domingo, 3 de julio de 2022

¿Unas vacaciones diferentes y sorprendentes? Estos siete lugares parecen de otro planeta



La Playa Roja de Panjin, en China. (iStock)



Si buscas un destino que se te antoje muy original y extraño, aquí van una serie de propuestas para salir de lo siempre visto



Este será el primer verano después de la pandemia en el que realmente podremos viajar más liberados de tantas restricciones. Atrás quedan los dos anteriores que muchos aprovecharon para conocer la España de interior más desconocida y accesible: ahora toca volver a la aventura y conocer sitios que nos sorprendan dejándonos con la boca abierta.

¿Buscas un lugar exótico, completamente alejado de lo conocido, un enclave que parezca salido de la más pura fantasía o de una película de ciencia ficción al más puro estilo Ridley Scott? En ocasiones vivimos obsesionados con la idea de viajar al espacio para hallar enclaves insólitos que se escapan a la imaginación, pero no hay que montar en nave espacial para dar con este tipo de parajes, basta con coger un avión. Hoy te proponemos un viaje por siete destinos que no parecen de este mundo para darte una serie de ideas si quieres realizar un viaje de lo más curioso y divertido.


Pamukkale (Turquía)

En turco, significa "castillo de algodón" y a juzgar por las imágenes, dicho apodo le hace justicia. Se trata de unas cascadas algo peculiares, localizadas en la provincia de Denizli, al sudoeste del país. Fue formada a partir de los movimientos tectónicos en la cuenca del río Menderes, los cuales hicieron salir a la superficie múltiples aguas termales que, al fusionarse con los minerales, crearon esta curiosa amalgama de colores entre blanco y azul turquesa.
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Foto: iStock.
En lo alto de ellas están las antiguas ruinas de Hierápolis, la gran ciudad que se construyó a su alrededor. La piedra caliza y el travertino que baja por la ladera de la montaña confieren la sensación de que podríamos estar en un glaciar; nada más lejos de la realidad, pues la temperatura es estable y cálida todo el año, lo que convierte a Pamukkale en uno de los destinos turísticos más visitados de Turquía.


Chefchaouen (Marruecos)

Podría ser la ubicación ideal de una película al puro estilo Star Wars. La ciudad marroquí de Chefchaouen, muy cerca de la Península, es más conocida entre turistas y extranjeros por el sobrenombre de "la ciudad azul". Ubicada al norte del país, en las montañas del Rif y muy cerca de la ciudad de Tetuán, posee un color azul eléctrico en sus calles, muros, puertas y farolas que hacen de ella un destino único en todo el planeta.
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Foto: iStock.
La ciudad fue fundada en el siglo XV y durante muchos años ha sido un punto de encuentro entre judíos y musulmanes. El particular color de sus casas hace referencia al azul del cielo, símbolo de libertad y hogar del poder divino. Curiosamente, este color repele a insectos como los mosquitos, a la par que higieniza y aporta frescor a un enclave ya de por sí caluroso. Considerada ciudad sagrada, durante muchos años la entrada a extranjeros estaba prohibida, lo que también sirvió para mantenerla intacta con su fisonomía típicamente medieval.


Las Colinas de Chocolate (Filipinas)

Localizadas en las antípodas, cuesta creer que este enclave natural no haya sido fruto de la acción humana. Con más de 1.700 metros de altura, estas colinas se elevan a lo largo y ancho del centro de la isla de Bohol, en Filipinas, como fruto del levantamiento de los depósitos de coral marinos que, al erosionarse con el agua de lluvia, han producido estas formas cónicas achatadas en su cumbre.
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Foto: iStock.
Su apodo proviene de que, durante la estación seca, el follaje cambia de color verde a un vistoso marrón similar al del chocolate con leche. Son tan icónicas para el país que aparecen en la bandera de Filipinas y recientemente han sido propuestas para su inclusión en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.


Las catacumbas de París

Uno de los atractivos turísticos más singulares y curiosos de la capital francesa. Esta amplia red de viejos túneles era una mina de piedra caliza en la época romana y, ahora, es el lugar de descanso sempiterno de seis millones de personas, ahora convertidas en hueso y calaveras. Durante los siglos XVIII y XIX, se comenzaron a exhumar un sinfín de tumbas de los cementerios de la ciudad.
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Algunos datos curiosos es que fue un importante refugio para los miembros de la resistencia francesa contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Del mismo modo, sus paredes han visto morir a infinidad de personas a lo largo de la historia. Si visitas París y quieres visitar estas catacumbas, deberás reservar con mucha antelación, ya que se trata de una de las ofertas turísticas más jugosas y demandadas de todo el continente europeo. Como aperitivo, en YouTube hay infinidad de vídeos de aventureros que se han adentrado en sus pasillos más oscuros y angostos, siendo no apto para claustrofóbicos o personas demasiado susceptibles.


La Playa Roja de Panjin (China)

El gigante asiático no solo luce el rojo comunista en su bandera, también en una remota playa en la localidad de Panjin, en el delta del río Liaohe de la provincia de Liaoning, la cual destaca por un color rojizo muy característico. Más de 130 kilómetros cuadrados naturales en los que viven más de 260 especies de aves, algunas de ellas en peligro de extinción, como la grulla roja.
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Foto: iStock.
Su color viene de un tipo de alga muy singular llamada suaeda heteroptera, que durante la estación otoñal se tiñe de un rojo vivo. Para preservar su frágil fauna y la naturaleza de la zona solo se puede visitar una pequeña sección de la playa. Aunque está en un lugar remoto al que es un tanto difícil llegar, no deja de ser una de las atracciones turísticas más conocidas y visitadas en el país asiático.


Las cuevas de Waitomo (Nueva Zelanda)

No hace falta salir a campo abierto para contemplar los astros. Curiosamente, hay un lugar bajo tierra en el que podemos maravillarnos con luces muy parecidas a las proyectadas en el cielo nocturno de verano. Este sitio son las cuevas de Waitomo, en Nueva Zelanda, sin duda uno de los lugares más originales del mundo por sus gusanos brillantes que se asemejan muchísimo a las estrellas.
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Localizadas en la región de Waikato, en la isla norte de Nueva Zelanda, su nombre se debe a la unión de las palabras maoríes "wai" ("agua") y "tomo ("hoyo"), de tal forma se podría traducir como "la corriente de agua que fluye hacia el agujero en el suelo". Al estar bajo el agua desde hace 30 millones de años, las paredes de la cueva están hechas de piedra caliza compuesta de conchas fosilizadas, esqueletos y corales, sirviendo de hogar a miles de luciérnagas y sus larvas bioluminiscientes.


Vinicunca (Perú)

La última parada de este viaje la hacemos en el continente sudamericano, y es que si estás buscando un viaje al hemisferio sur, tal vez te interese conocer en persona el monte de arcoíris de Vinicunca, en Perú. Localizada a 100 kilómetros al sureste de Cuzco, en el distrito de Pitumarca, destaca por sus llamativos tonos fucsia, turquesa y lavanda, lo que atrae a miles de turistas de todo el mundo a lo largo del año.
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Este colorido aspecto se debe a una compleja mezcla entre sedimentos marinos, lacustres y fluviales que, transportados por el agua que antes, hace millones de años, cubría la zona, han adquirido estos pigmentos tan diferenciados entre sí. Las placas tectónicas hicieron el resto, haciéndolos emerger a la superficie, lo que hizo que los minerales se oxidaran por la humedad y se erosionaran por la acción del viento.





Por
Enrique Zamorano
02/07/2022 - 14:37 Actualizado: 02/07/2022 - 15:17
¿Unas vacaciones diferentes? Estos siete lugares parecen de otro planeta (elconfidencial.com)
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