lunes, 31 de julio de 2023

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos ponemos a hablar con nosotros mismos?



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Es un ejercicio de la mente ligado a la autopercepción, a la conciencia y a la memoria que a partir de una edad convertimos en íntimo y privado




Es una de esas preguntas que todo el mundo se hace, pero nadie la transmite a otros porque apunta a nuestro sentido mismo de la vergüenza. ¿Qué hago hablando solo? Podemos llegar a pensar cuando en nuestra cabeza se inicia una conversación donde a veces parecen que intervienen más de dos personas y, sin embargo, eres tú contigo mismo. Y no es que solo sea normal, o común, sino que también nos caracteriza como especie. Así que venga, fuera prejuicios sin sentido y dilo fuerte: no puedo dejar de hablar conmigo mismo.


Si bien es cierto que, como han demostrado varias investigaciones, existen personas cuya voz interior permanece en un estado de bastante silencio, mientras que otras son de lo más charlatanas, en general, es un ejercicio de la mente ligado a la autopercepción, a la conciencia y a la memoria. Entonces, ¿cómo sucede exactamente este diálogo hacia nuestro interior?

Para empezar, los expertos creen que lo que son, en realidad, monólogos (porque solo intervenimos nosotros, aunque nos parezca encontrar diferentes voces) son una simulación del habla abierta. Es decir, no hay gran diferencia entre verbalizar y no verbalizar, recoge un artículo para 'Live Science'.


Cuando dejamos de hablar en voz alta

Resulta, pues, que el cerebro pasa por procesos similares cuando piensas palabras que cuando hablas en voz alta, asegura Hélène Loevenbruck, investigadora principal de neurolingüística y jefa del equipo de lenguaje en el Laboratorio de Psicología y Neurocognición del CNRS, el instituto nacional de investigación francés.


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Esto, a su vez, se traduce en que las regiones cerebrales activadas durante el habla interna se muestran bastante parecidas a las que se activan durante el habla abierta o habla real. Dichas regiones incluyen el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo y el lóbulo parietal, por ejemplo, que ayudan a procesar la estimulación externa.

Así, durante la infancia, nos comportamos como esponjas que absorben nueva información constantemente desde todos los ángulos. Seguro que más de una vez has escuchado la expresión. Según Loevenbruck, los niños que juegan solos suelen dialogar en voz alta con los juguetes (nada nuevo tampoco). Sin embargo, a partir de los 5 a 7 años, esa verbalización se inclina hacia adentro.


Un juego adulto

La manera en que hemos construido los perímetros del lenguaje social nos lleva a reprimir estos gestos cotidianos cuando somos pequeños. Porque hablar solo está mal visto, una acción cargada de consideraciones hacia la idea antigua de la locura que aún nos condiciona.

Pero en el fondo, a tu cerebro le da igual cualquier prejuicio, así que aunque escondido, buscar las formas de seguir entablando conversaciones de todo tipo. Y lo paradójico es que se convierte en una especie de juego adulto: durante esa discusión interna, estás jugando dos roles: tú mismo y la persona con la que estás discutiendo.


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Cuando juegas tú mismo, los centros auditivos en el lado izquierdo de tu cerebro se activan, señala Loevenbruck. Mientras tanto, cuando cambias internamente los roles para interpretar a la persona con la que estás discutiendo, "hay una especie de cambio de activación de la región cerebral hacia el hemisferio derecho", en áreas equivalentes como el lóbulo parietal y el lóbulo frontal.


El reto de los monólogos no deliberados

Ver la situación en la que te sitúas imaginariamente desde una perspectiva diferente a la tuya propia, incluso si es una perspectiva que estás elaborando tú mismo en tu cabeza, cambia las regiones del cerebro que resultan involucradas en el proceso


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Estudios anteriores ya habían demostrado que el cerebro exhibe una actividad similar con el habla interna que con el habla verbalizada a través de observaciones mediante resonancias magnéticas, así que el siguiente paso es acercarse a lo que sucede en estos fascinantes órganos cuando dejamos que nuestras mentes divaguen.

Como expresa la investigadora, no todos los monólogos interiores son deliberados. A veces, las palabras o las oraciones simplemente aparecen en tu cabeza, sin provocación. Sea como sea, escúchalas.



Por 
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Abran paso a la nueva... ¿Superpotencia? Por qué todo el mundo mira ahora a la India



El Presidente de EEUU, Joe Biden y el Primer Ministro de la India, Narendra Modi. 
(Reuters/Evelyn Hockstein)



El presidente de la India, Narendra Modi, ha sido uno de los pocos mandatarios en el mundo que ha podido asistir a una cena de gala con Joe Biden, pero no ha sido el único




Junio de 2022, Estados Unidos. Alfombra roja, discurso ante el Congreso y cena de gala en la Casa Blanca para el presidente indio, Narendra Modi. Solo otros dos mandatarios internacionales en esta legislatura han tenido el privilegio de cenar con los Biden y demás corte estadounidense: el presidente francés, Macron, y el surcoreano, Yoon Suk.

A Modi se le ha dado en Washington un trato reverencial. Como en Francia, donde ha iniciado gira el 13 de julio. O en Australia y Japón, donde fue agasajado en mayo pasado. O en Uzbekistán, en septiembre de 2022, donde se reunía con el presidente ruso Putin, el chino Xi Jinping y el iraní Ebrahim Raisi. Todo le está permitido a Modi. Su política internacional da bandazos, en una neutralidad militante que le permite comprar más carburantes que nadie a Rusia y cerrar todo tipo de novedosos acuerdos militares con EEUU sin que nadie levante la voz. Todos quieren ser amigos de la que presume ya de ser la próxima superpotencia porque nadie quiere echarle en brazos de su enemigo. ¿Lo será?

En el último año, India ha dejado dos titulares llamativos. Por un lado, la banca de inversión Goldman Sachs (GS) vaticina que "India se convertirá en 2075 en la segunda economía más grande del mundo (hoy es la quinta)". La banca señala que en 50 años, solo China la superará en PIB. Según esta proyección, para entonces China tendría 57 trillones de dólares, China 52,5 y Estados Unidos 51,5. Muy por detrás quedaría la UE, a la que GS augura 30,3 trillones de dólares.

Por otro lado, en abril pasado la ONU certificaba que India se había convertido ya en el país más poblado del planeta, con sus más de 1.425 millones de habitantes. China había ocupado esa primera posición en la tabla demográfica mundial desde hace al menos tres siglos. Es decir, si se juntan ambas noticias, las dos naciones asiáticas, enemigas e íntimas, serán a finales de este siglo los dos países con mayor cantidad de población y mayor circulación de dinero del mundo.

¿China es un espejo para India? "India es una potencia líder y significativa por derecho propio en el panorama asiático y mundial. Sus parámetros económicos, a pesar de los desafíos inherentes, son bastante evidentes y el potencial para seguir creciendo es inmensamente positivo. La dinámica población activa de la India y los avances tecnológicos realizados la han puesto en el camino del progreso y el desarrollo. Hay mucho terreno por recorrer en la búsqueda de la autosuficiencia, pero si hay algo, que abunda en India, es esperanza y energía abundantes", explica a El Confidencial el analista y director honorario del Kalinga Institute of Indo Pacific Studies, Monish Tourangbam.

Los grandes números avalan esas palabras. Según el FMI, la economía india crecerá en 2023, un 6,1% y en 2024, un 6,8%. En los últimos 15 años, según la ONU, el país ha sacado de la pobreza a 415 millones de personas. Un titular positivo y llamativo que, en todo caso, tiene que ver con lo que la ONU llama salir de la pobreza, que es tener la capacidad de cubrir necesidades básicas. ¿Con 3 dólares al día y una casucha con agua y luz no se es pobre?

Aun así, India sigue siendo el país con mayor número de oficialmente pobres del globo, con 229 millones. Su renta per cápita es de 8.293 dólares en 2022, según el FMI, lo que la coloca en el puesto 126 de la aldea global. Es decir, los habitantes de la hoy quinta economía del mundo ocupan la posición 126 cuando el baremo calcula la riqueza prorrateada. La desigualdad sigue siendo gigante: "El 50% de la población de la India atesora el 3% del PIB del país", según un informe de Oxfam presentado en el Foro de Davos.

Hay muchas dudas y retos en el devenir de India. El New York Times publicaba el pasado 27 de abril, coincidiendo con el sorpaso poblacional, un pódcast titulado "¿Puede India convertirse en la próxima superpotencia global?". La revista Foreign Policy publicaba el 24 de junio un análisis que se titulaba "¿Superará India a China y se convertirá en la próxima superpotencia?". Los dos titulares coinciden en usar dos cosas al hablar de la India: la palabra superpotencia y los interrogantes.

La CNN, sin embargo, es más clara y titula una pieza con "Por qué todo el mundo de los negocios ama a India en este momento". El flechazo indio, de facto, es directamente proporcional al rechazo a ese nuevo orden mundial que propugna China. Occidente ha entendido, como ejemplifica el economista indio Partha Sen, "que no puede poner todos los huevos en la cesta de China".

EEUU ha elegido a India como socio prioritario en la región, pero los estadounidenses tienen un largo historial de elecciones que se les complican en el futuro por sus urgencias del presente. En los 70, Washington también eligió a China para debilitar a la URSS y la jugada no parece hoy que les haya funcionado. Hoy el tablero es el Indo-Pacífico, e India ahí es clave. "India ya es un actor crucial y central en la geopolítica emergente del Indo-Pacífico. Es el custodio del océano Índico y a medida que crece la apuesta por un Indo-Pacífico 'libre, abierto, inclusivo y basado en reglas', su papel se ha vuelto más destacado. El cambiante equilibrio de poder en la región, con el asertivo ascenso de China, está llevando a India y potencias afines a reconocer el interés mutuo en la construcción de una arquitectura de seguridad estable en la zona. La región del Indo-Pacífico está llena de áreas de disputa, conflictos, competencia y cooperación. Por lo tanto, la política de alineación múltiple de India de involucrar múltiples polos de poder jugará un papel vital en la forma en que se perfila un Indo-Pacífico multipolar", explica Tourangbam.

Lo que parece evidente, como señala el New York Times en un editorial que titulan "El dilema India", es que la política norteamericana ha pasado forzosa página. "El idealismo y el pragmatismo han rivalizado durante mucho tiempo en la política exterior estadounidense, lo que obligó a tomar decisiones difíciles y, en ocasiones, llevó a la decepción. Hubo un momento en la década de los 90, tras el colapso de la Unión Soviética, que parecía que se despejaba el camino para un orden político y económico universal. Pero esa quimera pronto dio paso al mundo más complejo que habitamos hoy", dice el editorial del periódico.

"India y Estados Unidos ya son socios estratégicos y esta asociación ahora es integral y multidimensional. El enfoque principal de la asociación sigue siendo la creciente cooperación en materia de defensa. El volumen del comercio de defensa de los dos países ha aumentado exponencialmente a lo largo de los años y se está moviendo hacia el codesarrollo, la coproducción y el intercambio de tecnología de defensa a partir de una mera relación comprador-vendedor. Nueva Delhi y Washington participan en múltiples entornos bilaterales y multilaterales en un amplio espectro de áreas temáticas. La creciente cooperación en tecnologías críticas y emergentes se ha convertido en un nuevo enfoque de asociación estratégica", dice Tourangbam.

La visión americana es que se pacta con el polémico Modi, al que durante 10 años se le denegó la visa para entrar en EEUU por relacionarle con el extremismo religioso, para meterle el dedo en el ojo al rival mayor, China. ¿Cómo encaja India en el grupo BRICS con sus constantes choques de intereses con China? "El orden financiero posterior a la Segunda Guerra Mundial se está debilitando y, a medida que toma forma el nuevo orden, los BRICS han jugado un papel inevitable. Representa las preocupaciones y aspiraciones de las economías emergentes por una mayor participación en la toma de decisiones financieras globales y respalda la cooperación Sur-Sur. India ha estado a la vanguardia de este llamado. A medida que surjan debates y deliberaciones entre los miembros de BRICS sobre temas de una moneda común y la expansión de la membresía, el entendimiento mutuo entre Nueva Delhi y Beijing será crucial. Nueva Delhi y Beijing son lo suficientemente pragmáticos para comprender e impulsar a BRICS, en su visión global, a pesar de los desafíos bilaterales inherentes", apuesta Tourangbam.

No todos tienen esa visión de pragmático entendimiento. Los choques con China son constantes y la herida por el conflicto territorial sigue abierta. Pekín está llegando a importantes acuerdos con Pakistán, el mayor enemigo de Delhi, y construyendo su comercial Ruta de la Seda, con su cadena de puertos, en el entorno de India. "Creo que al final de este año y comienzo del próximo será un momento muy difícil para las relaciones entre India y China, que podría terminar en una guerra", explicaba en este periódico el exmilitar y escritor indio Pravin Shawney.

Mientras, India tiene su propia bomba interior que controlar. Los crecientes ataques xenófobos y choques entre diversos grupos religiosos, fomentados por el ultranacionalismo hindú, son foco de preocupación de muchos analistas y opositores occidentales. "India ha sido testigo del surgimiento de la política de derecha hindú durante tres décadas. Sin embargo, la extrema derecha supremacista hindú, después de asumir un poder indiscutible bajo Narendra Modi en 2014, ha recibido patrocinio político para practicar y promover abiertamente la xenofobia contra las minorías", explicaba a El Confidencial el pasado junio el profesor Ashok Swain, investigador del Departamento sobre la Paz y Conflictos de la Universidad de Uppsala.

El reputado investigador, muy activo en redes sociales para denunciar los constantes ataques protagonizados por supremacistas hindús, acaba de ver como la Alta Corte de Delhi le revocaba su Tarjeta de Ciudadano Extranjero (Overseas Citizen of India). Se trata de un documento otorgado a los ciudadanos de origen indio que viven en el extranjero con doble nacionalidad que les permite vivir y trabajar en la India por tiempo indefinido.

¿Existe el peligro de que India, donde hay problemas de ataques xenófobos y ultranacionalistas, tenga problemas de cohesión interna? "La respuesta simple es no. Desde su independencia, a pesar de muchos desafíos internos y externos, el tejido de la democracia y el pluralismo de la India ha resistido la prueba del tiempo. India es indiscutiblemente uno de los países más diversos del mundo, y la construcción de una nación es un trabajo en progreso. Un país del tamaño geográfico, la diversidad y la compleja historia de la India obviamente está repleto de muchos desafíos. Sin embargo, los pilares institucionales de la constitución de la India y la vibrante sociedad civil han resistido muchas tormentas y han salido fortalecidos de cada crisis. India es un estado-nación joven, pero una civilización antigua que está fortaleciendo sus propias raíces diversas al navegar en un mundo que está experimentando una profunda transición geopolítica, geoeconómica y tecnológica", señala Tourangbam.

Nada parece detener la euforia de una parte de la India que ve como su país por fin despega. Los seguidores de Modi están entusiasmados. "India está emergiendo como la nueva superpotencia bajo el liderazgo del primer ministro Modi", presumía uno de los históricos líderes del gubernamental Bharatiya Janata Party (BJP), Shankar Prasad, tras el retorno del Primer Ministro de su reciente gira por Japón, Australia y Papúa Nueva Guinea.

"Las nubes oscuras de coerción y confrontación proyectan su sombra en el Indo-Pacífico. La estabilidad de la región se ha convertido en una de las preocupaciones centrales de nuestra asociación. Compartimos una visión de un Indo-Pacífico libre, abierto e inclusivo. Ahora, Estados Unidos se ha convertido en uno de nuestros socios de defensa más importantes", dijo Modi en el Congreso de EEUU, provocando una ovación en pie de los legisladores americanos.

Todos le aplauden. Todos le quieren a su lado. Todos le perdonan todo. India es euforia, por todas partes, emergiendo sobre una montaña de pobreza.




www.elconfidencial.com/mundo/2023-07-30/todos-aman-la-india_3704619/

Putin se mete un gol en propia: cómo la guerra rusa del gas se ha vuelto en su contra



Gasoducto que alimenta una central térmica. (iStock)



Rusia redujo drásticamente el suministro de gas a Europa en 2022. Paradójicamente, la mayor víctima de la guerra del gas del Kremlin parece ser la propia Rusia




En 2022, Rusia, por primera vez en la historia, decidió reducir drásticamente el suministro de gas a los clientes de la Unión Europea. Su objetivo era agravar la crisis energética existente en Europa y empujar a los países europeos a reducir el apoyo político, militar y económico que prestaban a Ucrania. Sin embargo, paradójicamente, la militarización de los suministros de gas por parte de Moscú ha tenido, por el momento, los efectos más lesivos en la propia Rusia.

Rusia ha perdido su posición como principal proveedor de gas de la UE. Sus exportaciones de gas por el gasoducto a clientes de la UE cayeron de casi 146.000 millones de metros cúbicos (bcm) en 2021 a entre 61 y 62 bcm en 2022. El gas ruso sigue llegando a Europa a través de gasoductos que atraviesan Ucrania (según los acuerdos de tránsito vigentes hasta finales de 2024) y a través de Turquía por el gasoducto TurkStream, pero en cantidades cada vez menores.

En los cinco primeros meses de 2023, las exportaciones de gas ruso a través de los gasoductos en funcionamiento ascendieron a sólo 10 bcm, frente a los 62 y 42 bcm, respectivamente, del mismo periodo en 2021 y 2022. Es muy poco probable que Moscú y Kiev prorroguen el acuerdo sobre el gasoducto que atraviesa Ucrania después de 2024. Rusia ya ha amenazado repetidamente con cortar el suministro incluso antes de que expire, lo que significa que las cantidades de gas ruso que llegan a la UE por gasoducto probablemente se reducirán aún más.

La drástica caída de los suministros a Europa obligó a Gazprom a recortar la producción de gas en un 20% interanual en 2022. Y aunque los ingresos por exportación siguieron siendo relativamente altos en 2022 debido a los elevadísimos precios del gas en Europa (especialmente en el primer semestre de 2022), el descenso de las exportaciones a la UE pasará una elevada factura a los ingresos de Gazprom en 2023.

Para empeorar las cosas para Moscú, los países europeos han encontrado nuevos proveedores, lo que significa que Gazprom quizá nunca recupere su condición de principal proveedor de gas de la UE. Tras la invasión, los Estados miembros de la UE iniciaron o intensificaron sus esfuerzos por diversificar sus fuentes de gas. A 31 de marzo de 2023, los acuerdos relacionados con el suministro de gas de terceros países representaban más de la mitad de todos los acuerdos energéticos celebrados por los países de la UE desde el estallido de la guerra. Según la investigación de ECFR, 56 de los 110 acuerdos energéticos que habían firmado para entonces estaban relacionados con el gas natural.

Algunos de los mayores mercados europeos de Rusia introdujeron cambios radicales en su política gasística, que tendrán consecuencias especialmente negativas para Rusia a largo plazo. Alemania, que era el país que más gas ruso importaba antes del estallido de la guerra, ya no importa gas ruso por gasoducto. Además, las autoridades alemanas han decidido construir varias terminales de gas natural licuado (GNL) y reforzar la cooperación gasística con Noruega, que se convirtió en el principal proveedor de gas de Alemania en 2022. La empresa alemana SEFE también firmó un contrato de 20 años con la empresa estadounidense Venture Global LNG en junio de 2023 para suministrar gas de Estados Unidos a Alemania.

Rusia también ha perdido su posición dominante en el mercado italiano, su segundo mercado más importante después de Alemania. De todos los Estados miembros de la UE, Italia es el que más acuerdos de cooperación gasística ha firmado con socios de terceros países desde la invasión rusa de Ucrania. Además, Gazprom ha perdido el mercado polaco de forma bastante irremediable. Es cierto que Polonia decidió abandonar el gas ruso en 2019, años antes de la invasión rusa de Ucrania, pero esta decisión fue cuestionada públicamente por algunos analistas energéticos. La invasión rusa de Ucrania cimentó la posición del Gobierno, y ahora es muy poco probable que revise su enfoque en un futuro próximo.

La pérdida del mercado europeo está obligando a Rusia a buscar nuevos mercados, pero encontrar una alternativa rápida e igualmente atractiva desde el punto de vista financiero a Europa parece poco realista en estos momentos. Actualmente Gazprom no puede redirigir el gas extraído de los yacimientos de Siberia occidental y los de la península de Yamal a países fuera de Europa y Turquía. No existen interconexiones de gas que le permitan exportar estos volúmenes a mercados asiáticos como China. El único gasoducto existente a través del cual Gazprom puede exportar gas a China es el puesto en marcha en diciembre de 2019, Power of Siberia, que no está conectado a la red de gas del oeste de Rusia.

Gazprom planea construir un nuevo gasoducto de exportación de Rusia a China a través de Mongolia, Power of Siberia 2, que permitiría exportar 30 bcm de gas al año desde los yacimientos de Siberia occidental. Sin embargo, a pesar de los acuerdos preliminares alcanzados con Mongolia y China al respecto, aún no existen acuerdos vinculantes ni contrato alguno para suministrar gas a China por esta vía. El segundo contrato existente para el suministro de gas de Rusia a China, celebrado en febrero de 2022, se refiere a pequeños volúmenes (10 bcm al año) de gas extraído de la isla de Sajalín. Incluso si Rusia y China consiguen poner en marcha nuevos proyectos de gas, los responsables políticos europeos no tienen por qué alarmarse. Si China aumentara sus importaciones de gas ruso, podría reducir sus compras de GNL de otros lugares, ofreciendo así a los clientes europeos la posibilidad de aumentar las compras de GNL.

Actualmente Gazprom no puede redirigir el gas extraído de los yacimientos de Siberia occidental y los de la península de Yamal a países fuera de Europa y Turquía

Los planes de Gazprom de crear una supuesta alianza gasística con Kazajstán y Uzbekistán —una propuesta que el presidente Vladimir Putin presentó en noviembre de 2022— tampoco tienen mucha importancia. Estos países tienen sus propias reservas de gas, lo que significa que sus importaciones de Rusia se limitarían probablemente a pequeñas cantidades. Así lo confirma un acuerdo de dos años firmado en junio de 2023 entre Gazprom y el Ministerio de Energía de Uzbekistán para suministrar sólo 2,8 bcm anuales de gas ruso a Uzbekistán. Incluso si Gazprom aumentara el suministro a entre 4 y 10 bcm anuales —lo que algunos expertos rusos en energía consideran probable—, tales volúmenes son incomparables con los que suministraba anteriormente a Europa.

Moscú también está estudiando la posibilidad de utilizar Kazajstán y Uzbekistán como países de tránsito para las exportaciones de gas ruso a China, pero las perspectivas son inciertas. Los países de Asia Central están conectados a Rusia por la red de gasoductos Asia Central-Centro, pero la infraestructura es muy antigua y se ha utilizado principalmente para transferir gas de los países de la región a Rusia. No está claro si sería técnicamente viable utilizar el gasoducto para realizar envíos inversos desde Rusia a Kazajstán y Uzbekistán, y posiblemente más lejos, a China.

Rusia mantiene considerables exportaciones de GNL a la UE —que aumentaron de 16 bcm en 2021 a 22 bcm en 2022 y han crecido en la primera mitad de 2023—, pero es poco probable que aumenten significativamente. Rusia cuenta actualmente con dos terminales de exportación de GNL a gran escala que operan a plena capacidad, Yamal LNG en la península de Yamal y Sakhalin-2 en el Lejano Oriente, y pequeñas terminales de exportación en el oeste de Rusia, Cryogas-Vysotsk y la planta KS Portovaya, que se puso en marcha en otoño de 2022.

Pero el proyecto más prometedor de la cartera, la planta Arctic LNG 2, parece retrasarse. Novatek, el segundo mayor productor de gas de Rusia después de Gazprom, puso en marcha la primera línea de producción de la planta en julio, pero no se espera que alcance su plena capacidad de producción hasta el año que viene. Incluso una vez que la primera línea funcione a pleno rendimiento, el proyecto prevé dos líneas de producción más. Las sanciones tecnológicas occidentales pueden ser la principal razón de los retrasos, ya que Rusia no dispone actualmente de tecnología propia para construir plantas de GNL a gran escala. Novatek ha anunciado el desarrollo de su propia tecnología Arctic Mix, pero es difícil evaluar su eficacia por el momento.

La respuesta europea a la guerra del gas de Moscú ha tenido éxito hasta ahora, causando un daño irreparable al comercio energético ruso. La UE y sus Estados miembros deben seguir esforzándose por reducir permanentemente su dependencia del suministro de gas ruso, cooperando con proveedores alternativos y reduciendo el consumo total de gas. La Comisión Europea debería continuar con su mecanismo de compra conjunta de gas para contribuir a ello. Los países europeos también deberían mantener, sellar e incluso endurecer las sanciones contra Rusia en materia de tecnología energética, limitando o al menos dificultando los proyectos de GNL en Rusia. Por último, deberían seguir adelante con las propuestas incluidas en el borrador de conclusiones de la reciente cumbre del G-7 para imponer sanciones a las eventuales importaciones de gas a través de los gasoductos Yamal-Europa y Nord Stream 1, que quedaron fuera de servicio tras la invasión rusa de Ucrania.




*Análisis publicado originalmente en inglés en el European Council on Foreign Relations por Szymon Kardaś titulado "Ow goal: How Russia's gas war has backfired".

domingo, 30 de julio de 2023

Por qué la tecnología no nos está haciendo más productivos



Estamos utilizando la tecnología en el trabajo más que nunca, pero no nos está haciendo más productivos.

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 A menudo nos dicen que estamos en medio de una revolución tecnológica.

Que el mundo de las finanzas y del trabajo continúa transformándose y mejorándose gracias a las computadoras, el internet, comunicaciones y procesamiento de datos más veloces, la robótica y, ahora, la inteligencia artificial.

Resulta que hay un pequeño problema con todo esto: nada de eso parece reflejarse en los datos económicos.

Hay muy poca evidencia de que realmente toda esta tecnología nos esté haciendo trabajar mejor y más rápido.

En Reino Unido, entre 1974 y 2008, la productividad -la cantidad de producto que genera un trabajador- creció a un ritmo anual de 2,3%. Pero entre 2008 y 2020, el ritmo de productividad se desplomó a casi 0,5% por año.

Y en los primeros tres meses de este año, la productividad británica bajó 0,6% respecto al año pasado.

El panorama es similar en la mayoría de los países occidentales. En Estados Unidos, el crecimiento de productividad entre 1995 y 2005 fue de 3,1%, pero cayó a 1,4% entre 2005 y 2019.

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Los procesadores de computadora son cada vez más rápidos pero, ¿los estaremos usando para otras cosas que no sean el trabajo?

Parece como si siguiéramos atravesando un gran período de innovación y desarrollo tecnológico pero, al mismo tiempo, la productividad se ha ralentizado. ¿Cómo se puede explicar esta aparente paradoja?

Podría ser que, en vez de usar la tecnología para aumentar la productividad, la estemos usando para evitar el trabajo.

Eso incluye actividades como enviar mensajes a amigos por WhatsApp, ver videos en YouTube, discutir airadamente en Twitter o, simplemente, navegar distraídamente por internet.

También podría, por su puesto, haber otros factores mucho mayores.

La productividad es algo que los economistas observan cuidadosamente. Y, aunque es un asunto complicado, con el impacto negativo de la crisis financiera de 2008 y la actual inflación alta, se considera que hay dos explicaciones principales del por qué la tecnología no está impulsando la productividad.

La primera es que simplemente no estamos midiendo bien el impacto de la tecnología. La segunda es que las revoluciones económicas tienden a ser asuntos de fuego lento. De manera que, el cambio tecnológico está sucediendo, pero podrían pasar décadas antes de que podamos ver los beneficios completos.

“No hay nada que no use la tecnología digital, pero es difícil ver qué es lo que está pasando, porque nada de esto es visible en las estadísticas. Simplemente, no acumulamos datos de forma que nos pueda ayudar a entender lo que está sucediendo”, dice Diane Coyle, profesora de Política Pública de la Universidad de Cambridge, experta en medición de la productividad.

Por ejemplo, una compañía que solía invertir en sus propios servidores de computación y su departamentos de tecnología, ahora podría estar subcontratando ambos servicios a un proveedor que usa la nube y está radicado en el exterior.

La empresa que subcontra recibe el mejor software, con actualizaciones constantes, de manera fiable y barata.

Pero en términos de cómo medimos el tamaño de la economía, esta medida de eficiencia hace que la empresa parezca más pequeña, no más grande. Y ya no se le ve invirtiendo en esa área de su infraestructura tecnolígica, lo que antes se hubiera medido como parte de su crecimiento económico.

Coyle plantea un ejemplo de la revolución industrial del siglo XIX que ilustra cómo la productividad puede quedar por fuera de lo que registran las estadísticas.

“Tengo un maravilloso anuario de estadísticas en Reino Unido de 1885, son 120 páginas, casi todas sobre agricultura, y hay 12 páginas sobre minas y ferrocarriles y fábricas de algodón”, cuenta la experta.

Eso sucedió en la cima de la revolución industrial, el período de las llamadas “fábricas oscuras y satánicas”, sin embargo, 90% de los datos acumulados son de un viejo y cada vez menos importante sector de la economía, y sólo el 10% corresponde a lo que ahora consideramos uno de los cambios más importantes de la historia mundial.

“La manera en vemos la economía es a través de la lente de cómo era en el pasado, no como es hoy en día”, explica la profesora Coyle.

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La profesora Diane Coyle arguye que no estamos midiendo bien el impacto de la tecnología.

La otra razón es que la actual revolución tecnológica está ocurriendo más lento de lo que esperamos.

Nick Crafts es profesor emérito de Historia Económica en la Escuela de Negocios de la Universidad de Sussex, Reino Unido. Él señala que la enorme ola de cambios en el comportamiento económico que tendemos a creer que sucedió casi de la noche a la mañana, realmente tomó décadas, y eso mismo podría estar sucediendo ahora.

“El motor de vapor de James Watt fue patentado en 1769”, dice. “Pero el primer ferrocarril comercial importante, la línea de Liverpool a Manchester, se inauguró en1830, y la base de la red ferroviaria se construyó en 1850. Eso fue 80 años después de la patente”.

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El primer motor de vapor de James Watt, aquí en la imagen, se pantentó 61 años antes de la construcción del primer ferrocarril comercial.

El mismo patrón se puede observar con el uso de la electricidad. El tiempo que transcurrió desde el primer uso público del bombillo de luz en 1879 hasta la electrificación de países enteros y el reemplazo de la energía de vapor fue por lo menos 40 años.

Podríamos estar pasando por un intervalo similar en este momento, algo parecido a cuando el mundo estaba entre el punto máximo de la energía de vapor y el desarrollo total de la electricidad.

El país y las empresas que hagan el mejor y más rápido uso de la nueva tecnología van a ganar la carrera de la productividad. Esta, como ocurrió con el vapor y la electricidad, parece que se definirá no solo con la propia tecnología sino también cómo se utilice, adapte y explote; en otras palabras, qué tan hábil se es.

La profesora Coyle lo está viendo suceder. “Hay mucha evidencia ahora de que cualquiera que sea la compañía, hay una creciente divergencia entre aquellas que pueden usar la tecnología y aquellas que no”.

“Parece que si cuentas con personas altamente capacitadas, tienes una gran cantidad de datos y sabes cómo usar el software sofisticado, y puedes cambiar los procesos para que la gente pueda usar la información, tu productividad se va a disparar”.

“Sin embargo, en el mismo sector de la economía hay otras compañías que simplemente no pueden hacer eso”.

La tecnología no parece ser el problema, y en algunos casos tampoco es la solución. La alta productividad vendrá sólo para aquellos que aprendan a usarla mejor.


  • Jonty Bloom
  • Role,Periodista financiero
  • 29/07/2023
  • https://www.bbc.com/mundo/articles/c9xj7j301g5o

"El tiempo fluye de manera distinta en diferentes regiones del universo": Guido Tonelli, el famoso físico italiano que estudia el flujo del pasado, el presente y el futuro



Para el físico italiano Guido Tonelli, el tiempo "fluye de manera distinta en diferentes regiones del universo".

GENTILEZA


 En su libro “Tiempo: el sueño de matar a Chronos”, el físico italiano Guido Tonelli parte de la observación de la realidad inmediata que nos rodea, visible a nuestros ojos, de la exploración tanto de objetos astronómicos colosales como de lo muy, muy pequeño, buscando entender cómo funciona el flujo del pasado, presente y futuro.

"Consideramos el tiempo como un concepto abstracto porque somos objetos macroscópicos, viviendo en una especie de 'mundo intermedio', en el que el reloj parece fluir perfectamente y de la misma forma para todos", dice Tonelli, en entrevista con BBC News Brasil.

"Fenómenos muy peculiares ocurren cerca de grandes masas, como estrellas y agujeros negros, en cuyo entorno el espacio-tiempo se deforma y uno puede tener la impresión de que el tiempo pasa mucho más lento. De la misma forma todo es diferente en el mundo microscópico, el de los fotones, electrones y muones".

La lectura lleva al lector a imaginarse en estas realidades en las que no parecen aplicarse las mismas leyes naturales a las que estamos acostumbrados, las de la física clásica fundada por Isaac Newton a partir de estudios pioneros de la fuerza de la gravedad.

Al observar tanto los cuerpos gigantescos que pueblan el universo como los fenómenos que ocurren a escalas subnucleares, el pasaje armonioso del pasado al presente y al futuro se distorsiona, se hace añicos y se licua.

"El espacio y el tiempo se nos presentan como un par inseparable; no es un concepto abstracto, sino una sustancia material", escribe el autor.

El discurso de Tonelli se pone del lado de la mecánica cuántica y la relatividad, ciencias fundadas a principios del siglo pasado por nombres que ahora son icónicos, como el alemán Albert Einstein (1879-1955), el danés Niels Bohr (1885-1962) y el austriaco Erwin Schrödinger (1887-1961), tres premios Nobel por sus contribuciones en el campo que condujo a cambios en la forma en que percibimos el tiempo.

Esto quiere decir que Tonelli defiende, a través de la exposición de descubrimientos y experimentos científicos, la teoría de que el tiempo es, en sus palabras, un elemento material que “ocupa todo el universo, que vibra, oscila y se deforma”.

Es decir, no es un concepto creado por nosotros los humanos cuando creamos calendarios y similares. El espacio-tiempo, para la física moderna, corresponde a una especie de campo que permea todo el cosmos.

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Donde el tiempo pasa más lento

En su libro, el físico italiano, profesor de la Universidad de Pisa, no presenta teorías nuevas.

Como en su obra anterior, “Génesis: la historia del universo en siete días”, publcada en 2019, la habilidad de Tonelli radica en conducir al lector a través de la evolución de la comprensión que se tiene sobre una cuestión fundamental de nuestra existencia, no en revolucionar las ciencias con propuestas teóricas disruptivas.

Si en “Génesis” presentó los conceptos más modernos de la física para responder a la pregunta "¿cómo empezó todo?", en “Tiempo” la reflexión gira en torno a las preguntas fundamentales de “¿qué es el tiempo?” , "¿seremos capaces de derrotarlo algún día?", "realmente existe o es solo una ilusión?".

“El tiempo es una sustancia, un elemento material”, dice el científico.

“En nuestra vida cotidiana no vemos oscilar el espacio-tiempo. Pero la verdad es que el tiempo fluye de manera distinta en diferentes regiones del universo, ya que depende de la ubicación, en particular de la cantidad de masa alrededor.. ."

Tonelli es adepto a las alegorías. En el libro, imagina a físicos viajando hacia un agujero negro supermasivo.

Uno de ellos va en una nave a una distancia segura del agujero negro. La otra nave espacial, sin embargo, tiene la audacia de aventurarse a cruzar el límite del agujero negro, conocido con el término "horizonte de eventos". Este segundo científico, por tanto, se adentra en este fenómeno cósmico.

Al cruzar el horizonte de eventos, el tiempo parece seguir transcurriendo con normalidad para quienes se encuentran dentro de la nave. Sin embargo, si estos científicos transmitieran una señal de radio a sus colegas en la otra nave espacial, pasaría una eternidad antes de que se recibiera el mensaje.

En referencia al mundo exterior, mientras pasan unos segundos dentro del agujero negro, podrían pasar siglos e incluso milenios para alguien que esté, por ejemplo, en la Tierra.

"Al lado de los cuerpos supermasivos, el tiempo viaja proporcionalmente mucho, mucho más lento", explica Tonelli a BBC Brasil.

"En teoría, solo los tecnicismos nos impiden duplicar el tiempo a nuestro favor. Estoy seguro de que lo haremos algún día".

Tonelli relata cómo percibía el público a los físicos pioneros de los estudios de mecánica cuántica como Einstein: “En aquella época de la primera década del siglo pasado, estos científicos se hacían preguntas que, a los ojos del sentido común, parecían inútiles, como '¿por qué el fotón viaja a la velocidad de la luz, pero no más rápido?'. El mundo, sin embargo, estaba preocupado por otros temas, como el hambre y la inminencia de la Primera Guerra Mundial".

Tonelli defiende cómo estas bases científicas llevaron al desarrollo de innovaciones como los teléfonos móviles, los satélites, los rayos X y la energía nuclear.

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Tonelli imagina a físicos viajando hacia un agujero negro. "Al lado de los cuerpos supermasivos, el tiempo pasa proporcionalmente mucho, mucho más lento".

Como investigador, el físico italiano tiene experiencia liderando equipos en el Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas ubicado bajo tierra en la frontera franco-suiza.

Tonelli era uno de los principales científicos en ese lugar cuando se anunció el descubrimiento del bosón de Higgs, detectado en 2012.

“Cuando hay un descubrimiento científico de peso, nuestro mundo no cambia inmediatamente. Décadas después, sin embargo, ese mismo hallazgo suele conducir a revoluciones tecnológicas”, afirma Tornelli.

“Con la confirmación del bosón de Higgs ahora estamos seguros de que la masa de los objetos, ya sea estrellas o nuestro cuerpo humano, no es una certeza absoluta. Depende de la existencia de un campo, formado por los bosones, y que en teoría puede manipularse", añade el físico.

"Imagino que este descubrimiento podría conducir a un progreso increíble".

La NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, tiene un sitio web, Nasa Spinoff, que recopila los avances tecnológicos presentes en la vida cotidiana y que tienen su origen en la ciencia espacial realizada en sus laboratorios, resultado directo de la evolución de la física cuántica.

Se enumeran más de 2.000 productos, desarrollados desde 1976, en áreas como agronomía, transporte, generación de energía, medicina y tecnologías de la información, entre otras.

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Carlo Rovelli es autor del best seller de divulgación científica "Siete breves lecciones de física".

El origen del tiempo

Los antiguos griegos veían a Chronos (una deidad que personificaba el tiempo) como un titán.

El gigante devoraba a sus propios hijos por temor a una profecía según la cual uno de ellos lo destronaría. Pero uno de los hijos, Zeus, engañó al padre, quien comió una piedra envenenada. De esa forma Zeus mató a Chronos, el tiempo, y se hizo inmortal.

“En el pasado, el ser humano se veía a sí mismo como un ser frágil en medio de un cosmos eterno, compuesto por el Sol, las estrellas, los planetas, las divinidades inmortales”, dice el autor de “Tiempo”.

"Hoy sabemos que todo tiene un final. La energía del Sol, por ejemplo, se agotará dentro de unos miles de millones de años y nuestra estrella morirá".

Hace siglos, no teníamos las herramientas para medir con precisión distancias y pasos de tiempo que eran demasiado pequeños o demasiado grandes. La civilización recurrió así a la mitología y a la religiosidad.

Según la narración de la Biblia, por ejemplo, la creación del mundo habría tenido lugar el 6 de octubre de 3761 a. C.

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Tonelli: "Hoy sabemos que todo tiene un final. La energía del Sol, por ejemplo, se agotará dentro de unos miles de millones de años y nuestra estrella morirá".

Hoy la ciencia ha concluido que nuestra especie, la humana, surgió en África hace unos 300.000 años, como descendientes de otros primates.

Vivimos en la Tierra, un planeta que surgió hace 4.500 millones de años en el Sistema Solar.

Todos habitamos el mismo universo, que comenzó en una gran expansión, el Big Bang, hace 13.800 millones de años.

El espacio-tiempo, como campo y sustancia, habría nacido junto con el surgimiento de la masa y la energía en el cosmos”, agrega Tonelli.

¿Qué es el tiempo?

En su nuevo libro, el físico italiano no intenta una definición precisa de lo que es el tiempo, más allá de señalarlo como una sustancia y como parte de un campo omnipresente.

Sin embargo, hace referencias a científicos que exploran las teorías más modernas de la mecánica cuántica sobre el tema, como su compatriota y también físico, Carlo Rovelli.

Autor de bestsellers de divulgación científica, como “Siete breves lecciones de Física”, de 2015, en el mundo académico Rovelli, ahora de 66 años, es venerado por su investigación fundamental sobre la existencia de lo que él llama "gravedad cuántica de loop o bucle".

"Las teorías cuánticas se convertirán en parte de nuestra comprensión básica del mundo. Sin embargo, llevará tiempo para que eso suceda, ya que tomó más de un siglo que aceptaran el modelo heliocéntrico de Copérnico", dijo Rovelli en una entrevista con la revista Crusoé en diciembre, con motivo del lanzamiento en Brasil de su último libro, “El abismo vertiginoso”.

Rovelli es comparado frecuentemente por la prensa con el físico inglés Stephen Hawking (1942-2018), debido al éxito de sus obras de divulgación científica además de sus estudios propios junto a colegas de la mecánica cuántica.

Este físico también es conocido por su visión única sobre las propiedades del tiempo.

Rovelli saltó a la fama en 2012 por comenzar una charla en un evento TEDx con la declaración "el tiempo no existe".

Pero sí afirma creer en la existencia del tiempo. Simplemente no el tiempo al que estamos acostumbrados, con días, semanas y meses del calendario.

"Lo que llamamos tiempo no funciona como una característica real del universo", dijo.

En otro de sus libros, “El orden del tiempo”, de 2017, Rovelli explora las concepciones que ya tenía la humanidad sobre este elemento crucial de la realidad: desde Newton, quien teorizó dos formas de tiempo, y Einstein, para quien el espacio-tiempo resultaría de deformaciones del campo gravitatorio, hasta el estado actual de las investigaciones.

Para los científicos de la rama de Rovelli - cuyas teorías son reflejadas en los capítulos finales de “Tiempo”, en los que se abordan cuestiones sobre la entropía del universo- el tiempo es un elemento térmico.

En lugar de una medida cronológica, como se calcula en los calendarios, sería una variable resultante de la creciente entropía del cosmos, a lo largo de sus 13.800 millones de años de existencia.

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Para Rovelli, "lo que llamamos tiempo no funciona como una característica real del universo".

El final de todo

El subtítulo del libro de Tonelli, “El sueño de matar a Chronos”, hace referencia al deseo de vencer la mortalidad. Es una analogía con el mito griego que narra cómo Zeus alcanzó la divinidad envenenando al titán Chronos, su padre.

Sin embargo, a pesar de creer en la posibilidad de doblar y manipular el campo del espacio-tiempo, el autor no ve ninguna posibilidad de superar la mortalidad, como hizo Zeus.

Nada es eterno, toda estructura de materia, sea un ser humano, una estrella o una galaxia, es intrínsecamente frágil”, afirma el autor. "Tarde o temprano, todo termina".

Mientras que las partículas elementales, como el bosón de Higgs, tienen una duración muy corta, de ínfimas fracciones de microsegundos, las estrellas, los planetas y las galaxias permanecen en el cosmos durante miles de millones de años.

Pero al final, como teoriza la física moderna, incluso el universo algún día llegará a su fin.

Guido Tonelli defiende una teoría de la física moderna que ve al cosmos encerrándose en total oscuridad y frío.

Según esta tesis, la expansión cósmica, iniciada con el Big Bang, no cesará hasta que se rompa el propio campo del espacio-tiempo.

“Si la estructura del Universo ya no sustenta el espacio-tiempo, entonces será el verdadero fin de los tiempos, un Apocalipsis, pero contado por la física cuántica”, concluye.



  • Filipe Vilicic
  • Role,BBC News Brasil