martes, 20 de diciembre de 2022

El curioso truco de la cerveza que Steve Jobs aplicaba en las entrevistas de trabajo

Foto: Dreamstime.


  • La técnica del cofundador de Apple aparece en un libro publicado en 1998



Existe un perfil de persona que considera a Apple como el lugar idóneo para trabajar. Esto se debe por su modelo de empresa, historia o por ser una de las empresas líderes en tecnología a nivel mundial. Antiguamente, cuando Steve Jobs estaba a la cabeza, se aplicaba un método o estrategia que usaba el creador de la manzana para contratar empleados, este era por medio de una cerveza.

Jobs era diferente al prototipo de directores de grandes compañías. Sus modos poco ortodoxos, tanto en su vida privada, como laboral, lo hacían un personaje peculiar, incluso cuando llegaba la hora de realizar entrevistas de trabajo.

En este contexto, y siguiendo con ese patrón de CEO "diferente", las entrevistas que realizaba Steve Jobs a los candidatos para altos cargos estaban marcadas por un método que fue bautizado como "la prueba de la cerveza" y que aparece registrado en el libro 'In the Company of Giants: Candid Conversations With the Visionaries of the Digital World', que se publicó en 1998. 

Punto de inflexión

Esta acción no tenía nada de novedosa, ni correspondía a un tipo de protocolo o ley laboral para acceder a un puesto de trabajo. Simplemente era una prueba que consistía en preguntarse si nos iríamos a tomar una cerveza con el candidato, algo tan simple como pensar si disfrutaríamos una conversación fuera del trabajo con esa persona.

Para Jobs era necesario establecer un punto de inflexión que genere confianza y soltura. Los perfiles de altos cargos, siempre, o casi siempre, vienen de un universo más hostil, más formal, que posiblemente en una entrevista los pongan nerviosos o tensos. Para evitar eso, el genio de Apple quería ver las dimensiones personales desde una arista más relajada e informal.

Cerveza y candidato

En este caso, la cerveza venía a romper esas reglas establecidas y de alguna forma, desnudaba las verdaderas personalidades de los candidatos. En esta línea, el cofundador de Apple se hacía siempre la misma pregunta: ¿Me tomaría una cerveza con esta persona? Independiente de la experiencia del candidato o candidata y su trayectoria profesional.

Cuando se generaba esa confianza, en un terreno sin trajes, Jobs veía si el candidato era o no el indicado. "No había respuestas buenas o malas", señalaba el creador del IPhone. Todo dependía de las respuestas sencillas y simples sobre la vida cotidiana.

Con el paso de los años, el modelo "rupturista" de Jobs se ha hecho parte del estilo de las muchas compañías. Ahora es más común salir de paseo y beber una cerveza en un contexto de entrevista laboral. Una imagen que en los años noventa, era impensada por los tradicionalismos, y que Jobs, con sus peculiares métodos vino a extinguir.