jueves, 7 de diciembre de 2023

Una tormenta se cierne sobre la 'era dorada de la banca' y amenaza sus beneficios récord

 



  • Los altos tipos de interés podrían acabar restando si la economía se estanca
  • La inflación persistente y los temores al estilo SVB también pesarán



La banca ha sido uno de los grandes ganadores de 2023, a pesar de que una potente agitación a comienzos de año sacudió todo el sector a raíz de la quiebra de Silicon Valley Bank, que puso de manifiesto los peligros de las subidas de tipos para el sector. Un entorno más restrictivo en cuanto al 'precio del dinero' está ofreciendo buenas perspectivas para unas empresas que no paran de anotarse buenos resultados. En ese sentido, los mercados han convertido a las entidades en las grandes estrellas de 2023, quitando a la tecnología, que se ha disparado aupada por la Inteligencia Artificial. Sin embargo, los expertos alertan de que los próximos meses diversos desafíos se ciernen sobre el sector que podrían cortar por completo su racha alcista.

Desde que comenzó en 2023 el sector en su conjunto acumula una revalorización del 23,61% en Europa. No se trata del mejor sector debido a un crecimiento desigual de sus componentes, pero entre los grandes ganadores del EuroStoxx 50 es fácil encontrar grandes entidades. Unicredit avanza un 87% en lo que va año, siendo la mejor del índice y BBVA es la tercera con una revalorización del 50,24%. Entre las mejores acciones del selectivo paneuropeo también están otras como el Banco Santander o Intesa Paolo.

En Estados Unidos, por su parte, las caídas de comienzos de año han sido insalvables y el sector sube solo un 3% en lo que va de año. El hecho de que varios bancos regionales de gran tamaño quebrasen (Silicon Valley Bank, Signature, First Republic) desató caídas en muy poco tiempo del 30%. A pesar de ello, desde la caída de First Republic y su posterior compra por parte de JP Morgan, este sector ha podido rebotar un 20%. Mientras las principales empresas del sector sacan músculo con grandes incrementos de beneficios.

A pesar de que los altos tipos de interés ofrecen a los bancos una mayor rentabilidad en los préstamos, un mal desempeño de la economía puede terminar afectando a estas empresas. Charles Cohen, analista del Fondo Monetario Internacional, alertaba en su último informe de que que "podríamos ver pérdidas a medida que tanto los consumidores como las empresas se enfrentan a mayores costes de financiación" y, por lo tanto, "podrían perderse empleos e ingresos comerciales".

Tanto el BCE como la Fed han emprendido dos de los ciclos de endurecimiento monetario más rápidos de la historia para detener una inflación galopante. El primero ha llevado el precio del dinero a máximos de 2001 al subir 450 puntos básicos en solo 14 meses. Por su parte, la Reserva Federal se ha encomendado a un alza de 525 puntos básicos en poco más de un año y medio. En ambos casos han afirmado que ahora toca dejar sus respectivos tipos de interés en niveles altos durante algún tiempo. En el caso de EEUU el consenso de los analistas de Fedwatch da por hecho que estarán sin ningún movimiento hasta mayo y que se realizarán desde entonces cuatro bajadas de un cuarto de punto. En el caso del BCE los mercados apuntan a abril pero diversos miembros y su presidenta, Christine Lagarde, han expresado públicamente que creen que aún falta un largo recorrido para ni siquiera empezar a debatir esta opción.

Este entorno de tipos altos, en estas condiciones, podría presentar problemas para el sector. Mike Wade, analista de Deloitte, explica precisamente, que a pesar de las mayores ganancias por los tipos de interés, el hecho de que estas sean tan prolongadas puede acabar golpeando a estas empresas. "Los tipos de interés más altos han sido una bendición con los ingresos aumentando significativamente". Sin embargo, "los tipos elevados seguirán reduciendo márgenes, especialmente aumentando el coste de los depósitos", principalmente en EEUU, pero, en menor medida, también en Europa.

Desde Deloitte explican que reducir estos altos costes de los depósitos será algo muy difícil, incluso cuando empiecen a bajar los tipos. Mientras que cada vez menos gente optará por buscar financiación dadas las condiciones. "Las expectativas de los clientes serán más altas y damos por hecho que habrá una mayor competencia en el mercado que obligará a los bancos a dar mejores retornos para garantizar la liquidez, a costa de su rentabilidad". Y, mientras esto ocurre, las condiciones macroeconómicas laminarán el crecimiento en préstamos y otros productos. Wade explica, en este sentido, que "esperamos que la demanda sea modesta dadas las condiciones macroeconómicas y los tipos de interés".

Al margen de que sea más caro pedir financiación. El entorno económico podría empeorar de forma clara con el paso de los meses. Las perspectivas de la Comisión Europea dan por hecho que Alemania entrará en recesión, mientras que Suecia ha hecho público el pasado miércoles que ya ha encadenado dos trimestres de contracción económica. La UE cree que la eurozona crecerá un 1,3% en 2024, tras varias previsiones a la baja, pero diversos expertos ponen la atención sobre indicadores de una posible recesión. "Europa ha pasado por un año de crecimiento cero y ahora se dirige a un año en el que tanto las políticas monetarias como las fiscales están diseñadas para frenar el crecimiento", explican desde el FMI. En EEUU aún hay temores de recesión, pero se confía que logre un 'aterrizaje suave' de su economía. Eso sí, los últimos datos de la Conference Board dan por hecha una profunda desaceleración hasta un crecimiento del 0,8% del PIB frente al 2,4% que estiman que se logrará este año.

Los expertos temen que este entorno dañará la demanda de productos bancarios. "Creemos que los márgenes de intereses (diferencia entre lo que gana el banco por créditos y lo que paga por depósitos) tocarán fondo" para el primer trimestre de 2024, dijo Stephen Scouten, analista de Piper Sandler. Harry Terris, analista de S&P Global, coincidía en este punto de vista, alegando que "con el final de las subidas de tipos de la Reserva Federal (y del BCE) muchos bancos están pronosticando caídas del margen de intereses en el corto plazo". Aunque, desde S&P Global dejan claro que es mejor para la banca unos tipos de interés altos en comparación con un entorno 'ultra laxo' "como el que vivieron durante la década de 2010". El problema viene del cambio de paradigma que se ha vivido tan rápido respecto a las condiciones monetarias.

"Los españoles e italianos son más sensibles al aumento de las tipos debido a que mantienen una mayor proporción de préstamos variables"

Los expertos de la firma también dejan claro que esta menor rentabilidad cambia mucho en función de los mercados en los que operan los diferentes bancos. De hecho, "los españoles e italianos son más sensibles al aumento de las tipos debido a que mantienen una mayor proporción de préstamos variables, que ajustan periódicamente sus precios en línea con el Euribor, o el euro interbancario". Por su parte, los bancos del norte de Europa tienen una mayor proporción de créditos a tipo de interés fijo. Además de otros factores como la competencia que haya en ese mercado por los depósitos.

Enrique Reina, socio de Accuracy coincide en que 2024 tendrá "un entorno con los tipos de interés que afectará a sus márgenes". Sin embargo, el experto cree que el golpe en ese sentido puede ser menor de lo esperado debido a que "han firmado un porcentaje de préstamos mayor de la media histórica a tipo fijo", en unas buenas condiciones debido al entorno alto de tipos de interés. Esto sumado a una "gestión de su sensibilidad a los tipos con sus carteras de deuda, podrían tener un impacto menos directo ante un cambio de paradigma el año que viene".

Al margen del impacto directo del 'precio del dinero en sus cuentas, Moody's destacaba en un reciente informe que la inflación puede suponer otro frente muy serio. Se espera que no se vuelva al objetivo del 2% en EEUU hasta 2025, según la hoja de ruta de la Fed. En la UE también coinciden en que este esta 'última milla' será la más difícil de recorrer. En ese sentido Ana Arsov, analista de Moody's, explicaba que los mayores costes "pueden llevar a los bancos a tomar decisiones equivocadas" y les lleve a "ajustar sus carteras de forma incorrecta". En ese sentido dejaba claro que "las perspectivas para el sector siguen siendo negativas" (en EEUU) debido a este factor y al resto de desafíos.

En resumen, esta larga travesía con 'el precio del dinero' alto seguirá con unos ingresos a la baja debido a que el margen de intereses irá debilitándose. Mientras esto ocurre, el resto de negocios estarán lastrados por el entorno y los costes seguirán siendo un problema. Este es el motivo por el que los principales bancos de EEUU y del mundo estén inmersos en agresivas campañas de recorte de gastos y despidos con los que buscan tener una estructura más liviana para un entorno más complicado.

Nomura ha sido el último en avisar de un recorte de 100 millones de dólares que escalarán hasta 340 millones para 2025. Hace escasos meses Deutsche Bank anunciaba una nueva tanda de despidos (800) en un plan escalonado con el que busca reducir los gastos hasta un 62,5% de los ingresos para 2025, en lo que implicaría un ahorro anual de unos 100 millones de euros. En EEUU las medidas son más radicales y solo los cinco grandes bancos ya han recortado cerca de 20.000 puestos de trabajo este 2023. Según explicaban Wells Fargo y Goldman Sachs, que han reducido un 5% de su plantilla cada uno, esto se debe al panorama más complicado y las caídas de ingresos en negocios clave.

Al margen del impacto que se pueda vivir en su facturación orgánica y sus negocios más tradicionales. Los expertos del FMI creen que réplicas de SVB podrían tener un gran impacto. El motivo es que los bonos y otros títulos pierden valor con unos tipos de interés altos y parece que, incluso con recortes, estos se mantendrán en terreno restrictivo mucho tiempo. En ese sentido, tener que vender estos bonos si hay retiradas en los depósitos podría volver a presionar al sistema financiero, una situación que ya sucedió con varios bancos de EEUU y que, según el FMI, podría replicarse en un entorno como el que se planea de un largo periodo con los tipos altos.

Unos beneficios 'récord'

En cualquier caso, el potencial de la banca sigue siendo muy alto. En el caso de la europea, el consenso de los analistas de Bloomberg defienden que todavía tiene un potencial de revalorización del 26,9%. Esto se debe porque, aunque pueda haber peligros, el mercado se habría mostrado demasiado cauto ante unos grandes ingresos que han logrado capturar la banca hasta el mundo. Y, por ello, los bancos deberían subir más para afrontar su nueva realidad. Por su parte, las firmas más grandes de EEUU tienen un potencial de entre el 10% y el 14%.

Los grandes bancos españoles, por ejemplo, ganaron hasta septiembre cerca de un 20% más, llegando a los 19.000 millones dólares. Según los datos de recopilados de Deutsche Bank, los bancos europeos han disparado la rentabilidad hasta máximos de 2007. De hecho, los beneficios absolutos de las 22 principales instituciones habrían alcanzado un total de 74.000 millones de euros, máximos históricos en un semestre. La gran banca de EEUU (JP Morgan, Bank of America, Wells Fargo, Citi y Goldman Sachs) incrementaron el tercer trimestre un 17% sus beneficios hasta los 34.000 millones de dólares.

Sin embargo y a pesar de estos buenos datos, incertidumbres están bloqueando la apuesta de los inversores por el sector. "Los gestores no están aprovechando las valoraciones bajas de la banca en relación al mercado porque nadie quiere tener mucha exposición antes de una posible recesión o algún problema crediticio (como el de SVB)", explicaba la analista de UBS, Erika Bajarian. En ese sentido queda por ver si en los próximos meses estas dudas se disiparán y la banca podrá abrazar su potencial o si los desafíos que emergen en 2024 pueden truncarlo.