domingo, 21 de junio de 2020

DÍA MÁS FELIZ DEL AÑO ‘Yellow Day’: ¿Te hacen feliz las mismas cosas que antes de la pandemia?


Yellow Day: ¿Te hacen feliz las mismas cosas que antes de la pandemia?


Un estudio realizado en el Reino Unido pone de manifiesto que las semanas que los trabajadores decían sentirse felices su productividad aumentaba en un 13% (Shutterstock)

Claves para pasar de la felicidad hedonista a la eudaimonia y lograr una felicidad más armónica y duradera



Señalado en el calendario como el día más feliz del año por un equipo de psicólogos y meteorólogos, hoy se celebra el llamado Yellow Day . Un antídoto al Blue Monday , por así decirlo, que tiene lugar el tercer lunes de enero. En este 20 de junio elegido como Yellow Day confluyen diversos factores benéficos, resultado de una fórmula en la que se tienen en cuenta la cantidad de horas de sol, que influyen positivamente en nuestro estado de ánimo, el incremento de las temperaturas, la cercanía de los planes de vacaciones, y, para los más afortunados, de la paga extra. Un cóctel de circunstancias que, según los autores de la fórmula, levantan el ánimo de la mayoría.
“Sin embargo, tras una pandemia mundial como la provocada por la Covid-19, esta fórmula ya no funciona”, afirma Sol Sánchez, profesora de mindfulness, coach y fundadora de Conscienthia, quien explica: “La sociedad ha comenzado a valorar otras cosas. Los cambios sociales que ha impuesto el virus han obligado a la sociedad a parar y a revisar toda su escala de valores. Preguntarnos qué es lo realmente importante en nuestras vidas, qué es lo que verdaderamente nos hace felices”.

La pandemia y el confinamiento han hecho que muchas personas examinen su concepto de felicidad
La pandemia y el confinamiento han hecho que muchas personas examinen su concepto de felicidad (Xavier Cervera)

La pandemia ha puesto patas arriba las creencias y prioridades de muchas personas, que todavía están gestionando los efectos y consecuencias del confinamiento, algo en lo Sánchez coincide al señalar: “Nos dimos cuenta de que había cosas que dábamos por sentadas. La salud, la estabilidad financiera, el contacto entre personas, el ir y venir, la libertad de movimiento… aspectos que, por su cotidianidad, nos pasaban casi desapercibidos. Se suele decir que no valoramos las cosas lo suficiente hasta que no las tenemos y, desde luego, esta dosis de realidad nos lo ha puesto blanco sobre negro”, añade.
Las circunstancias recientes también nos han hecho reexaminar nuestra idea acerca de la felicidad. Muchas personas se han dado cuenta a marchas forzadas de que parte de su vida estaba enfocada, quizá sin tener demasiada conciencia de ello, en buscar una felicidad externa, también llamada por los especialistas “felicidad hedonista”.
La felicidad hedonista está ligada al consumo de objetos y servicios, y tiene la particularidad de que siempre está ideando el siguiente paso: cuando conseguimos una cosa enseguida pensamos en la siguiente, en una espiral infinita. Una satisfacción o felicidad más bien frágiles o irreales, puesto que la espiral sigue creciendo y creciendo, otorgándonos, como mucho, sensaciones de satisfacción efímeras que nunca terminan de llenarnos.

Espiral de insatisfacción

La felicidad hedonista está ligada al consumo, y cuando conseguimos algo enseguida pensamos en lo siguiente


Sol Sánchez y otros expertos proponen cultivar una felicidad diferente, una que dependa de nosotros y que resista a los embates de las circunstancias −y de cualquier pandemia−. Se trata de la eudaimonia, una idea del bienestar practicada, entre otras, por la antigua escuela filosófica de los estoicos. La eudaimonia podría definirse como una “buena vida”, una forma de estar en el mundo poniendo el foco en todo aquello que nos hace crecer como personas.
Para ello, tampoco es necesario que renunciemos al placer de comprarnos algo que nos hace ilusión, pues filosofía hedonista y eudaimonia pueden convivir y no son excluyentes, pero quizá sí cambiar el punto de atención. “La pandemia nos ha quitado muchas cosas, eso es cierto, pero también nos ha demostrado cuáles son las realmente importantes”, afirma Sol Sánchez en este sentido.
¿Y cuáles son las claves para disfrutar de esta felicidad más armónica y duradera?

Las claves

1. Aprender a vivir el presente


El primer paso es aprender a vivir el momento presente, aceptando la realidad tal y como es y dejando a un lado las expectativas de cómo nos gustaría o no que fuesen las cosas. Las expectativas o pensamientos acerca de acontecimientos pasados y futuros son una de las principales fuentes de ansiedad y malestar de nuestra sociedad.
El pasado ya no existe; el futuro es desconocido. Dejemos las ansiedades respecto a lo que vendrá a un lado, pues estas solo existen en nuestra mente. ¿Cómo hacerlo? Actuando en el presente. Si la preocupación acecha, los estoicos aconsejaban preguntarse: ¿qué puedo hacer aquí y ahora para tener pensamientos saludables acerca de esta circunstancia y emprender acciones útiles?

2. Reconocer y aceptar las emociones


En segundo lugar, es importante identificar y aceptar nuestras emociones, evitando así que estas se conviertan en una fuente adicional de estrés. Intentar evitar una emoción no hace más que avivarla e intensificarla, agravando así las posibles consecuencias de emociones más desagradables e intensas.

Para ser felices es importante aceptar la realidad de cada día, incluidas las emociones negativas
Para ser felices es importante aceptar la realidad de cada día, incluidas las emociones negativas (Marjan_Apostolovic / Getty Images/iStockphoto)


3. Compartir y relacionarse


Somos seres sociales y, como tales, necesitamos del contacto y la relación con otras personas. Cuidar de nuestras relaciones más cercanas, como familia y amigos, pues ellas son un gran soporte en nuestras vidas. Esto nos ayuda a crear estabilidad en medio de la incertidumbre, y eso contribuye al bienestar y la felicidad.

4. Poner conciencia en lo que hacemos


Darnos cuenta de los momentos en los que estamos cultivando una actitud materialista y abogar por el consumo consciente y responsable.

5. Mantener una actitud positiva ante las adversidades


Como asegura Sánchez, “la felicidad no nos libera de vivir momentos difíciles, pero sí nos permite reciclar estas experiencias y utilizarlas en beneficio propio, favoreciendo el crecimiento personal y desarrollo de recursos para hacer frente a situaciones futuras”.
Para Sánchez, los inconvenientes y las dificultades vitales siempre han existido, y van a seguir apareciendo en nuestras vidas. La vía hacia la eudaimonia consiste en “olvidarse del mito de que la felicidad reside en el punto o en un estado final y vivir en el presente, pues en verdad es el único del que disponemos para vivir”.

La práctica estoica de la alegría


Es interesante saber que los estoicos creían que una de las virtudes que debemos cultivar es la alegría, y no tanto la felicidad. Y es que la alegría es un estado ligado estrictamente al presente. Alegría es gozo, disfrute, buen humor y serenidad. Nos alegramos solo por las cosas que vivimos en el presente, pues este estado no conoce el futuro ni el pasado.

La alegría proporciona gozo y serenidad
La alegría proporciona gozo y serenidad (Paul Bradbury / Getty Images)


Así, cuando un amigo nos visita podemos alegrarnos de verle y disfrutar de ese tiempo compartido, porque estamos inmersos en ese momento, y en ese momento hay alegría. Y cuando nuestro amigo se va podemos sentir agradecimiento por lo que acabamos de vivir y poner nuestro aprecio en otras cosas. Hacer este ejercicio al menos un par de veces al día nos ayuda a empezar a cultivar, no solo en el Yellow Day, ese otro tipo de felicidad que nos llena de verdad y no se acaba.


  

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