Uno de los signos más visibles de que esta es una tendencia que no va a desaparecer está, curiosamente, en la web de Tiffany & Co. El lugar en el que Audrey Hepburn se refugiaba en 'Desayuno con diamantes' cuando tenía un día rojo también es un sitio seguro para aquellos hombres que quieran experimentar con las joyas: hay toda una sección dedicada a ellos. "Nuestros collares para hombre incluyen cadenas imprescindibles, insignias identificativas que pueden personalizarse con un grabado y colgantes clásicos de formas elegantes para ponerse a diario", explican desde la marca. Hay colgantes que mezclan los eslabones con las perlas, pero también la clásica sarta que podría haber estado en el joyero de tu abuela, tu madre o tu tía. Las de toda la vida que, como te puedes imaginar, no pasan de moda.
El collar de perlas para hombre en los famosos
Como suele suceder con muchas tendencias que empiezan en la calle (ya te sabes la teoría: no todo viene de la pasarela), los hombres que empezaron a llevar collares de perlas son aquellos que gozan del estatus como para que el "qué dirán" quede en un segundo plano. ¿El ejemplo más visible y conocido? Harry Styles, cantante reconvertido en icono de estilo que desde que emprendió su carrera en solitario, no ha hecho más que avanzar de manera meteórica en el plano profesional y estético. Por eso, aunque no ha sido ni mucho menos el primero, se ha convertido en uno de los abanderados de la ruptura de la división de género en la ropa y de las nuevas masculinidades. También en fuente de inspiración para personas como David López, periodista especializado en moda y belleza y amante confeso de los collares de perlas. "Al primer famoso que se lo vi fue a Harry Styles, que para mí es una persona que tiene una manera de vestir un poco ambigua y que me inspiraba mucho", recuerda. "Aunque me costó, me daba un poco de miedo. Aun así, por mi estilo, nunca he considerado que mi vestimenta sea puramente masculina, sino que la vestimenta es, punto. Si te gusta, te sientes cómodo, es de tu talla, póntelo".
Aunque a todos no les haga gracia (Billy Porter ha comentado en más de una ocasión que personas como él llevan bastante más tiempo abogando por esta manera de entender lo masculino), es innegable que Styles ha conseguido convencer a una mayoría cada vez más amplia; erigiéndose como ese término medio con el que muchos se sienten cómodos: es lo bastante disruptivo como para llamar la atención pero no lo suficiente como para generar un rechazo directo y visceral. Al menos, en general. Al cantante y actor lo has visto con collares de perlas y de cuentas de colores en conciertos, alfombras rojas y diversas apariciones públicas, llevándolos con todo tipo de estilismos que van desde lo más retro (pantalones de campana incluidos) hasta lo más 'normcore' o incluso aburrido: jerséis, camisas y vaqueros. ¿El truco? No pretender hacer un estilismo que se considere femenino, sino llevar el complemento como un accesorio más, sin darle tanta importancia.
No es el único hombre que se ha atrevido con el collar de perlas. Shawn Mendes lo llevó con un traje de chaqueta a los American Music Awards en 2019; Timothée Chalamet también los ha probado y Alejandro Gómez Palomo, de Palomo Spain, los usa con tanta naturalidad como Marc Jacobs, uno de los grandes adalides del collar de perlas para hombre. En serio: si buscas su nombre, verás que tuvo una época en la que su uniforme consistía en un jersey, unos vaqueros, unos zapatos de plataforma y un collar de perlas. Ni más, ni menos.
Lo curioso es que el collar de perlas ha conseguido dar el salto desde estas estéticas más atrevidas y menos normativas a otras mucho más habituales que siguen el guion que nos han enseñado durante años. Joe y Nick Jonas los han incorporado en sus estilismos uniéndolos a tank tops y camisetas sin mangas, pero es que A$AP Rocky, Maluma y Justin Bieber, también, al igual que Quevedo. En estos casos, los artistas los han descontextualizado, uniéndolos a piezas eminentemente informales; nada que ver con los trajes de chaqueta de falta y los abrigos voluminosos de las señoras en sus apartamentos gigantescos tomando una taza de té. Ni tampoco con Coco Chanel: para eso, están los looks de Pharrel Williams, quien, ya lo sabes, es imagen de Chanel desde hace años. Todo tiene sentido.
Otra manera de llevar el collar de perlas para hombre
Que esta haya sido una tendencia que ha ido haciéndose popular entre las celebridades no quiere decir que no haya rastros de ella en la pasarela, y no solo nos referimos a que Giambattista Valli, el diseñador italiano, saliese a saludar con uno tras presentar su colección de otoño-invierno 2022. Sin ir más lejos, en las propuestas masculinas de Justin O'Shea, el diseñador australiano, no son pocos los looks que los incluyen, y unos que son, por decirlo de algún modo, normativamente masculinos.
También resulta un complemento perfecto, según López, para sofisticar cualquier look: su asociación con el lujo es fuerte. "Me parece la reconfirmación de cómo, desde la pasada década, la vestimenta formal y el streetwear se han ido mimetizando a pesar de ser contrapuestos", reflexiona. "Al final, el collar de perlas funciona como nexo entre esos dos universos, porque te lo puedes poner con una camiseta básica de Uniqlo y unos vaqueros y sofisticas un look sencillo, y lo haces sin esfuerzo".
Qué significa el collar de perlas en hombres
Puede haber diferentes interpretaciones, pero además de la ruptura de los géneros a la hora de vestir, está la transformación en la ropa masculina... que bebe del pasado. "Un hombre que viste bien no es solo un hombre de traje, es un hombre que se divierte", cuenta López. "Creo que hemos recuperado esa idea un poco versallesca de la vestimenta masculina como decoro; esa idea de que la moda también puede ser exceso para los hombres. Y tampoco es tan moderno como queremos creer: Carlos III llevaba perlas, el Rey Sol llevaba perlas. Es muy curioso cómo la moda como decoro en los hombres se daba por hecho hace unos siglos". El punto de inflexión, como bien señala, estuvo en lo que se ha llamado 'la gran renuncia' tras la Revolución Francesa, cuando los hombres, precisamente para diferenciarse del exceso de Versalles que tanto odiaban, adoptaron colores neutros y líneas sencillas y sobrias.
Ahora, parece que por fin "los hombres se atreven con botines de tacón, con perlas, se maquillan; llevan plataformas, hombreras..." Como si tuviesen permiso, de nuevo, para divertirse con la moda. Y todo esto cristaliza en un vistoso y atemporal collar de perlas.