domingo, 24 de diciembre de 2023

España sopesa un arma de doble filo contra la explosión de infecciones sexuales que padece



El consumo abusivo de antibióticos está incrementando la resistencia bacteriana. 
(iStock-CSA/EC Diseño)



Siguiendo los pasos de EEUU, valora ofrecer doxiciclina, un viejo antibiótico, de forma postcoital para atajar la epidemia de infecciones sexuales. El riesgo, no obstante, es elevado




La semana pasada, los aspirantes de la última edición de Operación Triunfo recibieron una visita muy especial: Iván Zaro y Alba Alonso, trabajadores sociales expertos en infecciones de transmisión sexual (ITS) fueron a la academia a impartir una charla sobre su negociado. "¿Sabéis qué tipos de ITS hay?", preguntó Zaro a los futuros talentos musicales, que respondieron con timidez: "herpes", "clamidia", "papiloma", "¿la mononucleosis cuenta?"

"Las ITS se agrupan en tres grandes familias según el agente que la causa", ilustraba Zaro, "están los virus como el VIH, que hoy en día es una infección crónica con la misma esperanza de vida que la población general, el virus de papiloma humano (VPH), la hepatitis A, B y C y el herpes genital; luego las bacterianas: clamidia, gonorrea, sífilis, linfogranuloma... y por último, microorganismos que son parásitos como la sarna o las ladillas".

La charla tenía todo el sentido, dado que la última edición de este talent show, que ahora emite Amazon Prime, se promociona como "la más LGTBIQ+ del concurso, donde hay incluso algún hetero". La plataforma es ideal para lanzar un mensaje de preocupación ante el aumento en los últimos años del aumento de ciertas infecciones sexuales de origen bacteriano, en España y en toda Europa.

El último informe, comunicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades hace unos días, ofrecía datos muy preocupantes en contagios de gonorrea o sífilis, donde el colectivo de hombres buscando sexo con otros hombres llega a suponer un 77% de los casos diagnosticados.

Una parte de la explicación está en la creciente popularidad de la profilaxis prexposición o PrEP, una bendición desde el punto de vista de la protección que confiere frente al VIH. El fármaco, una combinación de emtricitabina y tenofovir disoproxil comercializado bajo el nombre Truvada, es financiado por la sanidad pública desde finales de 2019, pero lleva utilizándose en nuestro país desde hace varios años. Sus usuarios no dudaban en recurrir a internet o al mercado negro para hacerse con estas preciadas píldoras azules, que han logrado jibarizar la cifra de nuevos casos diagnosticados de VIH y convertir en algo residual el número de personas que progresan con la enfermedad hasta desarrollar sida.

El contrapunto es que, al perder el temor a estos dos demonios, muchos usuarios de PrEP han dejado de usar preservativo y esto ha sido una puerta de entrada para todas estas infecciones sexuales. Otra explicación para este aumento está en que la detección de estos patógenos ha mejorado mucho y ya cada vez menos casos pasan sin ser diagnosticados.


1. El problema

El aumento de los casos de clamidia, gonorrea y linfogranuloma venéreo (LGV) se unen a los de otras infecciones como la sífilis que ya llevaba años repuntando. En general, la última década está marcada por una tendencia ascendente en los 27 países de la Unión Europea. Tan solo el año de la pandemia, por motivos evidentes, se produjo un descenso en las tasas de contagio.






El caso del linfogranuloma venéreo es especialmente inquietante. Esta infección, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, presenta desafíos únicos debido a sus posibles complicaciones a largo plazo. España es ahora mismo el país que registra más casos de LGV en Europa. Casi uno de cada dos casos (484 de los 1124 diagnosticados en 2021) se diagnostican aquí.

El ECDC advierte de un descenso de casos en Europa desde que las estadísticas tocaran techo en 2019, pero es parcialmente un espejismo. Parte de esta caída tan súbita se debe a que Reino Unido, el país que más casos reportaba, ya no aporta datos a la institución. Por otro lado, Bélgica o Francia han logrado reducir drásticamente sus infecciones de LGV. Nuestro país ha logrado maquillar también sus cifras, pero al no haberlo hecho de forma tan eficaz como sus vecinos se ha quedado en cabeza.

En lo que se refiere a gonorrea, España es también el país que más casos registra de Europa, si bien en este aspecto los datos de países como Alemania o Italia no aparecen auditados por el ECDC.

De los 434.000 casos de clamidia registrados en Europa en 2019, más de 258.000 pertenecían a Reino Unido y los restantes 176.000, al resto de países de la UE-27. En el último informe, referente a 2021, el número de casos en estos mismos estados miembros subió a 184.000.


2. La solución

Estados Unidos sufre exactamente el mismo problema que la Unión Europea. Sus infecciones sexuales, especialmente las bacterianas, están descontroladas. Así que en octubre lanzó de forma pionera unas recomendaciones para consumir un fármaco hasta ahora empleado para tratar la rosácea, el antibiótico doxiciclina, como profilaxis post-exposición o PEP. Es decir, tomar el PrEP de forma rutinaria y el PEP en caso de intercambio sexual, una pastilla hasta 72 horas después del coito.

En los cuatro estudios realizados entre 2018 y 2023 (dos de ellos en Francia, otro en Kenia y otro en EEUU) los resultados fueron espectaculares.

Pero como suele decirse, no hay tal cosa como un almuerzo gratis: un medicamento conocido, barato y accesible tenía que tener algo negativo: la probabilidad bastante alta de que aumente la resistencia de ciertas bacterias a los antibióticos, generando lo que se conoce como superbacterias. Paradójicamente, ahora que el sida se ha convertido en una enfermedad crónica y no mortal, la resistencia microbiana provoca ya más muertes que el temido síndrome.

"Estamos hablando de dar doxiciclina a personas con potencial riesgo de haber adquirido la infección, no que hayan sido diagnosticadas: esto se hace en muchas infecciones, como con tuberculosos o meningitis, no es un concepto nuevo", ilustra Jordi Casabona, director científico del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA de Cataluña. "Es algo que funciona epidemiológicamente, pero el gran reto que hay en estos momentos es definir cuándo y a qué personas estaría indicado dar este antibiótico sin aumentar los riesgos de elevar las resistencias".

Además, en medio de este aumento de casos, la preocupación por las superbacterias es particularmente pronunciada en el contexto de la gonorrea. El Programa Europeo de Vigilancia Antimicrobiana Gonocócica ha informado de una creciente resistencia a dos antibióticos en particular: azitromicina y ciprofloxacina. Es decir, que la doxicilina todavía funciona, pero un mal uso de esta (por ejemplo, interrumpir las tomas o administrar menor cantidad de la pautada) podría abrir la puerta a que la bacteria desarrollara resistencia al DoxyPEP y echara por tierra toda la estrategia.

Es un riesgo que algunos países, sin embargo, parecen dispuestos a correr.


3. Qué hace España

Meses antes de que el CDC estadounidense abriera la mano al uso del DoxyPEP, como se ha bautizado a administrar el antibiótico tras el acto sexual, en Europa se seguía también muy de cerca esta posible solución. En junio, el ECDC organizó una conferencia de su experta en VIH e infecciones de transmisión sexual, Otilia Mårdh, que contó con asistentes de todos los países.

Por parte de España estuvieron presentes la salubrista Asunción Díaz, responsable de la Unidad de vigilancia de VIH del Centro Nacional de Epidemiología, y el microbiólogo Javier Gómez Castellá, jefe de Área de la División de Control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis en el Ministerio de Sanidad.

Semanas más tarde, un informe del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid donde participa el propio Gómez Castellá junto a otros expertos, aborda el problema de la epidemia de infecciones sexuales, y señalan: "Existen planes para mejorar el diagnóstico, tratamiento y prevención de estos problemas, pero carecemos todavía de la necesaria evidencia sobre el impacto de los mismos".

Parece evidente que se referían a ese arma de doble filo llamada doxiciclina. Más evidencias de que la estrategia está siendo discutida en varios puntos de España: el artículo científico publicado el pasado mes de noviembre en The Lancet y que cuenta con Oriol Mitjà y otros investigadores del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. "Se ha debatido el potencial de la doxiciclina como profilaxis post-exposición, lo que revela su eficacia para reducir el riesgo de clamidia y sífilis", sin embargo, "la eficacia contra la gonorrea depende de las tasas de resistencia a la tetraciclina y de la necesidad de más datos para determinar el posible desarrollo de resistencia a otras bacterias y su impacto en el microbioma intestinal".

Los expertos en ITS de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica están trabajando actualmente en un documento para posicionarse sobre este tema. Casabona resume que son partidarios de que se apruebe, pero es necesario precisar muy bien los criterios. "Una de las cuestiones básicas es darlo solo a las personas que están en mayor riesgo de adquirir infecciones en relaciones sexuales", indica. "Y siempre monitorizado por un profesional sanitario".


4. Los riesgos

Aunque en Estados Unidos la FDA aún no ha aprobado oficialmente el fármaco con ese uso, desde que el CDC publicó sus recomendaciones para reducir la tasa de infecciones con DoxyPEP, muchos estados o ciudades como Nueva York se han lanzado a recomendarlo a sus médicos. Pero advierten que "DoxyPEP no es para cualquiera", concretamente lo recomiendan para colectivos concretos: homosexuales cisgénero y mujeres transgénero con un historial recurrente de clamidia, gonorrea o sífilis en el último año.

Casabona recomienda actuar con determinación o puede suceder lo que pasó con el PrEP. Años antes de que Sanidad comenzara a promoverlo y financiarlo, los usuarios lo lograban a través de internet, conscientes de que podía reducir por completo sus opciones de contraer VIH. Con esto sucede lo mismo.

"En una población que se sienta en riesgo de estas infecciones, cuando sale una noticia de que puede haber algo que les evite lo normal es buscarlo", explica el epidemiólogo. "Si no se lo da el sistema, lo buscarán en las redes, donde actualmente se puede encontrar cualquier cosa".




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