Como ya hemos mencionado en varias ocasiones, los ciberdelincuentes tienen numerosas formas de superar las medidas de protección, penetrar en los dispositivos y robarte los datos personales y bancarios.
Los expertos en ciberseguridad no se cansan de recomendar que en medida de los posible no te conectes a redes WiFi públicas y en el caso de que no te quede otra opción, lo que nunca debes hacer es acceder a información confidencial o privada mientras estas usando una.
¿Por qué no debemos conectarnos al WiFi del aeropuerto o del centro comercial?
Al conectarnos a estos sistemas no estamos exponiendo a que un ciberatacante recopile nuestra información para posteriormente venderla a otros criminales o incluso usarla él para robarnos o suplantarnos la identidad, pero ¿cómo lo hacen?
Para ellos este proceso es muy sencillo, y se asemeja mucho como ir a pescar, ellos ponen el anzuelo y los peces (las víctimas) van acudiendo a morderlo pensando que es algo inofensivo. Los cibercriminales se encargan de crear un punto de acceso que simula ser la WiFi pública de la biblioteca o la estación de autobuses.
Pero en realidad, esta conexión no es una red WiFi sino un punto controlado por ellos y cuando alguien se conecta, son capaces de ver todos los movimientos que hacen. De esta manera pueden empezar a recopilar los datos que se introducen como credenciales de redes sociales, mensajes, fotos o las claves bancarias.
Por suerte, este tipo de ciberataque funciona como un espejo y a diferencia de otros no da el control al ciberatacante, sino que todo lo que ve el ciberdelincuente y recopila se corresponde con lo que hace el usuario mientras navega conectado a esa red.
Por suerte también, en el caso de que te vayas a conectar a una página con cifrado y demás protocolos de seguridad, no tienes que preocuparte porque están diseñadas para evitar que te espíen de esta manera.
Es cierto que este es un problema cada vez menor, ya que los datos móviles funcionan casi en cualquier lugar, y la gran mayoría de usuarios tienen contratada la suficiente potencia como para realizar cualquiera tarea sin la necesidad de conectarse a un WiFi público.