sábado, 28 de noviembre de 2020

La paradoja del efectivo o por qué se dispara la demanda de billetes cuando casi nadie los usa

Foto de Alamy

  • Las familias usan el efectivo cada vez más como depósito de valor
  • La pandemia del covid-19 ha acelerado esta tendencia que viene de lejos
  • Los bajos tipos de interés reducen el coste de oportunidad de guardar billetes


Esta crisis sanitaria y económica esta revelando comportamientos cuanto menos curiosos de gran parte de la sociedad. A medida que se van publicando datos oficiales y se analizan tendencias se puede ver cómo las familias han disparado su ahorro, por ejemplo, a niveles históricos, o cómo los pagos con dinero en efectivo se han desplomado durante este tiempo. Pese al mayor uso de medios de pago digitales, la demanda de dinero en efectivo (los billetes que guardamos bajo el colchón) se disparó en gran parte de los países europeos durante los meses más duros del primer confinamiento. Buenos ejemplos han sido Alemania, España o Reino Unido. En este último país, el Banco de Inglaterra ha denominado a este hecho 'la paradoja del efectivo': se dispara la demanda de billetes cuando se desploma su uso como medio de pago.

Los datos que publica mensualmente el Banco de España (BdE) revelan un fuerte aumento de la cantidad de dinero en efectivo (billetes de forma más concreta) en circulación entre marzo y julio. En esos meses, el BdE tuvo que incrementar en más de 11.000 millones de euros los billetes en circulación, un movimiento sin precedentes en esos meses (en diciembre, con las compras navideñas, sí es más normal ver un auge).

También hay que tener en cuenta que en España, una potencia turística, el BdE suele retirar más billetes de los que pone en circulación (los turistas suelen pagar en efectivo y somos un país con una entrada de flujos netos de dinero por turismo muy alta). Sin embargo, la sequía de turistas por sí sola no explica el aumento en la distribución neta de billetes. 

Resulta curioso ver las tendencias del número de billetes en circulación según su denominación. Todas se han mantenido relativamente estables (los de 500 porque el BCE los va retirando poco a poco), siendo el billete de 50 euros el que ha llevado el peso de este incremento en el importe (valor) de los billetes en circulación. En los últimos años, el número de billetes de 50 rondaba los 1.000 millones, pero tras el estallido del covid-19, la cantidad acumulada se ha disparado hasta casi los 1.300 millones de billetes de esta denominación. Los billetes son la forma de dinero que eligen mayoritariamente las familias para cuando usan el efectivo como depósito de valor (ahorrar en monedas es complejo por motivos logísticos).

Este aumento de la demanda de efectivo coincide en el tiempo con una caída drástica de su uso como medio de pago, según revela el World Payment Report publicado recientemente. "Los clientes se están alejando del dinero en efectivo mientras crece la preferencia por los pagos digitales". ¿Entonces qué está pasando con esos billetes? La incertidumbre que ha generado la crisis ha llevado a las familias a atesorar una mayor parte de su ahorro en efectivo. Aunque las retiradas de dinero cajeros cayeron al comienzo de la crisis, los hogares han optado por conservar una mayor parte de sus ahorros en billetes (han ido menos al cajero pero han guardado una mayor parte de lo que sacan). Si antes se pagaba la compra con efectivo ahora se paga con tarjeta (u otros medios) y los billetes se quedan en casa. 

El documento del Banco de Inglaterra destaca que "durante la pandemia del covid-19, la forma en que las personas usan el efectivo ha cambiado, se utiliza menos para transacciones. Esto se debe en parte a que el gasto de los consumidores en su conjunto ha caído, pero también puede reflejar preocupaciones sobre el riesgo de que los billetes transmitan el virus... aunque nuestros análisis indican que el riesgo de transmisión a través de billetes es bajo".

"La gente gasta menos en efectivo, pero el valor total de los billetes en circulación ha aumentado a medida que las familias parecen optar por tener más efectivo. Estas tendencias han persistido durante varios años, pero se han visto magnificadas por la pandemia", sostiene el informe.

Las personas utilizan el efectivo como medio de intercambio para comprar o vender bienes y servicios, y como depósito de valor. El uso del efectivo como medio de cambio ha caído drásticamente en los últimos años. En el caso del Reino Unido, el BoE explica que solo el 23% de todos los pagos en 2019 se realizaron con efectivo, en comparación con cerca del 60% de la década anterior, a medida que la sociedad va virando sus preferencias hacia los medios de pago digitales.

No obstante, aunque del efectivo ha disminuido, el valor de los billetes en circulación ha aumentado. Entre 2005 y 2017, el valor de los billetes en circulación se duplicó. En el caso de la zona euro la situación es muy similar, mientras que en 2009 el importe total de los billetes no llegaba a los 800.000 millones, hoy roza los 1,3 billones de euros. "La caída en el uso de efectivo para transacciones, pese al continuo crecimiento de la demanda de billetes, se ha denominado como la 'paradoja de los billetes'.

Los expertos del BoE subrayan que "la aparente paradoja se explica por el papel cada vez mayor del efectivo como depósito de valor. Es probable que esto se deba a una variedad de factores. En parte, es el resultado de unos tipos de interés históricamente bajos que, junto con niveles reducidos de inflación desde principios de la década de 1990, han diezmado el coste de oportunidad de tener billetes (como un activo que no devenga intereses)... también se ven incrementos notables en la demanda de efectivo cuando existen preocupaciones sobre los bancos o la economía. Por ejemplo, en 2008-2010, cuando la gente estaba preocupada por la salud de los bancos, optaron por tener más efectivo".

El covid-19 acelera la tendencia

Es evidente que la pandemia del coronavirus ha reducido el uso de los billetes y las monedas como medio de pago. "La llamada paradoja de los billetes o del efectivo no muestra signos de desaparecer durante la crisis del covid. De hecho, la brecha entre el uso de efectivo y la demanda de billetes parece haberse ampliado, y el valor de los billetes en circulación ha aumentado considerablemente en 2020", sentencian los expertos del BoE.

Los economistas del Banco de Inglaterra reconocen que esta es una tendencia amplia, al menos en los países desarrollados. Tanto en EEUU como en la zona euro, el total de efectivo en circulación en septiembre era más de un 10% superior al año anterior, con un patrón similar en Canadá. En resumen, el efectivo se está utilizando menos como medio de pago desde que comenzó la pandemia, pero el valor de los billetes en circulación ha aumentado.