lunes, 2 de diciembre de 2019

El pequeño gran gesto de Lady Di que cambió la lucha contra el sida

Foto: Lady Di, saludando a un enfermo de sida. (Getty)

Lady Di, saludando a un enfermo de sida. (Getty)


La princesa de Gales visitó un hospital y tendió su mano desnuda a un enfermo de sida cuando aún se les trataba como apestados. La fotografía se convirtió en un icono



“Si alguien de la familia real puede darle la mano a un enfermo de sida en un hospital, alguien en una parada de bus o en un supermercado puede hacer lo mismo”. John O’Reilly, un enfermero del Hospital Middlesex de Londres, celebraba uno de los gestos más profundos que realizó Diana de Gales durante su vida. Fue en abril de 1987 y aquel pequeño gran acto iba a definir a la princesa para siempre.
Llegó al citado centro hospitalario rodeada de cámaras y se dirigió al ala donde estaban los enfermos de sida. Entonces, el VIH era como un demonio y los enfermos, homosexuales en su mayoría eran apartados de la sociedad como si estuvieran poseídos. Lady Di se acercó a la cama del enfermo y le dio la mano, una mano desnuda, sin guantes ni perifollos, y esa imagen dio la vuelta al mundo. Un pequeño paso para una mujer, un gran paso para la humanidad: cambió la actitud de la sociedad frente a los enfermos de sida.
La foto icónica del saludo de Lady Di a un enfermo de sida. (Getty)
La foto icónica del saludo de Lady Di a un enfermo de sida. (Getty)
“Sabía que el sida era una de las cosas que muchos querían ignorar y parecía un reto desesperanzado. Sabía que la falta de entendimiento sobre esa nueva enfermedad estaba creando situaciones peligrosas mezcladas con la homofobia”, declaró el príncipe Harry, su hijo pequeño, hace tan solo dos años, en una gala por la lucha contra el sida. “Cuando en abril le dio la mano a un hombre 32 años enfermo de sida, delante de las cámaras, sabía exactamente lo que estaba haciendo. Estaba usando su posición como princesa de Gales -la mujer más famosa del mundo- para retar a todo el mundo a educarse a sí mismo, encontrar su compasión y llegar a aquellos que necesitaban ayuda en lugar de echarlos”.

"Lo necesitan"

“El sida no hace peligrosas a las personas, puedes darles la mano… y un abrazo -dijo la princesa en una conferencia en 1991-. El cielo sabe que lo necesitan”. Tras aquel primer apretón de manos y el loco trasiego mediático que provocó, la princesa de Gales amplió sus gestos. Consciente de la trascendencia de sus actos, dio más manos, dio abrazos, besos y caricias a todos aquellos enfermos que años antes habían visto como, además de estar a punto de perder su vida, habían perdido casi todo en ese fatal camino.
Diana de Gales, saludando a otro enfermo. (Reuters)
Lady Di dedicó parte de su vida a tareas humanitarias y una de las más peliagudas fue el sida. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante de la enfermedad, fue descubierto en 1983 por un investigador francés. Su vía de transmisión, sexual y sanguínea -además de perinatal, de madres-, provocó que fuera una enfermedad rodeada de escándalo. La comunidad gay y los adictos a la heroína fueron los más afectados por una dolencia que por fin ya no es mortal. Sí lo era entonces, y los enfermos sufrían dolorosamente antes de morir. El desconocimiento provocó pánico y quienes padecían la enfermedad se convertían en apestados. Muchos no querían tocar siquiera algo que hubiera tocado un enfermo. De ahí, la gesta de la princesa.
“Diana fue la mejor embajadora para la lucha contra el sida del planeta y nadie podrá llenar jamás su vacío en término del trabajo que hizo”, declaró a su muerte, en 1991, Gavin Hart, presidente del National AIDS, organización de lucha contra la enfermedad en Gran Bretaña.

En agonía

Dentro de esa campaña que inauguró en 1987 con la visita al Middlesex Hospital, destaca también su visita, en 1991, pocos meses antes de su muerte, a Casey House, en Toronto. Allí vivían 12 enfermos de sida, postrados en sus camas, muchos en agonía. Algunos familiares ni siquiera se atrevían a tocarlos, menos a abrazarlos, por miedo a contagiarse y sufrir el mismo destino. Lady Di estuvo varias horas en aquella casa, de habitación en habitación, de cama en cama, agarrando las manos de los enfermos y charlando con ellos con cariño.
El príncipe Harry, en el Conferencia Mundial sobre Sida, en 2018. (Reuters)
El príncipe Harry, en el Conferencia Mundial sobre Sida, en 2018. (Reuters)
“El sida estaba considerado una enfermedad gay. Para alguien que formaba parte de la familia real y era una mujer, heterosexual, preocuparse de personas del otro lado fue un regalo increíble”, ha declarado Elton John, cantante, icono gay y amigo íntimo de la princesa.
El príncipe Harry heredó de su madre las tareas solidarias de la lucha contra el sida. “Quería conocer a aquellos que morían, no como una estadística, sino como personas”, dijo en una entrega de premios el año pasado. “El año antes de la muerte de mi madre, el primer tratamiento antirretroviral se desarrolló para el VIH y el sida. Ella no vivió para ver cómo se ha convertido en un tratamiento disponible que salva vidas en Reino Unido y alrededor del mundo”.

Qué estaría haciendo ahora

“Muchas veces me pregunto qué estaría haciendo ahora para seguir con su lucha contra el sida y el VIH si estuviera todavía entre nosotros”, dijo Harry. Y aunque murió hace ya más de 25 años, su legado sigue vigente y los resultados de aquella icónica imagen se mantienen en el tiempo.
Aquel primer gesto de Lady Di en un hospital, convertido en símbolo, logró que quienes padecían sida fueran vistos como lo que eran, personas enfermas, nada más. Y así, la lucha contra esa enfermedad se convirtió en una lucha global que cada año avanza y mejora la calidad de vida de quienes la padecen.
La princesa Diana charla con artistas antes del Concierto por la Esperanza, en Londres. (Reuters)
La princesa Diana charla con artistas antes del Concierto por la Esperanza, en Londres. (Reuters)


Silvia Taulés
01/12/2019

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