sábado, 30 de julio de 2011

Algunas cuestiones para reflexionar en agosto


Foto from rtve.es

La temporada llega a su fin. Ya hace algo más de un año que ando por estas “tierras”, y en dicho período han salido algunas cuestiones interesantes. En parte por las noticias que nos han acompañado durante este tiempo, realmente movido, pero también por alguno de los grandes debates que ha surgido al calor de la actualidad. Para empezar no puedo más que dar las gracias a todos por su participación, por los apoyos, por las críticas, por lo bueno y por lo malo, pues sin lo uno no existiría lo otro. Gracias también a todas aquellas personas que he conocido durante este tiempo que altruistamente comparten su información, sugerencias o simplemente un intercambio de puntos de vista. Muy enriquecedor.
Por ello, ante el mes de agosto de reflexión que nos espera, me gustaría recordar algunos de los temas que más candencia pueden tener en los próximos meses. Resumen del pasado y cuestiones clave para el futuro.
El mundo y la economía. El mundo es esa tierra que pisamos, la economía como intentar darle el mejor uso. Cuando nacemos vemos lo intuitivo del “trueque con dinero” pero nadie nos explica que en realidad vivimos en un sistema basado en la deuda, en un mundo con cada día más deuda. Así, es imposible sentarse y observar, debemos levantarnos y ser cuanto más productivos mejor para sostener dicha carga. En caso contrario te caes. Es lo mismo que el crecimiento infinito en un mundo finito, dependemos de nuestra creatividad para conseguir cada día medios más eficientes reales, y el día que no lo consigamos… Estamos inmersos en un experimento que nadie sabe cómo acabará, aunque ciertamente también ha conseguido un desarrollo inimaginable no hace tantos años. Un interesante debate que nadie debate, claro que para eso habría que explicar primero a la gente de que va todo esto.
Lo que nos incumbe es que desde la finalización total del patrón oro en los años 70 las referencias monetarias se han roto. La referencia oficial es el IPC, así que mientras a la clase media no se le dé demasiado dinero en función de su productividad la liquidez puede ahogarnos creando burbujas aquí y allá. Parece ser que eso, al contrario que los precios al consumo, no es malo ya que nadie lo controla.
Para que haya dinero por un lado tiene que haber deuda por otro, así surgen las preguntas de si habremos hipotecado nuestro futuro, de qué mundo le damos a nuestros hijos y demás pensamientos de aguafiestas que no dan beneficio a nadie y por eso no se escuchan. El problema es que quizá esos “Pepito Grillo” tengan razón y esta crisis sea un aviso de ello. Quizá, quizá no, y no soy ambiguo es que nadie lo sabe a ciencia cierta.
Uno de los principales problemas con los que parece que habrá que lidiar en los próximos años serán las crisis fiscales, todo este futuro traído al presente entre otras cosas llenaba las arcas públicas. Ya no, hay déficits estructurales y a ver como lo resolvemos. En un primer momento más deuda, pero es posible que no sea suficiente y tenga que venir la austeridad, porque sí, porque no hay más remedio. Si eso afectase al crecimiento, piedra filosofal de este sistema, las cosas podrían ponerse complicadas. A quien pueda aplicarlas siempre le quedará algunas de las tretas de la “financial repression”.
Y hablando del rey de Roma, ¿qué me dicen del “quantitative easing”? Un término extraño, pero qué rápido lo hemos aprendido, ¿no? Efectos ha tenido varios, pero la pregunta es si los seguirá teniendo (Es decir, si tendremos más o no Habrá quantitative easing III… pero no ahora) y sobre todo si tendrá contraindicaciones (Las piezas del dominó mundial empiezan a tambalearse). Esto último sería especialmente preocupante ya que en 2007-2008 pudimos usar el gasto público, y también a unos amigos en la sombra que son los países emergentes tirando del carro. Lo primero es posible que ya no pueda ser, y lo segundo…
Allá por enero hablaba de un tema de esos que un día entran por la puerta y a nadie le llama la atención y al siguiente se convierten en inquilinos molestos: la inflación en los emergentes. La conclusión es que China era candidata, y lo fue. A partir de ahí, como bien saben algunos de los sufridos lectores de la sección, muchas líneas sobre el gigante asiático. Pero quizá de todas me quedo con uno de los primero artículos que escribí al respecto a principios de año, los escritos recientes muestra que las cosas idílicas no son. Siendo el emergente más importante creo que el futuro puede depararnos sorpresas en varios, sigan las curvas invertidas y el “hot Money” (este y este por ejemplo). Habrá más atención en el futuro sobre dicha cuestión.
Algunos hablan de tormenta perfecta, y como siempre digo no tiene porque ser así, pero síntomas latentes hay. En cualquier caso lo fundamental para nosotros será nuestro país, ese país estancado. Como ya hemos visto en varias ocasiones la posición inversora internacional, o la deuda externa neta, es muy negativa lo que nos llevará a realizar un esfuerzo ímprobo e importantes reformas si queremos salir del bache. Como estamos viendo la primera pata en romperse, a mayores del sistema financiero, están siendo las comunidades autónomas, y es que en este año tendrán que realizar “un ajuste presupuestario sin precedentes”. Habrá que luchar, habrá que hacer las cosas bien, y a ver si hay suerte. Mucho tenemos para reflexionar, espero que agosto les sirva para eso, para estar con los suyos y para hacer lo que más rabia les dé, que también es importante. Sean felices, nos vemos a la vuelta.

Por Las Perlas de Kike,  Kike Vázquez  from cotizalia.com  29/07/2011

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