miércoles, 13 de julio de 2022

EEUU y la UE caen en la ratonera del petróleo ruso: ninguna medida hace mella en los ingresos de Moscú por crudo

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  • EEUU cree que el precio llegará a 140 dólares si no hay "excepciones"
  • Moscú levanta 20.000 millones de dólares al mes por exportaciones



Embargos, vetos a aseguradoras, tope a los precios... la maquinaria de petróleo de Rusia permanece perfectamente engrasada para seguir generando 20.000 millones de dólares en exportaciones. Los países occidentales son incapaces de encontrar la fórmula que dañe a Rusia, sin que haya un terremoto en los mercados de petróleo. EEUU intenta pactar un tope para que Moscú siga exportando por debajo de un precio acordado. Parece difícil que Rusia acepte, cuando por encima de todo le interesa precios elevados, y tiene margen suficiente para recortar la producción y tensionar los precios.

Los países del G7 se comprometieron a poner un tope al precio del petróleo ruso, para ahogar las fuentes de financiación de Rusia. Pero el crudo ruso es como un monstruo de mil cabezas, y encima escurridizo. Los países occidentales no pueden permitirse un bloqueo total. Rusia no deja de ser el tercer productor mundial de petróleo, poniendo en el mercado internacional entre 4 y 5 millones de barriles diarios. En mayo, ya con sanciones en marcha, produjo más de 10 millones de barriles.

Hoy se celebrará una reunión crucial entre la secretaria de Tesoro de EEUU, Janet Yellen, y el ministro de Finanzas de Japón, Shunichi Suzuki, en la que se intentará pactar una horquilla precios para el petróleo ruso. A siete bandas se maneja un rango entre los 40 y 60 dólares por barril para aplicar al petróleo ruso. Según informa Reuters, Tokio opina que es un precio demasiado bajo para que el tope a los precios funcione.

Pero Japón no es el único que plantea dudas. La Unión Europa quiere una prohibición generalizada de seguros a petroleros. En el último paquete de sanciones, incluía la prohibición de asegurar petroleros y mercancía rusa, lo que en la práctica suponía bloquear el petróleo ruso por vía marítima, aunque hubiera excepciones para el suministro de Hungría. La misma medida estaba inicialmente respaldada por Reino Unido.

Washington opina que un veto para asegurar petroleros rusos supone un coste inadmisible. La medida dispararía el precio del petróleo en niveles de 140 dólares. Una cotización inadmisible cuando la mayoría de economías, incluida EEUU se está asomando a la recesión. Las firmas de la UE, Gran Bretaña y Estados Unidos representan alrededor del 90% del seguro y reaseguro mundial de transporte de petróleo. Por ello intenta pactar una excepción que rescindiría esa prohibición del seguro marítimo para pedidos por debajo del precio acordado para evitar que millones de barriles diarios de producción de petróleo ruso queden a la deriva y sin dueño.

El petróleo ruso tiene un equilibrio imposible para las potencias occidentales. El G7 sabe que la mayoría de ingresos en dólares de Rusia provienen del petróleo. Pero los países aliados no pueden cortar el petróleo ruso sin provocar un shock de oferta en el mercado, que dispararía el precio hasta niveles insoportables.

Hace un par de semanas, JP Morgan advirtió de que Moscú podía a comenzar a recortar el suministro de petróleo. "Rusia puede permitirse recortar su producción de petróleo en 5 millones de barriles diarios sin dañar a su economía", comentaban en un análisis. El Brent, el tipo de crudo de referencia en Europa, sufriría una enorme presión. Una caída de tres millones de barriles diarios pondrían al Brent en 190 dólares y una reducción de cinco millones presionaría los precios hasta los 380 dólares el barril. La economía europea comienza a perder pie por culpa de la inflación, un nuevo repunte de los precios del petróleo provocaría serios problemas. La más que previsible falta de suministro de gas ya era un problema muy gordo, que amenaza con paralizar buena parte de la industria en Alemania e Italia.

China e India compensan la caída de exportaciones europeas

Uno de los problemas que tiene el petróleo ruso es que está muy barato, lo que hace difícil que otros países sigan los pasos del G7. Ofrece un descuento de aproximadamente del 30%, frente al Brent o el Texas. La gira de Yellen por Asia Pacífico está dirigida a que más países se unan a las medidas. Desde que comenzaran las sanciones, Asia está compensando el golpe a las exportaciones europeas. Antes de las sanciones, el 53% del petróleo ruso se vendió a Europa, mientras que un 39% a Asia, principalmente a China. Más de la mitad de todo el crudo enviado desde Rusia tiene destino asiático, pero esa proporción está disminuyendo. En las últimas cuatro semanas, los flujos a Asia representaron el 52% de las exportaciones marítimas totales de Rusia, según datos de seguimiento de Vessel recogidos por Bloomberg. En abril, las rutas con destino Asia llegaron al 63%.

Según los últimos datos disponibles de la Agencia Internacional de la Energía, con datos de junio, los envíos a Europa de petróleo ruso supusieron el 43% de las exportaciones totales. En concreto, se redujeron en 170.000 barriles diarios al mes, hasta los 3,3 millones. La caída fue compensada con el crecimiento de demanda de China en 240.000 barriles hasta alcanzar los 2 millones de barriles diarios, nivel que se alcanzó por primera vez, el pasado mes de junio.

El plan de EEUU de dañar económicamente a Rusia sin provocar nuevas tensiones en los mercados parece misión imposible. Será difícil que Moscú acepte precios más bajos, cuando sus ingresos por exportaciones están aguantando gracias al precio por barril. Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, los ingresos por exportaciones de petróleo de Rusia aumentaron en 1.700 millones de dólares en mayo hasta los 20.000 millones al mes.

Rusia ha elevado las tasas arancelarias para enviar sus pedido de crudo, elevando el interés un 23%. A partir de los datos de Vessel, los cálculos que manejan desde EEUU son que por cada barril de crudo rudo vendido, Moscú ingresa 1,42 dólares adicionales. Las exportaciones totales cayeron en la última semana un 15%, los ingresos apenas cayeron un 2%, unos 300 millones de dólares. Los pedidos a China promediaron 628.000 barriles por día en el período delas últimas cuatro semanas. Si el petróleo ruso es escurridizo, los ingresos todavía son más.