, no elimina el aumento de la actividad económica generado por la reducción de impuestos a los trabajadores de menores ingresos", sentencian estos expertos.