martes, 5 de julio de 2011

La economía se recupera, sus ciudadanos no


Foto from charlesgoyette.com

En Estados Unidos se usa el término “jobless recovery” para definir las recuperaciones económicas en las cuales el empleo tarda mucho en recuperarse o bien lo hace a un ritmo excesivamente moderado. Pues bien, según el último estudio al respecto publicado por la Northeastern University (Boston, Massachusetts) debemos modificar ligeramente el término, ya que según ellos la actual Gran Recesión no solo ha provocado una recuperación mala para el empleo, también para los salarios, por lo que la denominan “jobless and wageless recovery”. ¿Alentador, no?
En un artículo llamado “The Wageless, Profitable Recovery” el New York Times se hace eco del estudio, que pueden ver en su integridad aquí. ¿Qué ocurre con el empleo, con los salarios y quién se está “recuperando” realmente en EEUU? Comencemos por el principio, el PIB sí se recupera. Según el análisis, que trabaja con datos constantes desde 2005, éste pasa de 13’36 billones de dólares en el cuarto trimestre de 2007 a tocar fondo con 12’81 billones. Posteriormente aumenta situándose actualmente según los últimos datos del primer trimestre de 2011 en 13’44 billones de dólares. Recuerdo que los datos son constantes desde 2005, por tanto sin inflación y por tanto no coincidirían si mirásemos ahora los valores nominales en una tabla.
Podríamos pensar según esto que la famosa recuperación “en V” se ha producido y por ello tener una visión muy optimista de la actual situación. Pero no todo va tan bien… no, algunas cosas fallan. ¿Por ejemplo? Pues como se podrán imaginar por lo dicho hasta ahora, el mercado laboral. Los niveles de empleo siguen estancados en los niveles más bajos a pesar de la “recuperación”, siendo especialmente acusado entre jóvenes, inmigrantes y en general personas sin educación superior. Todo este proceso, muy similar al caso español, provoca que la producción por hora trabajada aumente de forma notable, es decir, la productividad.
En la tabla pueden ver los datos de la actual recuperación, desde su mínimo en el 2º trimestre de 2009 hasta el 1º de 2011, comparándolo con los 7 trimestres siguientes de las anteriores recuperaciones. El resultado es inquietante, tras cada nueva crisis el “jobless recovery” parece más acusado, por lo que seguramente no estemos ante algo puntual sino estructural.
Es más, la actual crisis es la primera desde la Segunda Guerra Mundial que no consigue mejorar el número de ocupados totales sietes trimestres después de terminar la recesión oficialmente.
¿Qué está ocurriendo entonces? Si el PIB crece, si la productividad mejora, ¿a dónde va todo eso? No a los salarios desde luego, ni viendo la remuneración por hora real, ni mirando a las remuneraciones mensuales reales, ni observando a los trabajadores “full time” se ven mejoras. Los resultados son en todos los casos planos o negativos.
¿Dónde entonces? La siguiente gráfica nos sacará de dudas, muestra el aumento del PIB, el aumento de los beneficios empresariales en términos de PIB y lo mismo con las remuneraciones a los empleados.
A finales de 2010 si el PIB había mejorado en 528 mil millones de dólares, 464 pertenecían a los beneficios empresariales y solo 7 a sueldos y salarios. Es decir, un 88% del actual crecimiento es debido a las empresas, solo un 1% debido a sus trabajadores. Es más, si miramos el primer trimestre de 2011 (que fue realizado con datos provisionales), el porcentaje se incrementaría a 92% por 0%. ¿Curioso, no?
El estudio afirma que la total ausencia de beneficios para los trabajadores en una recuperación económica es algo sin precedentes en la historia. La ausencia de creación de empleo unido al estancamiento de las remuneraciones son los causantes de este “resultado devastador” según el informe.
Es de esta forma como se produce la paradoja de que el PIB crece, los beneficios empresariales crecen +39.6%, el Dow Jones sube +45.8%, el S&P500 aumenta +44.3% mientras los trabajadores miran tristes como todo sube menos el bienestar que ellos ven delante de sus narices. Quién nos iba a decir que la economía pasaría de un día para otro a esto, a ser otra cosa distinta a la vida real de los ciudadanos.
Ahora bien, ¿hasta dónde llegará este “experimento”? Y aquí volvemos nuevamente a la sostenibilidad de la actual recuperación económica. Se ahorran costes y además algunas empresas se ven muy beneficiadas por la actual coyuntura, por ejemplo por un bajo dólar quien exporte o por el precio de las materias primas una petrolera. Pero, ¿es esto sostenible? ¿Se puede seguir ganando más y más a costa del personal o de factores coyunturales?
Los beneficios empresariales, a pesar de su expansión y salud en anteriores trimestres, parecen no tan vigorosos en conjunto como anteriormente. De ahí que del 2º trimestre de 2010 al 4º del mismo año haya solo una pequeña mejora y de este último al 1º de 2011 un estancamiento. ¿Ha tocado techo el sistema? Algo puede haber.
Todo esto no se trata de “keynesianismo barato” ni de echar la culpa a nadie. Mucha gente opina que si los sueldos no aumentan el consumo no aumenta, y entonces difícilmente puede mejorar la economía. Y es cierto, lo que ocurre es que los salarios no pueden mejorar porque sí. Supongamos que doblamos los sueldos de todos los trabajadores de un país, porque sí, porque hay que mejorar la demanda agregada. Al mes siguiente la mitad de las empresas estarían cerradas. ¿Sería eso positivo? Por supuesto que no.
La única forma de mejorar los sueldos de forma real es que la productividad de un país mejore, y de ahí que sea clave en estos días de globalización que vivimos medidas encaminadas a ello, por eso no podemos permitirnos una clase política que parece vivir un siglo atrás en el tiempo con sus propuestas o decisiones.
Por otra parte pudiese parecer que las empresas se están lucrando a costa de los trabajadores. Bien, seguramente se dé un proceso asimétrico en las remuneraciones, creciendo por debajo de lo normal en tiempos malos, pero la mayoría vamos en el mismo barco. Una PYME vive en gran parte de la capacidad de compra de los consumidores, por lo que si a los trabajadores no les va bien a ellas tampoco. ¿Podemos culpar por otra parte a una multinacional que tiene que competir con los costes de otras multinacionales? O con lo mínimo haces lo mejor o caes. Sí, se llama globalización, es compleja, no sabemos lo que pasará con ella y eso nos inquieta. Pero por difícil que sea salir adelante, mientras esto siga así solo hay una forma de conseguirlo: levantarse, intentarlo y hacerlo lo mejor posible.

Por Las Perlas de Kike, Kike Vázquez  from cotizalia.com  04/07/2011