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La falta de seguridad en uno mismo o en la persona con la que estamos en una relación romántica puede generar inestabilidad emocional y miedo al rechazo. ¿Qué hacer al respecto?
Si tú no te quieres a ti mismo, probablemente sea difícil querer bien a otra persona. En el complejo mundo de las relaciones, que dos personas se gusten o quieran estar juntas a veces no basta. Tiene que haber algo más, tal vez algún tipo de meta común, una ilusión compartida o el hecho de que ambas se encuentren confiadas y dispuestas para afrontar una historia compartida. A veces, es posible que uno de los sujetos o ambos se encuentren en un momento extraño, difícil. Y no hace falta que suceda algo malo; puede haber un problema psicológico latente que no responda a ninguna razón de peso, sino a muchas, es decir, que la persona no se encuentre con la fuerza necesaria y la confianza suficiente para hacer frente a esta nueva situación.
Esta falta de autoestima se traduce en comportamientos erráticos, como por ejemplo el autosabotaje (a uno mismo, al otro o a los dos), los celos excesivos e injustificados y un gran miedo al rechazo que acaba generando intensas y frecuentes discusiones. Son muchos los estudios que vinculan la autoestima individual con una mayor satisfacción en las relaciones románticas. Esto es porque, a fin de cuentas, no solo tiene que ver con lo que pensamos de nosotros mismos, como es obvio, sino también cómo queremos que nos traten los demás a nosotros, algo muy importante a la hora de forjar cualquier lazo afectivo.
Según una investigación publicada en el diario Behavior Therapy, poseer una alta confianza en uno mismo y en la relación es un buen indicador de la duración de una pareja. Aquellas cuyos miembros no tengan tanta autoestima, durarán menos y pasarán muchos más baches emocionales. "Aunque las habilidades comunicativas, la emotividad y el estrés pueden influir, la experiencia previa y los rasgos de la personalidad de una persona acaban afectando mucho más a la forma de gestionar estos aspectos", concluyeron los autores, en un artículo que recoge el estudio publicado en Psych Central.
¿De dónde sale la falta de autoestima?
Ahora bien, ¿cómo identificar si esto sucede contigo o con la persona con la que has comenzado a salir hace poco? Y lo más importante: ¿qué hacer para que no os pase factura o destruya vuestra relación? En primer lugar, hay que entender qué es y cómo funciona la falta de autoestima. Taylor Hudd y David A. Moscovitch, dos psicólogos de la Universidad de Waterloo, Canadá, publicaron un estudio en el que hablaron de un término poco usado para definir este rasgo de la personalidad tan perjudicial: el "dolor social". En este sentido, postularon que se trata de un trastorno mental muy real, tanto es así que activa partes concretas de nuestro cerebro en aquellas personas que han sido expuestas o han vivido momentos de exclusión o rechazo intensos.
"Podemos aprender de nuestros errores sin permitir que pongan en peligro nuestras relaciones con los demás"
La autoestima, para Hudd y Moscovitch, es un "indicador de valor autopercibido que aportamos a todas nuestras relaciones", por lo que suele haber una disminución de la misma cuando cometemos una serie de errores o sentimos que hemos fracasado. Algo que efectivamente a todos nos pasa en algún momento; lo que sucede con la falta de autoestima es un sentimiento de fracaso permanente, que no solo nos impide disfrutar de nuestros logros por pequeños o grandes que sean, sino tampoco querer aspirar a más, justo lo que sucede cuando dos personas quieren iniciar una relación. Si quieres estar con alguien y es recíproco, se supone que es porque los dos ganáis estando juntos y tenéis un proyecto en común. Una persona sin autoestima, en cambio, percibirá a la mínima de cambio que va a salir mal. Entonces... ¿Para qué?
Por otro lado, aquella persona que tiene la autoestima muy baja tenderá de manera inconsciente a suponer e imaginar cosas que no son verdaderas, tanto de sí misma como de la pareja con la que está. En este sentido, verá amenazas imaginarias por todas partes que tomarán la forma de celos incontrolables, por ejemplo, o pérdida de la tranquilidad ante cualquier problema por leve que sea. ¿Cómo hacer que estas desagradables sensaciones y malos presentimientos no te pasen factura?
Pensar dos veces
"Un sentimiento subjetivo de fracaso puede hacer que las personas proyecten de manera incorrecta una desaprobación general de los demás", asegura la psicóloga norteamericana Wendy L. Patrick, en un artículo reciente de Psychology Today que se ha hecho del estudio de Hudd y Moscovitch. "Reconocer esta actitud humana es el primer paso para construir y mantener asociaciones positivas y sanas que sean transparentes y precisas. Podemos aprender de nuestros errores sin permitir que pongan en peligro nuestras relaciones con los demás".
Por tanto, uno de los mejores consejos es pensarlo dos veces antes de actuar o hablar. Tener la templanza suficiente como para saber identificar cuándo hay una amenaza proporcionada en la relación o es una mera paranoia fruto de la inseguridad. No dar por sentado lo que creemos que piensa el otro o comparar el vínculo que tenemos con otras, ya sean imaginarias o reales. Cada relación y cada persona es única y diferente, y recae sobre nosotros la tarea de hacer que sea buena y no se corrompa por la falta de confianza en uno mismo. Por ello, otro consejo muy útil podría ser analizar cuáles son esas áreas de uno mismo que menos tranquilidad nos generan, investigar sobre ellas y nuestras experiencias pasadas. Y, en general, si crees que una baja autoestima está afectando con creces a tu relación, acude a terapia psicológica para que un profesional te ilustre sobre cómo has de gestionar esta época de tu vida, ya no solo por el bien de la relación, sino por lo necesario que resulta para uno mismo el aprender a quererse justa y necesariamente.
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20/12/2022 - 05:00
www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2022-12-20/pareja-relaciones-inseguridades-autoestima-psicologia_3542449/