Los analistas de Goldman Sachs han elaborado un decálogo de los temas que marcarán la agenda de la inversión el próximo año, en el cual esperan una fuerte recuperación económica gracias la vacuna contra el Covid-19. Esta recuperación, según el banco norteamericano, beneficiará sobre todo a los activos más cíclicos, como las materias primas, las compañías de esta índole y los mercados emergentes.
La recuperación pasará por el ciclo
Los analistas explican que "a pesar del fuerte rebote de la actividad visto en los últimos meses, todavía la economía está lejos de recuperar niveles previos al coronavirus. Excluyendo a China, el PIB mundial se quedará un 4% por debajo de dichas cifras a finales de este año, lo que supone un 6% por debajo de la tendencia previa".
"Por las características propias de esta crisis, y con la ayuda de las condiciones financieras provistas por los bancos centrales, creemos que se conseguirá recuperar la mayor parte de la actividad perdida a lo largo de 2021. De esta forma, recomendamos a los inversores posicionarse en los activos de riesgo, especialmente en los más sensibles al crecimiento económico, como las materias primas, los sectores cíclicos y los mercados emergentes. También en la deuda con mayores primas, que tenderá a normalizarse. Por contra, aconsejamos estar alejados del dólar y los bonos soberanos americanos", agregan.
Navegar las turbulencias
La visión a medio plazo de Goldman Sachs es clara. Sin embargo, destacan que hasta que las buenas perspectivas sobre la vacuna se hagan reales y lleguen al conjunto de la población, todavía van a pasar varios meses en los que la incertidumbre y la debilidad de la actividad va a incrementar esta asimetría entre el ahora y el futuro.
"En nuestros cálculos, como mínimo habría que vacunar al 55% de la población con una vacuna del 90% de eficacia como la de Pfizer para conseguir la inmunidad de rebaño. Pero hasta conseguir eso, los mercados deben lidiar con los problemas actuales y las dudas sobre la eficacia de la vacuna en las personas mayores, la capacidad real de distribución y mantenimiento a gran escala", explican.
Una curva de tipos más empinada
Otro de los puntos calientes que identifican desde Goldman Sachs es la inflación y la curva de rendimientos de la deuda soberana. "Esperamos una curva mucho más empinada que la actual por el ascenso de las rentabilidades y no creemos que la inflación vaya a aparecer por el momento, por lo que los tipos reales serán más bajos que nunca".
En las estimaciones del banco está un T-Note en el 1,3% a finales del año próximo mientras que la referencia a 2 años solo ascenderá hasta el 0,25% (el gap se extendería en 30 puntos básicos desde los niveles actuales). Esto, a su vez, será bajista para el dólar.
Europa: Dos pasos adelante y uno hacia atrás
El escenario en Europa es algo distinto al de Estados Unidos, "puesto que las restricciones a la actividad han sido mucho mayores y el daño económico más difícil de revertir". A medio plazo, "esperamos un fuerte rebote de las bolsas europeas y una apreciación del euro frente al dólar", apuntan desde la entidad americana.
"Sin embargo, a corto plazo el panorama es más oscuro por el importante rebrote de coronavirus que hay en Europa ahora mismo. Ya ha habido confinamientos en Reino Unido, Francia y Alemania y esperamos que los haya en España e Italia, lo que golpeará duramente el PIB del último trimestre de 2020 y el primero de 2021", explican. Además, "hay que recordar los riesgos políticos que todavía hay, la sostenibilidad de la deuda y la fragmentación regional".
China se refuerza
La potencia asiática ha sido la primera en entrar y la primera en superar, a priori, la pandemia de coronavirus, con lo que se espera una sobreponderación de sus activos a partir de ahora. Desde Goldman Sachs también creen que se beneficiará su moneda.
Ya ha recuperado todo el PIB perdido por la pandemia, algo que ni en Europa ni en EEUU se espera que suceda, como pronto, hasta el año que viene. La apreciación del yuan perjudicará sus exportaciones, pero desde Goldman no creen que vaya a provocar una nueva devaluación, mostrando así la apertura de su mercado al exterior.
Un nuevo ciclo alcista para las materias primas
La volatilidad de los precios de las materias primas en los últimos meses ha mostrado su fuerte correlación con la actividad económica, pero también que "ha habido una falta de inversiones entre los productores durante los últimos años, lo que puede provocar déficits cuando la actividad vuelva a la normalidad", explican los expertos del banco. "Por esto esperamos un nuevo ciclo alcista".
En el mercado petrolero "creemos que el alza de los precios tardará algo más debido a los altos niveles de inventarios de crudo almacenado". Sin embargo, estiman que el barril de Brent acabará 2021 en la zona de los 65 dólares, un 50% por encima de los precios actuales.
De cara a posicionarse ahí, Goldman Sachs cree que es mejor hacer a través de las propias materias que a través de acciones a causa de la influencia del ESG. Aunque también apuntan a divisas como la corona noruega el rublo ruso para posicionarse ahí.
Los emergentes lo harán mejor
Después de ver cómo se han comportado los mercados emergentes durante los meses de la pandemia, los inversores tienen ahí una apuesta clara por el value de cara a la recuperación económica esperada para 2021. No obstante, avisan de que habrá muchas quiebras en los próximos meses.
Una de las opciones que desde Goldman Sachs señalan para posicionarse ahí es a través de la deuda soberana de los países con mayores spreads como México, Rusia, Sudáfrica y Brasil.
Rotación: Asia y ciclo, pero la vacuna es clave
En los próximos tiempos, cuando la vacuna llegue del todo al mercado, será el momento del ciclo sobre lo defensivo, y ahí parte con ventaja un mercado como es el asiático (específicamente China, Japón y Corea del Sur). Sin embargo, el camino hasta llegar a ese momento puede ser muy "turbulento", explican desde Goldman Sachs.
En el mercado de deuda, aconsejan sobreponderar el high-yield sobre el grado de inversión y las mayores duraciones sobre las menores.
En busca de los refugios, las coberturas y la diversificación
Durante mucho tiempo, los bonos soberanos han ofrecido una alternativa de diversificación y cobertura a los inversores. Sin embargo, ahora muchos de ellos se encuentran ya en el terreno 'cero' o negativo. "Por esta razón, la correlación entre los bonos y la bolsa ha cambiado", arguyen.
Por esto, creen que la respuesta está en mirar hacia otros activos "como el oro o el yen". También señalan a las compañías con dividendos como una opción para reducir el riesgo en la cartera.
El mayor riesgo sigue siendo el sanitario
Por último, desde el banco norteamericano recuerdan que el mayor riesgo de 2021 sigue siendo el coronavirus y las implicaciones que tiene en la actividad económica.
Asimismo, apuntan que el Senado en EEUU sigue sin decantarse, aunque le dan un 75% de posibilidades de que en enero permanezca controlado por los republicanos. Si no ocurre esto, la tecnología se vería castigada, aunque también podríamos ver un paquete de estímulos de 3 billones de dólares, el triple del que cabría esperar si los demócratas no consiguen la Cámara Alta.