lunes, 21 de agosto de 2023

El caso de H&M en Myanmar vuelve a poner en el foco la sostenibilidad en la industria de la moda

 



  • La sueca investiga presuntos casos de abusos laborales en fábricas en el país
  • Inditex y Primark ya salieron de este estado asiático anteriormente


Esta semana, las controversias relacionadas con los derechos de los trabajadores han marcado la actualidad en la industria de la moda mundial. El miércoles, la compañía sueca H&M admitía que está investigando, al menos, una veintena de presuntos casos de abusos laborales en las fábricas de confección que la abastecen desde Myanmar (la antigua Birmania). Conozca el portal especializado elEconomista ESG.

Tal y como avanzó Reuters, la ONG Centro de Recursos sobre Empresas y Derechos Humanos (BHRRC, por sus siglas en inglés) con sede en Gran Bretaña, ha rastreado 156 casos de presuntos abusos a trabajadores en Myanmar entre febrero de 2022 y el mismo mes de este año. La cifra casi se ha triplicado desde los 56 del año anterior. Esta organización apunta a que los derechos de los trabajadores podrían haber sufrido un deterioro desde el golpe militar que tuvo lugar en febrero de 2021. Las denuncias más frecuentes tuvieron que ver con la reducción y el impago de salarios, seguidas de los ritmos de trabajo inhumanos y las horas extra forzadas, según recoge el informe de esta ONG, al que tuvo acceso Reuters.

"Estamos profundamente preocupados por los últimos acontecimientos en Myanmar, y vemos un aumento de los desafíos para llevar a cabo nuestras operaciones de acuerdo con nuestras normas y requisitos", admitió en un comunicado la cadena sueca. "Todos los casos planteados en el informe del BHRRC están siendo objeto de seguimiento y, cuando es necesario, remediados a través de nuestro equipo local sobre el terreno y en estrecha cooperación con las partes interesadas pertinentes", señalaba la nota. Le puede interesar: Inditex elevará su inversión en 2023 un 13% hasta los 1.600 millones.

A raíz de esto, H&M dejará gradualmente de fabricar prendas en la antigua Birmania, tal y como recogía Fortune este viernes. No es la primera en hacerlo. La española Inditex -el principal competidor de H&M- anunció hace sólo unas semanas que está eliminando progresivamente las compras en este país del sudeste asiático y rompiendo los lazos con sus proveedores en el mismo. Marks & Spencer y Primark ya lo hicieron el año pasado. Primark emitió un comunicado explicando que no podía "garantizar los estándares de seguridad y derechos de sus trabajadores", después de publicarse un informe de la Ethical Trade Initiative (ETI), una organización de la que Primark forma parte y que supervisa el código ético de las empresas, en base a los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La industria de la moda ha sido tradicionalmente objeto de numerosas polémicas en el plano social. Una de las más trágicas fue el desplome, en abril de 2013, del Rana Plaza, un complejo dedicado a la producción textil en Bangladesh, provocando la muerte de 1.138 personas, en su mayoría mujeres, y miles de heridos. Compañías como Primark, El Corte Inglés, Bon Marché y Joe Fresh confirmaron entonces abastecerse de alguna de las empresas locales que se vieron implicadas en el siniestro. 

Más recientemente, en 2021, un grupo de expertos en Derechos Humanos de Naciones Unidas alertaba del trabajo forzoso de uigures (una minoría musulmana) para empresas multinacionales en China. También cabe citar el escándalo de Boohoo, que pagaba un salario inferior en hasta un 54% al salario mínimo en el Reino Unido, que se tradujo en una marcada caída de su cotización.

No se ha vivido un desplome bursátil, al menos por ahora, en el caso de H&M, aunque la compañía se dejaba este viernes a media sesión en torno a un 3%, tras retroceder algo menos de un 1% el jueves. En el conjunto del año, la compañía sueca se dispara más de un 45% en el parqué (algo más que Inditex, que avanza en torno a un 36% en 2023). 

En un análisis publicado en 2021, Sandra Crowl, responsable de Stewardship en Carmignac, destacaba que tanto consumidores como inversores son cada vez más conscientes de las problemáticas ESG (medioambientales, sociales y de buen gobierno) presentes en las cadenas de suministro. Esta experta explicaba que la española Inditex "se ve respaldada por un ecosistema de proveedores locales" y que "crece orgánicamente, en lugar de hacerlo mediante una compleja red de intermediarios ubicados en el otro extremo del mundo, para brindar su oferta de moda rápida". Esta elección, añadía Crowl, "podría convertirse en una ventaja competitiva sostenible en este sector tan voluble".

Lo cierto es que el gigante textil gallego es la compañía que mejor gestiona los riesgos ESG entre sus comparables, de acuerdo con las métricas de Sustainalytics, proveedor de referencia integrado en Morningstar. El nivel de riesgos ESG no gestionados que podrían afectar a la compañía es Bajo en el caso de Inditex, que recibe la nota más baja entre sus semejantes (en este caso, una nota más baja es una nota mejor).

Por otro lado, la industria mundial de la moda continúa siendo un empleador de gran envergadura. Sólo el algodón genera el 7 % de todos los puestos de trabajo en algunos países con ingresos reducidos, según datos recopilados también por Carmignac. 

'Boom' de la moda sostenible

La noticia protagonizada por H&M en los últimos días está vinculada específicamente a la S de ESG, a las cuestiones sociales, pero la E -relativa al impacto medioambiental de esta industria- tiene también una importancia clave. El sector representa el 10% de las emisiones globales, según el Foro Económico Mundial, y produce por sí sola más emisiones de carbono que las industrias aeronáutica y marítima juntas. Además, esta industria contribuye aproximadamente al 20% de la contaminación mundial del agua. Le puede interesar: Los combustibles fósiles lideran el consumo de energía a nivel global. 

Un informe publicado por Bank of America esta misma semana hace referencia a lo que considera un auténtico "boom" de la moda responsable. "El interés por la moda sostenible ha aumentado en los últimos años. De hecho, se han incrementado en un 50% las búsquedas en Google sobre sostenibilidad en los últimos cinco años, alcanzando su máximo a finales del año 2020. Europa lidera las conversaciones sobre la sostenibilidad en Instagram con la mitad de estas conversaciones y EEUU contribuye con un 20%", señala el documento.

Crece la segunda mano

En el marco de esta corriente de prendas limpias, los analistas de BofA ponen el foco sobre la expansión de la moda de segunda mano, una corriente que hace una década era residual y que ahora, por el contrario, empieza a marcar el paso en el sector. "Debido al aumento de la popularidad de la ropa de segunda mano, se espera que tenga un crecimiento nueve veces más rápido que el sector de la ropa en general. Según las previsiones, en el año 2027 se espera que este sector alcance los 70.000 millones de dólares gracias a las generaciones más jóvenes", señalan los expertos del banco. 

Las grandes marcas no son, en absoluto, ajenas a esta tendencia. El pasado mes de febrero se conocía que Inditex está preparando el lanzamiento de su plataforma de venta de ropa de segunda mano entre particulares, Zara Pre Owned, un servicio que ya lanzó en noviembre de 2022 en Reino Unido. 

Por su parte, H&M ya ha visto impulsadas sus cifras por la consolidación de Sellpy, su plataforma de ropa que ya ha sido previamente utilizada. H&M incluso tiene, desde mayo, en Barcelona una tienda física que vende este tipo de prendas.

Tal y como recalcan los analistas de Bank of America, el mercado de la ropa de segunda mano creció un 24% interanual en 2022, con Norteamérica, "representando más del 40% del mercado". Además, casi un tercio de los consumidores de Estados Unidos mencionó la compra de ropa de segunda mano como el hábito ecológico más frecuente. A nivel europeo, Dinamarca y el Reino Unido otorgan una especial prioridad a la sostenibilidad.