miércoles, 14 de diciembre de 2011

El viaje definitivo por la mítica Ruta 66


Foto from viajeruta66.com


El volumen colectivo ‘Bienvenidos a la Ruta 66’ recorre la popular vía norteamericana de principio a fin. El texto analiza su influencia en la cultura, el cine o la música de EE UU, pero también nos lleva hacia geografías legendarias como el Gran Cañón del Colorado, el Desierto Pintado o las cuevas de Meramec, lugar donde se refugió el forajido Jesse James.
“La 66 es la ruta de la gente en fuga, refugiados del polvo y de la tierra que merma, del rugir de los tractores y de la disminución de la propiedades, de la lenta invasión del desierto hacia el norte, de las inundaciones que no traen riqueza a la tierra y le roban lo que pueda tener (…) La 66 es la ruta madre, la ruta de la huida”.

Así retrataba el escritor John Steinbeck la carretera interestatal más famosa de Estados Unidos en su libro Las uvas de la ira. Es sólo un pequeño ejemplo de la influencia en la cultura de esta vía que comunica Estados Unidos de costa a costa, de Chicago a
Los Ángeles.

Ya no es, desde luego, la vía de transporte que fue hace unas cuantas décadas, aunque todavía sea un itinerario muy utilizado por turistas y curiosos que quieren empaparse de la experiencia estadounidense.

Establecimientos de restauración decorados con luces de neón, peculiares espectáculos en los márgenes de la carretera, una gastronomía propia y las múltiples referencias a la interestatal en el cine y la música han convertido a la 66 en un lugar mítico.

El libro Bienvenidos a la Ruta 66 recopila alguno de estos
lugares en una guía para viajar por esta peculiar senda y no perderse lo más significativo.

Comer en ruta
Aquellos que se adentren en la vía más famosa de Estados Unidos tendrán la posibilidad de probar algunos platos típicamente norteamericanos. Los más golosos pueden degustar las galletas de azúcar, elaboradas con el famoso sirope de arce en el Funks Grove de Illinois, o las tortitas de maíz azul que sirven en el Sled Dog Inn, de Flagstaff, Arizona.

Los que prefieran algo más consistente pueden preparar su estómago para los Burritos de chile al estilo del Gran Cañón, o degustar el No es el pastel de carne de tu madre, que puedes pedir en el Bagdad Café de California, el mítico lugar donde se rodó la película homónima de Percy Adlon. Eso sí, la mayoría de los platos de esta ruta no son los apropiados para una dieta hipocalórica.

Atracciones kitsch
No obstante, lo importante en la Ruta 66 es disfrutar de algunos de los parajes más inequívocamente americanos que se encuentran cerca de la carretera, como el Gran Cañón del Colorado, el famoso Desierto Pintado, El Bosque Petrificado o atravesar lo que fue territorio indio.

Sin embargo, los amantes de lo kitsch y lo freak tendrán otras atracciones igual o más estimulantes, como las cuevas de Meramec, el lugar donde se refugiaron los forajidos
Frank y Jesse James; la enorme ballena azul de CaToosa, Oklahoma, o el gran cráter que dejó un meteorito hace más de 5.000 años en Meteor City, Arizona.

Carretera del rock
Si hay una carretera roquera esa es la Ruta 66. Sin embargo, la primera canción verdaderamente grande dedicada a la popular vía no pertenecía a este estilo, sino al jazz. El actor y compositor Bobby Troup inmortalizó su viaje por la interestatal en el tema (Get Your Kicks On) Route 66. Tras el músico norteamericano también lo registraron Nat King Cole,
Bing Crosby y Perry Como.

No obstante, la canción quedaría como un clásico del rock gracias a la versión que interpretó
Chuck Berry en 1961. Desde entonces, la han tocado artistas como The Rolling Stones, Jerry Lee Lewis, los Them, de Van Morrison, The Replacements o The Cramps, entre otros.

En la gran pantalla
La Carretera Madre, como es conocida, también ha dejado su huella en la gran pantalla. El Old Trail, un puente construido en la famosa carretera, aparece en Las uvas de la ira, uno de los clásicos de
John Ford basado en la popular novela de Steinbeck. Es sólo un ejemplo de la importancia de La Ruta 66 como escenario cinematográfico.

Sus polvorientas carreteras y sus peculiares garitos han servido de decorado para películas como Rain Man, Carretera al infierno, Easy Rider, Carretera asfaltada en dos direcciones, Breakdown o Kill Bill: Volumen 2.

Ahora sólo queda que el lector de Bienvenidos a la Ruta 66 siga los consejos del libro y realice una parada en alguno de los lugares del itinerario.
Por  Julio Vallejo | aviondepapel.tv   from lainformacion.com  13/12/2011

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