Además, a la hora de adentrarse en estas expediciones, los pasajeros tienen que firmar una serie de cláusulas en las que se explica los riesgos que se corren durante la travesía, entre las que se encuentra en "no ser claustrofóbico" o "perder la vida", ha asegurado Alan Estrada, un reconocido youtuber que emprendió esta aventura en 2021, en una entrevista a El Español. Por ello, estos critican que se ofrezca tanta ayuda si los propios pasajeros estaban expuestos a su posible desaparición y muerte.


Visitar el horizonte terrestre

Y del fondo de mar al espacio. Hace dos décadas el estadounidense Dennis Tito se subió a la lanzadera rusa Soyu para visitar la Estación Espacial Internacional (ISS). La técnica se fue innovando y Richard Branson, propietario de la empresa Virgin Galactic, fue quien cambió el turismo espacial con Unity, un avión cohete espacial que permite transportar a la gente al espacio y que puedan ver desde una vista panorámica la Tierra.


Uno de los prototipos de Virgin Gatactic.Flickr


La primera vez que expuso su deseo de volar al espacio fue en 2004, esperando tener un servicio aeronáutico en 2007. En 2014 se realizó una prueba de viaje que resultó fallida, por lo que tuvieron que posponer la aventura, que finalmente tuvo lugar en 2021. La nave espacial despegó desde Nuevo México, (Estados Unidos), y sus pasajeros estuvieron durante una hora contemplando el horizonte curvo. "Estamos aquí para hacer el espacio muy accesible para todos e impactar en la nueva generación de soñadores", aseguró Branson después de su viaje.



Una vez realizado el vuelo, Virgin reactivó la venta de billetes para visitar el espacio. Entre 450.000 dólares (unos 411.000 euros) y 600.000 dólares es lo que cuesta surcar los cielos con esta compañía (los primeros se vendieron por 200.000 dólares, unos 183.000 euros).

Blue Origin es otra compañía que también ofrece este servicio aéreo exclusivo. Fue también en 2021 cuando el fundador de Amazon, Jeff Bezos, se montó en la nave New Shepard, junto a Oliver Daemen, un joven de 18 años que sustituyó la plaza de un multimillonario anónimo que había comprado el billete por 28 millones de dólares (unos 25 millones de euros). La compañía más asequible para emprender esta actividad es World View: aquel que lo desee puede dar una vuelta en globo por la estratosfera por 50.000 dólares (unos 45.774 euros).

Estas expediciones generan grandes cantidades de basura espacial, algo que ha generado alerta en las comunidades científicas. Según los datos aportados por la Agencia Espacial Europea, hay aproximadamente 9.000 toneladas de basura espacial orbitando alrededor del planeta Tierra y los dos países más contaminante son Rusia y Estados Unidos. Además, las Redes de Vigilancia Espacial recogen en sus informes que hay más de 30.000 desechos espaciales que están catalogados y monitoreados por la propia red.


Subir el Everest a todo lujo

Cielo, mar y tierra. Hay quienes prefieren tener los pies en el suelo para vivir una actividad de tal índole. Esto es posible gracias a las múltiples agencias que existen en Nepal y que organizan las correspondientes expediciones para subir al Everest.

El precio por persona oscila entre la friolera de 35.000 y 135.000 euros por persona, en función de la temporada elegida y de los gastos que se generen allí. Lo primero que hay que adquirir es el billete de avión hasta el destino, que cuesta en torno a los 1.000 euros, depende de la compañía aérea elegida. Una vez realizado el aterrizaje, el gobierno nepalí impone unos permisos que hay que pagar para realizar esta actividad: unos 2.000 euros por la logística de la expedición, alrededor de 3.500 euros de depósito de basura y 2.700 euros por el Oficial de Enlace, el guía que se va a encargar de controlar que el grupo de personas que se adentre en la expedición llegue a su campamento base.

Después de pagar las tasas obligatorias, ya es decisión del turista lo que quiere invertir en cuanto a gastos personales, tales como el alojamiento, la comida y la bebida y la vestimenta y los atuendos necesarios para escalar. Una de las empresas más reconocidas es Alpine Ascents International: por una cantidad de 65.000 euros, esta agencia turística ofrece comida, acceso a un médico en el campo base, transporte en Nepal, todo el equipo necesario, sherpas y porteadores, wifi, un entrenamiento previo al ascenso y la posibilidad de organizar expediciones privadas.



Con Seven Summit Treks, otra de las empresas encargadas en la organización de expediciones al Everest, ofrece por algo más de 120.000 euros un hotel cinco estrellas en la localidad de Katmandú con todo incluido, un fotógrafo personal durante todo el recorrido e incluso un servicio privado de helicóptero para llegar antes a los campamentos base.

Toda esta cantidad de dinero invertido es comparada con la cantidad de basura que se generan en dichas expediciones. Si bien los turistas tienen que pagar una cláusula obligatoria por la generación de residuos (alrededor de 3.500 euros), la cifra de toneladas de restos es también alta. Solo durante de la temporada de primavera de 2023 las expediciones al monte Everest han generado un total de 84 toneladas de residuos y basura, según ha denunciado la ONG nepalí Comité de Control de la Contaminación Sagarmatha.

Esta ONG se creó a finales de la década de 1980 en respuesta al creciente volumen de residuos generado por turistas y escaladores en el monte. Además, esta organización no gubernamental cuenta con el apoyo de WWF Nepal y del Ministerio de Turismo para defender el medioambiente.

Pero, por mucho que se quiera conocer el fondo del mar, visualizar con vista de pájaro la Tierra o llegar al pico más alto del mundo a pie, no solamente vale con desembolsar miles de euros. Aquellos turistas que quieran adentrarse a este tipo de aventuras tienen que contar con unas bases de conocimiento y entrenamiento previo por los inconvenientes que puedan presenciar.




NOTICIA22.06.2023 - 12:25H
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