martes, 17 de enero de 2023

La extraña razón por la que Steve Jobs cambiaba de coche cada seis meses y conducía sin matrícula

Foto: Dreamstime.


  • Jobs renovaba su Mercedes-Benz SL 55 AMG por un modelo similar



Steve Jobs, para bien, o para mal, siempre estará en el foco de interés público. La psicología describe que la influencia que logran en nuestras vidas ciertos líderes, como el cofundador de Apple, hace que admiremos todo lo que hacen o dicen, por valorar sus experiencias para llegar al éxito. De esta forma, los perseguimos y nos identificamos con estos perfiles individuales.

Jobs era diferente al prototipo de directores de grandes compañías. Sus modos poco ortodoxos, tanto en su vida privada, como laboral, lo hacían un personaje peculiar, incluso cuando transitaba en su coche plateado. Y que, a día de hoy, sigue llamando la atención de sus seguidores.

Steve Jobs era un tipo con costumbres algo extrañas. En lo que respecta a su vida como conductor, cambiaba el coche cada seis meses, nunca tuvo matrícula, siempre era el mismo modelo de Mercedes Benz y aparcaba en los parkings establecidos para personas discapacitadas.

Práctica excéntrica y polémica

Estas excéntricas, y polémicas, prácticas formaban parte de los grandes misterios que envolvieron a la figura del magnate, ya que se daban a entender como que Jobs, por su poder, era impune, incluso, a las multas. Sin embargo, existe una explicación que va más allá de esta visión endiosada y toda poderosa del multimillonario.

Lo que estaba claro, dentro de estas excentricidades, es que Steve Jobs era rico, y sí, se podía dar el lujo de cambiar su coche cada seis meses. Pero, ¿el mismo Mercedes-Benz SL 55 AMG nuevo dos veces al año? Y ¿todos sin matrícula? Y claro, tenía una explicación.

Libertad de circulación sin matrícula

La razón de esta práctica, es que en California hay una ley que permite circular con un coche nuevo sin matricular los primeros seis meses desde su fecha de alta de circulación. Cuando se cumplía el plazo y le tocaba matricularlo, lo cambiaba por otro coche del mismo modelo y prestaciones, y así volvía a empezar la legalidad vial.

Al conocer esta ley, el empresario hizo un acuerdo contractual con una empresa de leasing que le asignaba, en formato de alquiler, y al sexto mes, un Mercedes SL55 AMG nuevo plateado idéntico al coche anterior. Por esta razón, sus coches nunca llevaron matrícula.

Sobre el por qué realizaba esta práctica, la biografía de Steve Jobs, de Walter Isaacson, señala que Jobs quería una matrícula sin número para "obtener cierta intimidad", pero en las entrevistas posteriores al lanzamiento del libro, el autor no ha especificado el motivo, por lo cual seguirá siendo un misterio.