miércoles, 27 de julio de 2011

Cómo se fabrica una leyenda urbana


Foto from leyendas-urbanas.webmisterio.com

La niña que espera en la carretera advirtiendo de un peligro, la mezcla de bebidas que produce cemento en el estómago o las dos horas de digestión. Todas son leyendas urbanas oídas una y otra vez. En el fondo son conceptos de éxito que se han fijado en la mente de las personas. ¿Cómo conseguir que sus ideas se entiendan, se propaguen y causen el efecto que busca?
Caramelos envenenados en las puertas del colegio, pastillas que caen en los vasos de los bares, tragar un chicle y que se quede pegado en el estómago. O refranes como más vale pájaro en mano que ciento volando, a perro flaco todo son pulgas. En el fondo son conceptos que han triunfado, o como las califican Chip y Dan Health son ideas que pegan.
Estos dos expertos -Chip es profesor de comportamiento organizacional en la Universidad de Stanford, y Dan es consultor e investigador- han titulado así su libro en el que tratan de explicar por qué algunos conceptos se graban en la mente de las personas, y en cambio otros, con un contenido más interesante y útil, son olvidados. ¿Por qué una profesora explica la II Guerra Mundial y a los tres meses sus alumnos recuerdan muy poco o por qué un jefe explica una estrategia, y al día siguiente los colaboradores no la aplican?
Ideas que pegan (LID Editorial) analiza cómo modelar estas para que se entiendan, se recuerden y causen un efecto duradero, modificando conductas, hábitos y opiniones del público en general, y de los miembros de su equipo, en particular. Estas pautas pueden servir para crear rutinas de trabajo o reforzar conceptos.
Los hermanos Heath estudiaron esas ideas contagiosas y se percataron de que seguían una serie de pautas, de rasgos comunes, que las hacen triunfar:
1.Simple: Despoje una idea de todo hasta llegar a su núcleo. Se debe dominar la técnica de la exclusión y priorizar.
2.Unívocamente inesperado: Para que el público preste atención debemos generar interés y curiosidad.
3.Concreto: Las ocurrencias contagiosas están repletas de ideas concretas porque el cerebro está diseñado para recordar datos concretos.
4.Creíble: Hay que conseguir que la gente compruebe lo que se plantee. Se trata de generar confianza.
5.Emotivo: La idea debe rodearse de un componente emotivo, porque los sentimientos inspiran y hacen que la gente se interese.
6.Sucesión de hechos: Acompañar la idea con historias para reforzar el recuerdo.
Aquí se parte de la premisa de que cualquiera que siga estos seis principios puede generar una idea contagiosa. En el ámbito de la empresa, un concepto brillante no sólo puede servir para vender un producto o hacer que triunfe un servicio. La idea que pega en el momento adecuado podrá hacer que su equipo esté más motivado, sea más productivo y mejore el clima laboral.
No obstante, Chip y Dan Heath también dirigen su atención al público receptor de la idea. Éste tiene que tener una serie de características para que el concepto cale. Así, debe conseguir que a quien vaya dirigido el mensaje:
1.Preste atención.
2.Comprenda y recuerde la idea.
3.Que le importe.
4.Sea capaz de actuar al respecto.
Si busca lanzar un mensaje estrella a su equipo, recuerde que tiene que sorprenderlos, simplificar el concepto, poner ejemplos contundentes y, sobre todo, inspirar a sus colaboradores.
Por Beatriz Elías  from expansión.com  25/07/2011

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