- Cada operación de bitcoin gasta lo mismo que 500.000 de Visa
Con el rally del bitcoin todavía en marcha y superando el billón de dólares de capitalización, impulsado por los mensajes de apoyo del fundador de Tesla, Elon Musk, un dato está empezando a atraer la atención de los analistas. Según Deutsche Bank Research, el consumo anual de electricidad del sistema blockchain ya supera al de países como Holanda, Finlandia o Filipinas, y se acerca al de Noruega o Argentina. Un aumento disparado del consumo eléctrico que podría empujar a una reacción de los inversores ESG (medio ambiente, social y gobernanza) preocupados por los efectos que ese consumo puede tener sobre el planeta.
El blockchain del bitcoin funciona mediante un mecanismo conocido como "prueba de trabajo". Para aprobar las transacciones, es necesario que los operadores -conocidos como 'mineros', en su jerga- resuelvan acertijos matemáticos que se hacen más complejos cuantas más personas se suman al sistema. Los que encuentren la respuesta hacen oficiales las operaciones y, como recompensa, se llevan bitcoins nuevos y comisiones de los usuarios. El resultado es una 'carrera armamentística': cuantas más personas lo usan, más incentivo hay para 'minar' nuevas monedas, y cuanta más gente hay minando, más difíciles son los acertijos y más potencia (y gasto eléctrico) hace falta.
Otro problema es que el sistema es ineficiente por diseño. El hecho de que haya un límite al número de operaciones que se pueden procesar cada minuto -unas siete- supone que no se puede adaptar a un uso mayor. Por el momento, la solución ha sido llevar gran parte de esas operaciones fuera del blockchain, a las llamadas casas de cambio. Una decisión que hace el sistema algo más eficiente pero anula uno de los principales objetivos del bitcoin en su inicio, la eliminación de los bancos y los intermediarios. Aun así, el aumento de los mineros hace que el coste de cada una de esas 7 operaciones siga aumentando: según datos de Statista, cada transacción de bitcoins en el blockchain gasta la misma electricidad que medio millón de operaciones de Visa.
El creciente gasto eléctrico del bitcoin pone a la criptomoneda, y a defensores de ella como Musk, en una situación un tanto incómoda. El fundador de una empresa de coches eléctricos y de placas solares está apoyando a una inversión que gasta tanta electricidad como un país europeo mediano. En un mundo en el que la inmensa mayoría de la luz se produce aún mediante combustibles fósiles -especialmente carbón, el más contaminante-, la contradicción es clara.
La pregunta ahora es si los inversores que están empujando a gigantes del petróleo como ExxonMobil a 'limpiar' su negocio no tendrán nada que decir. "En un mundo en el que el ESG está creciendo rápidamente, ¿habrá un debate sobre la huella de carbono del bitcoin?", se pregunta Jim Reid, de Deutsche Bank Research.
Uno de los grandes inversores que se está dedicando a la mejora del medio ambiente, Bill Gates, dijo este jueves que si pudiera hacer desaparecer algo del planeta, elegiría al bitcoin y a las armas biológicas. Gates ya había hablado contra esta criptomoneda hace dos años: "Como clase de activo, el bitcoin no está produciendo nada, por lo que nadie debería esperar sacar beneficio de él. Si el precio sube es solo por la 'teoría del tonto más grande', de que habrá alguien dispuesto a pagar más que tú por él", dijo en la cadena CNBC.