jueves, 21 de diciembre de 2023

La industria de la guerra vuelve a rugir en bolsa ante un mundo más caótico y anticipa unos beneficios récord en 2024

 


  • Las mayores dudas que aquejaban al sector se han resuelto...
  • .. y las perspectivas han mejorado tras la aparición de nuevos conflictos



La guerra ha vuelto a ser uno de los grandes temas para los mercados. Tras años de una mayor tranquilidad, los conflictos se han ido amontonando, amenazando a las economías del mundo y disparando la tensión geopolítica. Las espadas siguen en todo lo alto entre Rusia y Ucrania y, por otro lado, el conflicto entre Israel y Hamás ha tomado al mundo desprevenido este 2023. Mientras estos enfrentamientos siguen amenazando al mundo, las tensiones entre China y Taiwán siguen latentes y una posible invasión sigue sobre la mesa.

En este contexto, los mercados han puesto el foco en la 'industria de la guerra', unas empresas que se han visto favorecidas en los últimos dos años con toda esta tensión 'in crescendo'. Sin embargo, este 2024 los expertos creen que estas firmas bélicas no solo podrán mantener el impulso que han demostrado, sino que las ven con energía renovada para ser de nuevo protagonistas. Debido a ello, el consenso de los analistas ha revalorizado sus perspectivas tanto en lo que a bolsa se refiere, como en sus ingresos y beneficios.

Solo entre las cuatro grandes empresas de EEUU (Raytheon, Northrop Grumman, General Dynamics y Lockheed Martin), los ingresos conjuntos aumentarán un 5,5% tras un excelente 2023 para situarse en un récord de 235.000 millones de euros. Si a estas firmas se le suman las cinco grandes empresas europeas, la facturación total ascenderá hasta los 312.800 millones de euros. Los beneficios de toda la industria llegarían en 2024 con una subida más suave del 3%, lo que implica unos 28.300 millones de euros adicionales.

Las dudas se habían instalado en el sector con caídas en bolsa para las armamentísticas de EEUU después de que, a pesar de lograr récord tras récord en sus cuentas, diversos problemas alejaran a los inversores. Por un lado, las dudas respecto al techo de deuda, con el gasto militar en el foco de las negociaciones y, por otro, las previsiones de un aterrizaje forzoso de la economía tras las subidas de tipos de la Fed empañaban su futuro. Con la suma de estos factores, los inversores temían que el sector pudiera haber llegado a una zona de máximos y que su futuro no fuera tan 'halagüeño'.

Sin embargo, ambos problemas parecen haberse evitado en el corto plazo, con la economía de EEUU mostrando resistencia y la negociación del techo de deuda resuelta sin recortes militares. Si a esto le sumamos el inicio de la guerra en Oriente Medio, la remontada de las empresas de EEUU en bolsa no se hizo esperar. Además, las elecciones de EEUU en noviembre hacen a los inversores dudar de una reducción importante en los pedidos para 2024. El sector en su conjunto se ha disparado un 21% desde sus mínimos de octubre. Tras unas claras caídas desde principios del año, el rebote del último trimestre ha permitido al sector situarse en máximos históricos.

"Los desafíos a la seguridad se han multiplicado y, en respuesta a estas preocupaciones los países están comprometiendo más recursos", explican los expertos de Marketsandmarkets. A modo de ejemplo, la consultora pone el caso de los vecinos de China donde "la creciente capacidad militar de este país ha obligado a todos los vecinos a fortalecer sus ejércitos". Algo que también están notando en Oriente Medio. Todas estas tendencias "nos hacen prever que haya un impacto considerable en el presupuesto global de defensa hasta 2027". "Cada día que se disparan más balas y se refuerza la necesidad de contar con reservas sustanciales" explicó Tim Cahill, que dirige el negocio de Control de Incendios y Misiles de Lockheed en una reciente entrevista con Reuters. "Y no veo que eso vaya a bajar".

Desde Deloitte son claros y defienden que "esperamos que la demanda de defensa siga aumentando de la mano de la inestabilidad geopolítica". En ese sentido, los expertos de firma defienden que ahora todo depende de que estas empresas sean capaces de procesar bien la gran demanda que se viene los próximos años manteniendo sus rentabilidad. En ese sentido, señalan que puede haber problemas como la escasez de trabajadores o la logística, pero auguran un crecimiento sostenido a lo largo de los próximos años.

Concretando más en esa 'mejora de las previsiones' que ha hecho volar al sector en bolsa y que se revisen al alza sus beneficios, el Instituto Internacional de Estocolmo (SIPRI) ha explicado en un reciente informe que el gasto militar mundial, lejos de contraerse ante un EEUU y una Europa en recesión, crecerá un 2,75% hasta los 2,132 billones de dólares. Por su parte The Business Research Company va más allá, afirmando que hasta 2027 esperan un crecimiento medio del 5,6% para las empresas militares, llevando su facturación total hasta los 719.120 millones de dólares.

Sin embargo, los beneficios no subirán al ritmo de los ingresos y el motivo, principalmente, es un problema de aumento de los costes que vivirá la industria militar los próximos años. En particular, este problema consistirá en la lucha por captar talento en una industria que cada vez requiere perfiles más especializados. "En los próximos años la industria militar se enfrenta a unos costes salariales crecientes" explican los expertos de Deloitte. Según el informe de la firma, "el sector ya ha superado el nivel de empleo de 2022, tras aumentar su fuerza laboral en EEUU hasta los 2,2 millones de personas (una tendencia que se ha repetido en Europa)". En ese sentido, creen que se ha llegado a un punto de no retorno en el apartado laboral en el que, ante una mayor demanda, necesitarán más trabajadores cuando no hay suficientes. Una tendencia que llevará a subidas salariales.

Desde SIPRI hablan directamente de mano de obra insuficiente. "Muchas empresas europeas y estadounidenses están viendo grandes problemas para aumentar su producción debido a la escasez de mano de obra". Sin embargo y, a diferencia de durante el comienzo de la guerra de Ucrania, unos costes de los materiales más estables ofrecen a la empresas una perspectiva mejor de la que se encontraron a comienzos del año en lo que respecta a sus gastos.

En cualquier caso, los costes laborales son un problema que están admitiendo las propias empresas. Patrice Caine, director ejecutivo de Thales, reconoció que se han encontrado con "tensiones en los mercados laborales" Greg Hayes, ceo de Raytheon explicó en los últimos resultados que "nos está costando contar con suficiente gente en nuestra cadena de suministro y situó el problema de las contrataciones como el principal problema de la compañía entre finales de 2022 y comienzos de 2023.

Además, estos desafíos no han hundido el ánimo del mercado., que mantiene aún un sólido potencial en casi todas las compañías del sector. El consenso de Bloomberg otorga un potencial de revalorización positivo a todas las compañías menos a la francesa Dassault. Quitan esa excepción ninguna compañía tiene un retorno inferior al 8%, mientras que las firmas con un potencial cercano o superior al 10% son la norma. Hay algunos casos como la alemana RheinMettal, a la que los expertos le auguran un potencial del 20% o la francesa Thales, a la que dan un 14%.