lunes, 19 de agosto de 2013

Un nuevo orden surge en el sector financiero, pero ¿cuál es?

 
 
 
Wall Street está batallando para definirse a sí mismo.
 
Los mercados y los modelos empresariales, sin mencionar la economía mundial y la política monetaria de Estados Unidos, andan sin timón, lo que dificulta el trabajo de los capitanes de la industria para trazar un camino.
Uno de ellos recientemente lamentó la inhabilidad de definir el momento. Tuvimos la era de la abundancia, me dijo refiriéndose al auge de crédito que empezó en 2000 y se extendió hasta 2007, seguido por la era de la crisis. ¿Ahora qué?
Una especie de un orden nuevo está surgiendo para la banca y las finanzas pero no es lo que mi interlocutor y sus colegas tenían en mente. Una nueva "era de regulación" está naciendo de las cenizas del colapso de 2008.
 
Mire alrededor. En las últimas semanas, las autoridades de valores en Estados Unidos han estado trabajando horas extra. Desde los cargos contra SAC Capital Advisors LP sobre el presunto uso indebido de información privilegiada hasta el caso contra el ex operador de Goldman Sachs Group Inc., Fabrice Tourre, por engañar a inversionistas en un acuerdo en medio de la crisis.
No se trata solo de investigaciones. Los creadores de las reglas también han estado ocupados.
En las últimas semanas, una estricta propuesta sobre cuánta deuda pueden mantener los bancos en su balance tomó a los ejecutivos e inversionistas por sorpresa; y un grupo bipartidista de senadores estadounidenses propuso restablecer las divisiones entre la banca de inversión y la banca minorista.
La pregunta sobre si esta lluvia de casos judiciales y regulaciones es algo bueno o malo es irrelevante. Los ejecutivos, empleados e inversionistas tienen que lidiar con una nueva realidad de organismos de supervisión más firmes y poderosos. La cuestión más importante es si la tendencia durará y cómo influirá sobre el comportamiento de Wall Street.
 
En el frente de la implementación de leyes, probablemente estamos llegando al final de un ciclo intenso en la historia de las agencias de supervisión. Pero la promulgación de políticas y reglas seguirá adelante por unos cuantos años.
Existen factores técnicos que explican la racha de acciones postcrisis (las investigaciones de delitos toman tiempo) y la razón por la cual pronto podrían parar: los reguladores están trabajando contrarreloj ya que deben actuar dentro del plazo de cinco años que aplica a muchos casos.
No es coincidencia que en el año fiscal 2012, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC por sus siglas en inglés) alcanzó el mayor número de acuerdos por acciones de implementación desde 2007, como lo demuestran los datos de la consultora Nera. Pocos prevén que la cifra —y los cerca de US$3.000 millones que la SEC extrajo en multas y otras infracciones el año pasado— sea igualada este año, simplemente porque el ciclo de aplicación de las leyes se está terminando.
 
Por otro lado, la redacción de reglas sigue adelante a medida que los reguladores estadounidenses tratan de terminar su tarea con la ley Dodd-Frank, que reforma la regulación financiera, y buscan puntos comunes con sus colegas en el exterior en temas espinosos como niveles de capital y el tamaño óptimo de los bancos.
¿Cambiará esto para bien la forma en que Wall Street opera?
Sheila Bair, que dirigió la Corporación Federal de Seguros de Depósitos durante la crisis, recuerda que se sorprendió por el tono adverso que los bancos asumían a menudo al lidiar con la agencia. "Es un choque de culturas. Veían al gobierno como cualquier otra contraparte", dice Bair, ahora una asesora en Pew Charitable Trusts.
Sin embargo, Mary Schapiro, ex presidenta de la SEC, cree que la implementación más dura está teniendo impacto.
 
 
"Aunque hubo un tiempo en el que las multas eran el costo de hacer negocios, este es menos el caso ahora", apunta Schapiro, ahora directora gerente en la consultora Promontory Financial Group. "Con el tiempo, los costos de no cumplir con las reglas se están volviendo tan significativos que las firmas tienen que poner atención".
La regulación, la política y las consecuencias no deseadas son compañeros incómodos. Pero a medida que Wall Street busca una razón de ser, lo tendrá que hacer bajo la mirada de un alguacil más agresivo.
 
 
Por FRANCESCO GUERRERA August 16, 2013, 6:07 p.m. ET

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.