Conforme se intensifican los temores sobre la deuda de China, la carga que
supone pagar esos préstamos podría convertirse en el detonante que convierta el
crédito desmedido en un lastre para el crecimiento económico y un motivo de
estrés financiero.
Pocas áreas ilustran mejor estos apuros que el antiguo sector industrial,
donde las acereras y hornos de cemento estatales siguen tomando dinero prestado
y expandiéndose pese a que aumenta su sobrecapacidad. Debido a que las deudas
son grandes y las ganancias pocas, algunas empresas, como la siderúrgica estatal
Shougang Group, están recurriendo a créditos nuevos para pagar los antiguos,
según Dagong Global Credit Rating Co.
Shougang Group declinó ofrecer comentarios.
A nivel nacional, los 4 años y medio de crecimiento desenfrenado en el
crédito han incrementado significativamente la carga de la deuda de China. Los
préstamos pendientes de empresas y hogares ascendieron a 170% del Producto
Interno Bruto al final de 2012, frente a 117% en 2008, según datos del Banco de
Pagos Internacionales (BPI). La cifra de 2012 para Estados Unidos era de 157%.
Partiendo de una tasa de interés promedio de junio de 6,9% sobre los
préstamos por pagar y un cumplimiento de pago a lo largo de los próximos 10
años, los pagos de intereses y de capital principal en la deuda de empresas y
hogares actualmente representan alrededor de un tercio del PIB de China. Al
final de 2007, cuando estaba a punto de estallar la crisis financiera, el
coeficiente del servicio de la deuda en EE.UU. era de 21% del PIB, una cifra que
se mantuvo prácticamente inalterada al final de 2012, según el BPI.
Hay pocas señales de una crisis inminente. Los niveles de deuda incobrable en
los bancos de China son bajos. El alto índice de ahorro significa que los
depósitos bancarios siguen acumulándose, y una cuenta de capital muy controlada
dificulta la salida de los fondos.
Además, Beijing cuenta con varias herramientas para lidiar con los problemas.
En muchos casos, tanto los prestamistas como los prestatarios son propiedad del
Estado. La deuda del gobierno central es pequeña.
Sin embargo, incluso sin crisis, los costos en alza del repago de deuda
siguen amenazando con ahogar el crecimiento, que ya roza un mínimo de 20 años.
Si el dinero se utiliza para pagar la deuda, las empresas no pueden invertir
tanto y los gobiernos locales podrían tener que limitar sus gastos en servicios
públicos cruciales. Las empresas y gobiernos muy endeudados son más propensos a
caer en cesación de pagos, especialmente si la expansión económica se sigue
desacelerando.
Eso debilita incluso a un sector financiero atribulado que podría tener que
frenar la concesión de préstamos si las deudas incobrables se acumulan. Los
créditos bancarios ya se han duplicado en tamaño desde fines de 2008.
El alza en las tasas de interés, que podría producirse como respuesta de un
aumento en la inflación o de una liberalización del sector bancario por los
reguladores, exacerbaría la presión.
Dados los niveles existentes de deuda, un aumento de un punto porcentual en
las tasas de interés agregaría casi dos puntos porcentuales del PIB a la carga
anual de repago de deuda.
Una fisura clave es la capacidad de pago de los gobiernos locales de China.
Desde la crisis financiera de 2008, las municipalidades en todo el país se han
endeudado fuertemente para financiar un frenesí de inversión en carreteras, vías
férreas y aeropuertos. Ya que muchos de esos proyectos generan pocos o ningún
retorno a corto plazo, el pago es un desafío y algunos gobiernos locales están
asumiendo más deuda para pagar préstamos existentes.
Al final de 2012, Kunming Transport Investment Co., uno de varios vehículos
de financiación para el gobierno de Kunming, una ciudad al suroeste de China,
había asumido 37.900 millones de yuanes (US$6.145 millones) en deuda, más que
todos los ingresos tributarios de la ciudad, según China Chengxin International,
una firma de calificación de crédito. Dado que las ganancias de Kunming
Transport son apenas suficientes para cubrir los pagos de intereses, "la carga
de la deuda es pesada", indicó Chengxin en un informe de calificación de deuda.
Kunming Transport declinó ofrecer comentarios.
En el sector corporativo, son las firmas en la industria pesada —acereras
como Shougang, fundidoras de aluminio y hornos de cemento— las que han acumulado
algunas de las deudas más cuantiosas.
Los datos de FactSet, un proveedor de información financiera, muestran que la
deuda neta para firmas en el sector escaló a 30 veces las ganancias netas en
2012, frente a 10 veces en 2011, debido a que la deuda siguió creciendo y las
ganancias se desplomaron.
Además, parece que China está cosechando menos frutos del dinero prestado. El
crédito se expandió cerca de 20% interanual en el primer semestre, mientras que
el PIB creció solo 7,6%. Un posible motivo: la nueva deuda se está usando para
pagar el interés de préstamos en lugar de emplearse para inversiones
productivas.
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