PDD ha sustituido a Alibaba como líder en el comercio electrónico en China
- Ha perdido el 77% de su valor desde máximos y cotiza cerca del precio de la OPV
- Está inserta en una reorganización y los cambios de rumbo son una constante
El primer trabajo de Jack Ma, fundador del gigante tecnológico Alibaba, fue como profesor de inglés con un sueldo mensual de 15 dólares. Entonces, era difícil augurar que en 1999 acabaría fundando en su casa una empresa valorada en cientos de miles de millones de dólares. Lo que empezó como un portal para conectar en internet a compradores y vendedores acabaría siendo una megaempresa con 32 marcas (desde AliExpress a Cainiao). Aunque parecía que nunca iba a dejar de crecer, la firma cambió de trayectoria. Ahora atraviesa un bache e intenta reinventarse, así que los cambios de rumbo en la compañía son una constante.
Durante esta transición, Alibaba ha perdido su liderazgo en el comercio electrónico chino y una buena parte de su valor. PDD Holdings o Pinduoduo, matriz de Temu, otra web que vende de todo a precios muy competitivos, la ha destronado recientemente y ya es la más valiosa entre sus rivales. No es de extrañar, ya que la de Ma ha perdido el 77% en bolsa desde sus máximos de 2020 y, de hecho, ya cotiza muy cerca del precio inicial de su Oferta Pública de Venta (OPV). Es decir, sus acciones valen prácticamente lo mismo ahora que hace nueve años, cuando se estrenó en el parqué. El que fuera el mayor debut de la historia en la bolsa estadounidense es hoy un caso de decadencia.
En el declive de la empresa han tenido que ver varios acontecimientos. Uno de ellos, que ha pesado mucho en la historia reciente de la compañía, ha sido la presión regulatoria de China. Alibaba despertó recelos por su gran tamaño y alcance, lo que llevó a la administración a su escrutinio y a tomar medidas.
Por ejemplo, la sanción económica más elevada del país, una multa histórica de 2.800 millones de dólares por incumplir las normas antimonopolio. Tampoco pudo salir a bolsa Ant Group, una de sus filiales y la firma bajo la que está la mayor plataforma de pagos digitales del mundo, AliPay. Si los reguladores no hubieran suspendido su salida a bolsa, esta hubiera superado a la de su matriz, Alibaba. Además, se obligó a su fundador, Ma, a reducir su peso en AntGroup hasta un nivel insignificante y ceder el control.
Pero hay más casos. Ele.me, la firma de delivery del grupo, también se vio en aprietos, ya que Pekín obligó a este tipo de empresas a reducir las comisiones que se cobraban a los restaurantes por hacer las entregas de comida, lo que debilitaba los márgenes. Son algunas de las medidas que han ido poniendo coto al gigante de internet y a sus múltiples ramificaciones.
Alibaba tiene un gran abanico de negocios. Los más importantes son Taobao, un comercio electrónico de moda, tecnología o menaje, y Tmall, un mercado online que vende prácticamente todo tipo de categorías. El año pasado, el comercio en China aportó el 67% de los ingresos totales, mientras que el resto de divisiones suponen cada una menos del 10% de la facturación, según sus cuentas del ejercicio 2022. Son la nube, las plataformas de venta internacionales, como AliExpress o Lazada, los servicios al consumidor, como su Glovo, Ele.me, o su rama de logística. En total, tiene 32 marcas.
Pero su negocio principal no atraviesa tampoco su mejor momento. Los ingresos de su competidora PDD crecieron en su último ejercicio un 39% interanual, los de Alibaba, un 2%, según sus respectivas cuentas. La empresa de Temu está creciendo más rápido gracias a sus ofertas y al auge de las compras en directo vía redes sociales. La de Ma se ha quedado más rezagada en ese sentido y ahora intenta ponerse al día. Además, Pinduoduo duplica en rentabilidad a su rival con un margen neto del 30%.
En mayo, Alibaba lanzó un plan de tres años para que los canales de venta principales, Taobao y Tmall, se centraran más en los clientes, con un mayor peso en creación de contenidos en redes o más personalización. Asimismo, se anunció que las plataformas incorporarían inteligencia artificial (IA) para que la descripción, la presentación y la fotografía de los productos impulsase las ventas de los minoristas. En resumen, el gigante chino está invirtiendo para que sus canales online ganen usuarios.
Ayer miércoles, la firma ha anunciado que releva a la persona que está al frente de esa área. Será Eddie Wu, el consejero delegado, el que se situará al frente de Tmall y Taobao. Es un cambio más dentro de los constantes tumbos en la estrategia a los que últimamente acostumbra la empresa. De hecho, el actual CEO lleva meses en el cargo tras su sustitución por Daniel Zhang, que ocupaba el cargo desde 2015.
Aparte de sus propios giros de guion, tampoco está ayudando la ralentización económica o la crisis inmobiliaria en China. El deteriorado panorama macro ha alterado los hábitos de consumo a favor de los rivales de Alibaba. Los compradores están buscando las mejores ofertas y están analizando en gran medida la calidad-precio, especialmente, debido a que los consumidores de menores ingresos representan el 60% de la población, según un estudio de la firma de capital privado Bain sobre las tendencias de compra en el país. Temu está ahí mejor posicionada.
Otro de los problemas del gigante chino que le pasan factura en la actualidad es que quiso que su negocio estuviera centralizado, con una dirección y un control muy concentrados. Pero esa estrategia no ha funcionado en una empresa con tal variedad de servicios. Por eso, en marzo, la firma decidió dividirse en seis grupos para ganar "agilidad", como anunciaron entonces. El negocio de nube, comercio en China, servicios locales, logística, comercio internacional y medios digitales y entretenimiento. El planteamiento es una simplificación de la estructura para que se puedan tomar decisiones más rápidas.
Además, la reorganización pretendía atraer financiación en los distintos grupos y sacar a bolsa las marcas que estén listas para ello. De nuevo, era la idea inicial, aunque Alibaba no la va a ejecutar, por el momento. El mes pasado, la empresa confirmó que no es el momento de llevar al parqué a su supermercado Freshippo, ni tampoco su nube, Alibaba Cloud. En el primer caso, debido a las desfavorables condiciones del mercado y, en el segundo, por la incertidumbre que genera el veto de Estados Unidos a la exportación de chips punteros al país asiático.
También hace menos de un mes, Alibaba canceló otro proyecto, su laboratorio de investigación de computación cuántica, The DAMO Academy, que se ha clausurado. Era un centro de innovación que buscaba avances en nuevas tecnologías que se pudieran implementar en el sector. Su cierre implica la salida de la compañía de 30 trabajadores, una cifra insignificante en comparación con los 30.000 despidos que se han producido desde 2022, según Bloomberg.
Las idas y venidas del gigante chino revelan la inestabilidad que hay en la compañía y la incapacidad para emprender algunos de los cambios estratégicos que necesita. Pese a todo, lo que sí sigue en pie es el estreno bursátil de Cainiao, la de logística, en Hong Kong, según los registros de la SEC de septiembre.
Alibaba está intentando recuperar parte del terreno perdido a base de los numerosos cambios, pero está por ver adónde la conducen. Mientras tanto, la compañía presumía tras su reorganización de lo barata que está en bolsa difundiendo un comentario de Goldman Sachs. "Los analistas de la casa apuntan que Alibaba está cotizando con uno de los descuentos más pronunciados a nivel global respecto al valor neto de sus activos. Se espera que la división en seis ayude a cerrar esa brecha", comparten desde la firma para animar a los inversores.
15:38 - 21/12/2023
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