viernes, 1 de julio de 2011

La crisis económica llega a los Juegos Olímpicos


Foto por REUTERS from elconfidencial.com

ROMA ES LA ÚNICA CIUDAD QUE HA CONFIRMADO QUE QUIERE LOS DE 2020.
Se agota el plazo. El próximo 29 de julio los Comités Olímpicos de las ciudades que aspiren a ser sede de los Juegos de 2020 deberán presentar al Comité Olímpico Internacional (COI) una notificación de las fechas propuestas para los Juegos y sendas cartas en las que se comprometa a someterse a las decisiones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y a las reglas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), requisitos imprescindibles para poder dar forma a la candidatura Olímpica. Pues bien, a día de hoy solo la ciudad de Roma ha presentado credenciales y aspira, por tanto, a la organización de la cita de 2020, algo extraño cuando se llegó a hablar de hasta seis ciudades europeas y alguna africana como aspirantes a los Juegos que sucederán a Río de Janeiro.  
¿Qué ha pasado para que algo tan recurrente para que la clase política sacara pecho se haya convertido en algo secundario o peligroso desde el punto de vista económico? ¿Tendrá algo que ver la crisis económica que atraviesan muchos países? ¿Han dejado los Juegos de ser negocio?
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Roma, la única en pedir los Juegos de 2020
Lo cierto es que el panorama deportivo se está clarificando. A menos de un mes para la presentación de candidatos, Roma es la única ciudad que ha expresado abiertamente hasta ahora su intención de pedir los Juegos de 2020. Lo que en otras carreras olímpicas aparecían candidatos debajo de las piedras, la ciudad italiana es la única que ya ha presentado credenciales, desafiando a los problemas económicos que atraviesa Italia. Tras la elección de Río de Janeiro en octubre de 2009, Berlín, París, Bakú, Budapest, Busan, Copenhague, Delhi, Guadalajara, Hamburgo, San Petesburgo, Toronto, Bucarest, Praga, Venecia, Kuala Lampur, Hiroshima o diversas ciudades de Estados Unidos se pronunciaron como posibles ciudades candidatas, pero la realidad dice que tan solo Roma lo ha hecho de manera oficial.
Algunos gobiernos como el de Estados Unidos, Japón o Rumanía frenaron en seco las aspiraciones de alcaldes y Comités locales por problemas económicos. Algo parecido sucedió con Durban, gran favorita para dar cobijo a los Juegos de 2020, pero a la que frenó en secó el Gobierno sudafricano de Zuma. El gasto que realizó el país en infraestructuras, en total, fue de más de 4.000 millones de euros (se incluyen gastos en aeropuertos y otras infraestructuras). Sudáfrica se encuentra ahora con algunos de los mejores estadios de fútbol del mundo, pero sin posibilidad alguna de utilización, gastando 7,1 millones de euros en su mantenimiento. Zuma no quiere que se repita lo vivido tras el Mundial y ha zanjado cualquier posibilidad de organizar los Juegos.
La crisis económica que tiene presa a medio mundo está llevando a los Gobiernos y Ayuntamientos a no ir tan alegremente a concursos de altos riesgos como supone organizar un evento de la magnitud de unos Juegos. Para 2012, Londres tuvo como rival a Madrid, París, Nueva York y Moscú, pero antes no superaron el corte del CIO La Habana, Estambul, Leipzig y Río. En 2016, la ciudad brasileña luchó contra Madrid, Tokyo y Chicago, pero antes cayeron Praga, Bakú y Doha. Ahora y a un mes del inicio de la carrera, tan solo Roma ha presentado credenciales, algo que solo sucede desde Los Ángeles 1984.
Así, los juegos de Munich y Montreal resultaron un desastre financiero; en el caso de Montreal, de 1.200 millones de dólares. Sus ciudadanos siguen pagando el agujero, 30 años después, con impuestos especiales. Por el contrario, Los Ángeles y Seúl ofrecieron abultados beneficios, tal y como sucedió con Sidney y Pekín (se habla de 180 millones de euros de beneficio). El lado más oscuro de las últimas citas olímpicas corresponde con Atenas, que al doblar el presupuesto inicial (se llegó a los 11.000 millones de euros) dio importantes pérdidas que recayeron en el Ejecutivo griego.

Por José Félix Díaz  from elconfidencial.com  30/06/2011