La decisión de la Casa Blanca de cancelar una reunión del
presidente Barack Obama con su homólogo ruso, Vladimir Putin, volvió a poner en
el primer plano las tensiones entre estos dos países.
En los últimos días, el principal asunto que ha generado un desacuerdo entre
Washington y Moscú es la decisión de este último de ofrecerle asilo al
informante Edward Snowden, pero este tema está lejos de ser la única espina en
las relaciones bilaterales.
Entre otras cuestiones, hay divergencias profundas sobre la solución al
conflicto en Siria, Estados Unidos ha criticado a Rusia en temas de derechos
humanos, Rusia ha acusado a Estados Unidos de interferencia política y los dos
países no se ponen de acuerdo sobre un sistema de defensa.
Parece que las relaciones están en el punto bajo de una montaña rusa, el
término con el que frecuentemente se describen los vínculos entre los dos
países.
Lo interesante es que hace unos años, éstas estaban en la otra punta de la
montaña: durante el primer gobierno de Obama, él y su entonces homólogo, Dimitri
Medvedev, anunciaron el "reinicio" de las relaciones, un evento que celebraron
comiendo hamburguesas y papas fritas cerca de la capital estadounidense.
Y sí hubo ciertos progresos: Obama prometió apoyar a Rusia en su ingreso a la
Organización Mundial del Comercio, que ocurrió tras 18 años de negociaciones; se
forjó cierta cooperación en países como Afganistán y Corea del Norte; y los dos
firmaron un tratado de armas nucleares para limitar el número de ojivas.
Pero en los últimos meses y ya con Putin de regreso en la presidencia rusa,
las diferencias son las que han ocupado la mayoría de titulares y hay voces que
indican que ese "reinicio" necesita un nuevo empuje.
El asilo a Edward Snowden
Desde que el informante Edward Snowden dejó Hong Kong para instalarse
temporalmente en un aeropuerto de Moscú, su caso se convirtió en una piedra en
el zapato para los vínculos bilaterales, a pesar de que ambos países indicaron
que no querían que éstos se vieran afectados.
La divergencia es clara: mientras Washington ha buscado la extradición de
Snowden para que enfrente a la justicia por la filtración de secretos de Estado,
Rusia decidió otorgarle asilo por un año luego de varias semanas en que estuvo
en el limbo.
La Casa Blanca dijo estar profundamente decepcionada por esa decisión de
Moscú y desde entonces pensó en la conveniencia de llevar a cabo la reunión que
finalmente se canceló este miércoles.
Así lo dejó claro en el comunicado en que anunció la cancelación: "La
decisión decepcionante de Rusia de otorgarle asilo temporal a Edward Snowden
también fue un factor que consideramos para evaluar el estado actual de nuestra
relación bilateral".
La clave está en la palabra "también", pues deja entrever que si bien hay un
claro desacuerdo sobre Snowden, no es el único asunto que preocupa a
Washington.
Y, para algunos analistas, ni siquiera es el más importante. BBC Mundo
conversó con David Kramer, quien fue subsecretario de Estado asistente para
temas de Rusia y hoy dirige la organización Freedom House.
Kramer considera que Snowden es menos importante que otros dos asuntos: los
problemas en temas de derechos humanos y las dificultades para ponerse de
acuerdo sobre una solución en Siria.
Derechos humanos
En el comunicado, la Casa Blanca mencionó que una de las trabas al progreso
bilateral son los temas relacionados con los derechos humanos y la sociedad
civil y, en opinión de Kramer, este es el asunto clave.
En términos generales, los funcionarios estadounidenses han criticado con
frecuencia a Rusia por sus supuestos abusos a los derechos humanos y por lo que
consideran es un creciente autoritarismo del gobierno.
Rusia, por su parte, argumenta que Estados Unidos está interfiriendo en las
políticas de Moscú para afectar al gobierno de Vladimir Putin.
Así, ha habido decisiones de parte y parte en los últimos meses que han
generado más de un enfrentamiento.
El Congreso de Estados Unidos, por ejemplo, adoptó en diciembre del año
pasado una ley que le permite al país retener las visas y congelar los activos
financieros de funcionarios rusos que se cree pueden haber estado involucrados
en violaciones de derechos humanos.
Rusia respondió prohibiéndoles a los estadounidenses adoptar huérfanos rusos.
También anunció un veto a los estadounidenses que ellos consideran han violado
los derechos humanos y suspendió las actividades de organizaciones sin ánimo de
lucro que reciben dinero de Estados Unidos.
Otro tema de discordia fue la nueva ley rusa que prohíbe la publicidad de los
derechos homosexuales en los eventos públicos, así como muestras públicas de
afecto entre personas del mismo sexo.
Este martes, en una entrevista televisiva, el presidente Obama dejó clara su
posición al respecto, al decir que no tiene "paciencia con los países que
intentan tratar a los gays, lesbianas y transexuales en maneras que los
intimidan o los hieren".
El conflicto en Siria
La clara divergencia de posturas entre Estados Unidos y Rusia es uno de los
temas que ha impedido a la comunidad internacional tener un rol más activo en
las soluciones al conflicto sirio.
Rusia, por un lado, quiere mantener sus lazos históricos y económicos con
Siria, una amistad que se remonta a los tiempos de la Unión Soviética y que
incluye una relación comercial y militar en la que Siria se nutre de armas rusas
y Rusia utiliza una base naval siria en Tartus.
Por el otro, Moscú no ha querido dejar pasar la oportunidad de demostrar que
su posición privilegiada puede ayudar a solucionar lo que la comunidad
internacional no ha podido resolver por otros medios.
Estados Unidos, por el contrario, se ha puesto claramente del lado de la
oposición y en junio, la Casa Blanca anunció por primera vez la entrega de ayuda
militar directa.
Obama tomó esa decisión después de que su administración concluyó que las
fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad estaban usando armas químicas, algo
que Rusia dijo que no era "convincente".
Las diferencias entre Estados Unidos y Rusia han sido particularmente
evidentes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde ambos tienen un
puesto.
Así, Rusia ha vetado en varias ocasiones resoluciones de este organismo para
ayudar a poner fin al conflicto armado.
Sistemas de defensa y control de armas
Pero así como Kramer considera, al hablar con BBC Mundo, que los temas
principales de disputa son los derechos humanos y el conflicto en Siria, otro
analista, Kevin Ryan, cree que el tema de fondo se refiere a los sistemas de
defensa y el control de armas.
Ryan es el director de los proyectos de defensa e inteligencia en el centro
Belfer para la ciencia y los asuntos internacionales de la Universidad de
Harvard, y argumenta en diálogo con BBC Mundo que este asunto es clave, sin
demeritar a Snowden y Siria.
De hecho, la Casa Blanca, en su comunicado de este miércoles, mencionó el
tema en un lugar destacado.
En 2011, el tratado New Start entró en vigor con el objetivo de limitar el
número de ojivas atómicas que pueden tener Estados Unidos y Rusia, pero hace
algunas semanas, en un discurso en Berlín, Obama pidió más esfuerzos para
reducir los arsenales.
El presidente dijo que confiaba que su país podría mantener su seguridad y
simultáneamente reducir su capacidad nuclear en un tercio, y también pidió que
se redujera el número de ojivas tácticas en Europa.
Pero el viceprimer ministro de Rusia, Dimitri Rogozin, dijo que Moscú "no
puede tomar esas garantías seriamente" mientras Estados Unidos toma decisiones
sobre el desarrollo de sus sistemas de defensa militares.
En particular, hay un tema espinoso: la idea de vieja data de Estados Unidos
de construir sistemas de defensa antimisiles en Europa Central para protegerse
contra un eventual ataque de Irán o Corea del Norte, que Rusia considera están
demasiado cerca de su territorio.
Hace un año, por ejemplo, Rusia dijo que estaba preparado para usar "fuerzas
destructoras preventivas" si Washington seguía adelante con sus planes.
En marzo de este año, sin embargo, el secretario de Defensa de Estados
Unidos, Chuck Hagel, canceló la fase final del sistema de defensa, con el
argumento de que había problemas de desarrollo y recortes presupuestales.
Sin hacer referencia a las objeciones rusas, Hagel prometió que, más allá de
la cancelación, los aliados de la OTAN en Europa no se verían afectados en su
nivel de protección gracias a las las primeras tres fases del programa.
Rusia y Estados Unidos han tenido un conflicto por los sistemas antimisiles
desde la época de George W. Bush. Obama canceló los planes de su antecesor de
tener una red de bases en Polonia y la República Checa, pero presentó una nueva
arquitectura de defensa en Europa, considerada más completa que la anterior y
que originalmente tenía cuatro fases.
Rusia, por su parte, comisionó un sistema de radares en su enclave de
Kaliningrado capaz de monitorear lanzamientos de misiles.
Thomas Sparrow BBC Mundo, Washington (@bbc_sparrow) actualización: Miércoles, 7 de agosto de 2013
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