martes, 19 de julio de 2011

El Carmaggedon que no fue


Foto from blogs.elpais.com

Tres tormentas de nieve en apenas dos semanas se ganaron el nombre de Snowmaggedon. Fue hace dos inviernos en Washington. El nombre apocalíptico encajaba. Una ciudad relativamente acostumbrada a la nieve y que parece no aprender de circunstancias como aquella, acabó cerrando todas las oficinas gubernamentales durante una semana entera. No había forma de llegar a ellas.
Cuando las autoridades de Los Ángeles decidieron cerrar 16 km. de la autopista 405 durante 53 horas este fin de semana, recuperaron el lenguaje apocalípico. Han sido semanas de comunicados oficiales, comparecencias de autoridades y campañas publicitarias envueltas con la palabra “Carmaggedon”. “Stay the hell out of 405”. Es lo más claro que pudo ser el director del Departamento de Transportes de California sin meterse en problemas.
Medio millón de vehículos circulan al día por la 405. Las autoridades no podían ofrecer muchas alternativas a los ciudadanos de Los Ángeles, la ciudad del atasco permanente. El temor a que este fin de semana se produjera un caos permanente de tráfico -estimaron en cientos los kilómetros de atascos- obligó a las autoridades a pedir directamente que la gente se quedara en casa, saliera a comer en restaurantes locales y aprovechara para pasar tiempo con la familia.
Según los más pesimistas, podía convertirse hasta en un problema político. Los cortes de tráfico provocados por la última visita de Obama a la ciudad convirtieron trayectos de 45 minutos en atascos de tres horas y un enfado (proporcional) de los ciudadanos con el ayuntamiento.
“Carmaggedon es el nombre que los residentes de Los Ángeles están dando al inevitable y más que probable atasco histórico que se producirá este fin de semana”. “El temido tráfico de Los Ángeles está a punto de ser mucho, mucho peor”. “Si creen que ahora es un problema, el 16 y 17 de julio será una auténtica pesadilla”.
Así hablaron las autoridades. Pero no acertaron. O los ciudadanos de Los Ángeles son muy obedientes. O la estrategia del miedo funcionó.
Dennis S. Mileti, un sociólogo entrevistado por el diario Los Angeles Times, atribuye el éxito de la operación al trabajo de los medios de comunicación y las redes sociales. “El público no cambia de comportamiento por sí mismo. Se comporta según lo que perciben y la información que reciben”. No sabemos si el hecho de que las autoridades pidieran a famosos como Ashton Kutcher o Lady Gaga que twittearan a todos sus seguidores para convencerles de que se quedaran en casa, o que había verdadero pánico a quedarse atrapado en un atasco, pero el cierre de la 405 va camino de ser un éxito.
Y como siempre en Estados Unidos, alguien ve la oportunidad de negocio donde menos lo esperábamos el resto de los mortales: menús especiales, descuentos, bebidas, masajes, visitas a parques naturales, entradas a museos... por 4.05 dólares o 40.5, en honor a la autopista que pudo provocar el caos.
Y alguien que lo llevó al extremo. El Carmaggedon fue la excusa perfecta para promocionar los vuelos interurbanos dentro de Los Ángeles. La compañía Jet Blue creó la campaña “Sobrevuela la 405”. Por cuatro dólares cada trayecto se podía volar de un aeropuerto a otro de la ciudad y evitar así el rodeo de más de tres horas -esa era la estimación- por el cierre. Los 600 billetes disponibles se agotaron en menos de tres horas. 600 billetes para un vuelo de 20 minutos que apenas recorrería 50 kilómetros.
Y quien lo vio como una provocación. ¿Qué mejor que retar a un avión? Tom Vanderbilt, editor de transporte de Slate, escribió en Twitter: “Teniendo en cuenta el tiempo de viaje, controles de seguridad y retrasos, me apuesto a que alguien puede ir de Burbank a Long Beach en menos tiempo que el avión”.
Entonces no sabía ni cuál sería la ruta, escribió después de la carrera, pero la conversación despegó en la red social y horas después la competición estaba organizada. Los usuarios de Twitter cronometraron, comentaron y celebraron la competición como no hicieron con la etapa del día en el Tour de Francia. Y hoy Vanderbilt es uno de los personajes del Carmaggedon. Los ciclistas vencieron al tráfico, a Jet Blue y al Carmaggedon que no fue.

Por: Cristina F. Pereda  from blogs.elpais.com  17/07/2011

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