Los bancos centrales desde Indonesia a Brasil están
intensificando sus esfuerzos por combatir las precipitadas caídas en sus monedas
y proteger sus vulnerables economías, conforme los inversionistas retiran dinero
de los mercados emergentes.
El creciente papel que las autoridades de políticas
monetarias están ejerciendo en el mercado cambiario aumenta la incertidumbre en
los mercados financieros, que ya están teniendo dificultades para asimilar un
crecimiento económico volátil y el posible fin de las políticas de estímulo de
la Reserva Federal.
El jueves, el banco central de Turquía subastó US$350
millones de sus reservas, cumpliendo así su promesa de realizar ventas diarias
para apuntalar la lira. El banco central de Brasil dijo que subastaría US$500
millones en swaps cuatro días a la semana hasta fin de año. Se prevé que el
presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, anuncie hoy un "paquete de
medidas" para estabilizar la economía.
De estos tres, sólo Brasil ha frenado la depreciación de
su moneda, y el real cotiza 0,6% al alza, en 2,4359 frente al dólar, saliendo
así de un mínimo de cuatro años. La rupia indonesia se disparó por encima de
11.000 por dólar por primera vez en cuatro años, mientras que la lira turca cayó
a un mínimo de 1,9972 frente al dólar, cerrando 0,7% a la baja el jueves.
Las rápidas devaluaciones de estas y otras monedas son
síntomas de una retirada generalizada de los mercados emergentes, que ha
provocado un colapso de los precios de las acciones y los bonos en todo el mundo
en desarrollo. Los inversionistas se están desprendiendo de activos que
impulsaron los mercados desde la crisis financiera, a medida que las economías
desarrolladas repuntan y la expansión de muchas economías emergentes se estanca.
Se espera que este giro llegue a un punto crítico tan pronto como septiembre,
cuando la Reserva Federal de EE.UU. podría dictaminar que la economía
estadounidense se encuentra suficientemente saludable para comenzar a reducir el
programa de ayuda que ha inyectado dinero barato al sistema global financiero
durante cuatro años.
La publicación el miércoles de las minutas de la última
reunión de la Fed no logró cambiar mucho las expectativas de los inversionistas.
Las acciones de los mercados emergentes volvieron a hundirse el jueves. El
índice compuesto PSE de Filipinas descendió 6% después de que los mercados
abrieron por primera vez desde el pasado viernes. La bolsa de Indonesia cayó 9%
esta semana y la de Turquía 8%.
Conforme el dinero vuelve a fluir hacia las economías
ricas, los países en desarrollo enfrentan la interrogante de cómo seguir
financiando su crecimiento económico y pagar sus deudas. Una moneda más débil
puede ayudar en ese frente, al estimular las exportaciones. Pero también puede
provocar inflación, que ya es considerada demasiado alta en países como Brasil e
India.
Algunos países ya han quemado muchas de sus reservas en
moneda extranjera con pocos resultados. Turquía ha gastado 15% de sus reservas
este año, mientras que las de Indonesia han caído 24% desde su punto máximo. Las
reservas en 21 economías emergentes monitoreadas por Nomura han disminuido en
US$153.000 millones desde su cúspide del segundo trimestre, lo que implica un
nivel de gasto que no se había visto desde 2008, señaló el banco.
Los inversionistas dicen que los bancos centrales han
tenido más éxito moderando las grandes oscilaciones de las divisas que
intentando lograr un determinado tipo de cambio. "No todos los bancos centrales
están intentando defender y fortalecer sus monedas activamente", apuntó Yacov
Arnopolin, un gestor de portafolio de deuda de mercados emergentes en Goldman Sachs Asset
Management, que gestiona US$849.000 millones. "Hay bancos centrales que quieren
reducir la volatilidad".
Arnopolin está apostando que el dólar se fortalecerá
frente a la mayoría de las monedas en mercados emergentes.
Los bancos centrales aún tienen algunas herramientas
disponibles, indican los inversionistas. El de Turquía es uno de los pocos que
elevó las tasas de interés esta semana y la mayoría ha evitado imponer controles
de capital, restricciones que hacen que sea más difícil sacar efectivo del país.
Ambas medidas tienen sus desventajas. Los controles de
capital pueden causar enormes fugas cuando son levantados. Las alzas en las
tasas de interés pueden poner trabas al crecimiento. Pero la mera amenaza de
cualquiera de estas medidas puede ser eficaz, señalaron los inversionistas.
Algunos gestores de fondos ven la oportunidad de volver
a invertir en activos de mercados emergentes, que han experimentando muchas
ventas, con lo que apuestan que las autoridades monetarias tendrán más éxito
cuando se estabilicen los mercados.
Aun así, los expertos dicen que, mientras la Fed no dé
el siguiente paso, la trayectoria para la mayoría de las divisas de los mercados
emergentes es aún más baja, independientemente de lo que intenten hacer los
bancos centrales.
Por ERIN MCCARTHY y LAUREN DAVIDSON Katie Martin, Jake Lee y Chiara Albanese August 22, 2013, 8:39 p.m. ET
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