LOS CONFLICTOS PUEDEN AUMENTAR EN UN 50%
La exposición a un aumento de la temperatura a corto plazo hace que aparezcan comportamientos violentos.
Una subida anual de la temperatura en África de sólo 0,4 grados provocaría un aumento de la violencia intergrupal de un 14%.
¿Qué tienen en común la Revolución Francesa, la Guerra Civil Española o la I Guerra Mundial? Aparte de los millones de muertos, propios de todas las grandes guerras, los tres conflictos estallaron en verano. No cabe duda de que podríamos hablar de una simple coincidencia, pero numerosos científicos creen que la subida de las temperaturas está directamente relacionada con la aparición de conflictos, una hipótesis que no es novedosa pero que un estudio de gran envergadura publicado hoy en la revista Science apuntala con contundencia.
Según los investigadores, de las universidades de Princeton, Cambridge y California, los cambios climáticos están fuertemente vinculados a la violencia, una relación que se puede observar durante toda la historia –los científicos han explorado la vinculación desde el 8.000 a.C– y en todo el mundo. Basta un pequeño cambio en la temperatura, o la aparición de lluvias inesperadas, para que se incremente sustancialmente el riesgo de conflicto. Y es algo que sigue ocurriendo hoy en día.
Aunque en la última década se han publicado numerosos trabajos sobre la relación entre clima y violencia, las investigaciones provienen de campos de investigación muy diferentes: climatología, arqueología, economía, ciencias políticas, psicología… El objetivo de los autores del estudio, el más grande hecho hasta la fecha sobre el asunto, era ofrecer una visión de conjunto sobre el tema. Para ello han revisado 60 artículos científicos, han recolectado todos los datos y los han reunido en un marco estadístico común. “Faltaba una imagen clara de lo que las investigaciones en conjunto podían decirnos”, explica Solomon Hsiang, profesor de políticas públicas en la Universidad de California en Berkeley y autor principal del estudio, en la presentación del mismo. “Los resultados han sido sorprendentes”.
La temperatura, el factor más importante
Para determinar la relación entre clima y conflicto los investigadores dividieron estos en tres categorías: violencia interpersonal (violaciones, asesinatos, asaltos o agresiones de género), violencia intergrupal e inestabilidad política (guerras civiles, revueltas, violencia étnica, invasiones…) y colapsos institucionales (grandes cambios gubernamentales o caída de civilizaciones).
Tras revisar los datos, los investigadores observaron que los tres tipos de conflictos aumentan en relación a los cambios climáticos, aunque son los conflictos intergrupales los que mantienen un vínculo más fuerte. Existe una relación entre los distintos fenómenos meteorológicos y la aparición de conflictos pero, sin duda, es el aumento de las temperaturas el que más influye. La totalidad de los 27 estudios que se han realizado para estudiar la relación entre temperatura y conflictos llegaron a la misma conclusión: la subida de temperaturas está directamente relacionada con el aumento de la violencia.
“A menudo creemos que la sociedad moderna es en gran medida independiente del medio ambiente, dado los avances tecnológicos, pero nuestros hallazgos desafían esta idea”, asegura Edward Miguel, profesor de economía medioambiental de la Universidad de California en Berkley. Basta un pequeñísimo aumento de temperatura para que los conflictos aumenten de una manera preocupante. El impacto, como es lógico, no es igual en todas partes del mundo. De hecho, uno de los grandes logros del estudio es que sus autores han creado un modelo estadístico con el que se puede calcular la relación entre clima y violencia en cada parte del mundo. Por ejemplo, una subida anual de la temperatura en África de tan sólo 0,4 grados centígrados provoca, según el modelo, un aumento de la violencia personal de un 4% y un aumento de la violencia intergrupal de un 14. En EEUU tendría que subir la temperatura 3 grados en un mes para que el aumento en la violencia fuera similar.
Una evidencia estadística, múltiples explicaciones
Como ocurre con muchos estudios estadísticos, los científicos saben a ciencia cierta que existe una relación entre clima y violencia, pero no pueden explicar a qué se debe. “Estamos en la misma posición que los médicos en 1930”, asegura Hsiang. “Encontraron una clara evidencia estadística de que fumar tabaco causaba cáncer de pulmón, pero no pudieron explicarla hasta muchos años después. Del mismo modo, podemos observar que los cambios climáticos causan conflictos, pero todavía no podemos explicar por qué ocurre esto”.
Esto no quiere decir que los investigadores no mantengan diversas hipótesis. “Por ejemplo”, cuenta Hsiang, “sabemos que los cambios climáticos moldean las condiciones económicas existentes, sobre todo en las economías agrarias, y hay estudios que sugieren que la gente tiene más tendencia a empuñar las armas cuando la economía se deteriora, en parte para mantener sus medios de subsistencia”.
Pero los investigadores creen que no sólo hay razones económicas –las más habituales para explicar el fenómeno– sino también psicológicas, que explicarían por qué el cambio de temperatura también hace que aumente la violencia en sociedades que no dependen en demasía de la agricultura. “Los estudios que relacionan el aumento de temperaturas con el auge del crimen en Estados Unidos y otras sociedades ricas sugieren que las respuestas psicológicas al clima son importantes. La exposición a un aumento de la temperatura a corto plazo contribuye a la aparición de comportamientos agresivos y violentos”, explica Burke.
El cambio climático: un desafío a gran escala
Aunque los autores reconocen que un cambio en el clima no explica por sí sólo la aparición de conflictos, en los que influyen multitud de razones, creen que es una relación que deberíamos tener muy en cuenta, máxime cuando tenemos evidencias de que las temperaturas aumentarán sensiblemente en el futuro.
“Nuestros resultados arrojan nueva luz sobre cómo el clima futuro da forma a las sociedades humanas”, asegura Burke. “Los hallazgos del estudio sugieren que un aumento de la temperatura global de 2 grados centígrados podría aumentar la tasa de conflictos intergrupales, como las guerras civiles, en más de un 50 por ciento en muchas partes del mundo”.
Si queremos evitar eventos violentos en el futuro, aseguran los investigadores, deberíamos buscar maneras de que las altas temperaturas y las lluvias no nos afecten tanto. Lo que no podemos dar por hecho es que el calentamiento global no va a tener un impacto en este sentido, pues todos los cambios climáticos han afectado a las sociedades, y nada indica que hayamos avanzado lo suficiente como para vivir al margen de las inclemencias.
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