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¿Por qué tenemos muelas del juicio?
Se llaman así porque aparecen cuando ya somos mayores (y más sabios) y, en muchas ocasiones, dan quebraderos de cabeza. ¿Por qué salen, entonces?
Las muelas del juicio nos dan más quebraderos de cabeza que otra cosa, porque pueden modificarnos la dentadura y en algunas ocasiones es necesario quitarlas (lo que duele bastante hincha la cara y es un incordio, además de que tenemos que pasar por quirófano lo que nunca es agradable). Sin embargo, son muy parecidas al primer y segundo molar (son el tercer conjunto, en la parte posterior de la boca), aunque a veces pueden ser más pequeñas.
Son así llamadas porque aparecen las últimas, cuando ya eres mayor (entre los 17 y los 25 años) y se presupone que más sabio. Es decir, que puedes emitir juicios. Pese a ello, no le salen a todo el mundo y muchas personas tienen que quitárselas. Por lo tanto, parece más que natural preguntarse por qué las tenemos, igual que otras cosas que en principio parecen estar ahí para darnos molestias, como el apéndice.
Estudiando los dientes se puede conocer el pasado lejano, y también el presente.
Los humanos comparten muchas características con su familia más cercana, y esta es una de ellas: los monos, los gorilas y los chimpancés tienen muelas del juicio. Hace unos millones de años, los primeros ancestros humanos tenían mandíbulas y dientes más grandes que los humanos actuales. Por ejemplo, una especie llamada Australopithecus afarensis (la especie de la que viene el famoso especimen llamado Lucy) vivió hace aproximadamente hace tres o cuatro millones de años. Su mandíbula y sus dientes eran bastante más grandes y gruesos que los nuestros. Tenían tres grandes molares con esmalte espeso. Los cráneos fósiles de algunos de estos primeros humanos también muestran evidencia de poderosos músculos masticadores, indica Science Alert.
Se necesitaban mandíbulas y dientes más robustos porque los alimentos que comían los primeros antepasados humanos eran más duros
Los científicos tienen la teoría de que se necesitaban mandíbulas y dientes más robustos porque los alimentos que comían los primeros antepasados humanos, como la carne cruda y las plantas, eran mucho más difíciles de masticar que los alimentos actuales. Para llegar a estas conclusiones han observado distintas cosas como marcas y patrones de desgaste microscópicos en dientes fosilizados para descubrir qué pudieron haber comido los ancestros extintos.
Los alimentos de hoy son mucho más blandos que en el pasado debido a muchos factores, incluida la agricultura, la cocina y el almacenamiento de alimentos. Los alimentos más blandos y fáciles de masticar significan que los dientes tienen un trabajo menos desafiante. Como resultado, las mandíbulas humanas modernas han evolucionado para ser más pequeñas y las caras más planas que las de nuestros ancestros extintos, porque nuestras comidas no requieren los mismos dientes grandes y afilados que los de ellos.
Dados estos cambios, que tuvieron lugar muy lentamente a lo largo de millones de años, los terceros molares (muelas del juicio) podrían no ser tan importantes ahora como lo fueron antes.
Mucha gente no tiene
Alrededor del 25% de las personas, hoy en día, carecen por completo de al menos una muela del juicio, lo que significa que nunca se formó. Los científicos no están seguros de por qué ocurre esto, pero puede tener que ver con los genes que heredas de tus padres. Algunos científicos han argumentado que la falta de muelas del juicio es una ventaja para los humanos modernos, con mandíbulas más pequeñas. Sin duda, es más fácil colocar menos dientes en una mandíbula más pequeña.
Algunos científicos han argumentado que la falta de muelas del juicio es una ventaja para los humanos modernos, con mandíbulas más pequeñas
A veces, debido a la falta de espacio, las muelas del juicio pueden quedarse atrapadas dentro de la mandíbula y nunca salir por completo, o solo emergen parcialmente. La llamada muela del juicio impactada ocurre con más frecuencia en la mandíbula inferior que en la superior. En los casos en que las muelas del juicio sólo están parcialmente levantadas, las personas a veces pueden experimentar dolor, caries o inflamación de las encías, por lo que el dentista las extrae.
Pero por lo general no es necesario extraer las muelas del juicio si están completamente erupcionadas en la boca, colocadas correctamente y sanas.
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