- Esta práctica afecta a todos los usuarios que compran por internet, aunque ellos sean honestos
Las compras online se han multiplicado en los últimos 10 años, y es que ahora por las carreteras vemos cientos de furgonetas de reparto entregando a domicilio o en puntos de recogida todo tipo de productos que los usuarios compran a través de internet.
De hecho, el volumen de compras online es tan grande que se han creado nuevos negocios a partir de ello, como los mencionados puntos de recogida. Del mismo modo que las propias tiendas han tenido que adaptarse a estos nuevos tiempos y ofrecer nuevas medidas que se ajusten a las demandas de los compradores.
Si bien la devolución de los productos ha sido algo que lleva existiendo muchísimos años, con las compras online las tiendas han tenido que modernizarse, y si antes la única opción que tenían los clientes para cambiar el artículo o que le devolviesen el dinero era acudiendo a la tienda físicamente.
Pero claro, ahora al comprar desde Internet, los clientes se pueden encontrar a cientos de kilómetros del lugar y con la intención de vender a la máxima cantidad de gente posible, los negocios asumen los costes de transporte de las devoluciones. El auge de las compras en internet también se debe a que los usuarios pueden encontrar cientos de "gangas" a precios muy bajos, que luego en tienda física no se encuentran tanto.
Y el problema es que en muchos casos a la compañía le sale más caro el proceso de la devolución del producto que lo que cuesta este en sí, y para recortar gastos, es cada vez más común que directamente le digan al cliente que se quede con el producto y que le devuelven el dinero. Por ejemplo, un cable USB que cuesta menos de 10 euros no le sale rentable a la tienda mandar un repartidor para que vaya a por él, por que el coste de todo ese proceso supera los 10 euros.
En qué consiste el fraude de "las devoluciones sin devolución"
Esto es algo que hacen muchísimos portales de compras online, como Amazon, eBay y también muchos las tiendas chinas como Aliexpress, Temu o Hacoo (que son las que más gastos de envío tienen por su lejanía). La cosa es que los usuarios se han dado cuenta de ello, y por ello es cada vez más común que pidan la devolución de un producto a la tienda, pero la trama es que no lo quieren devolver, sino que quieren que les devuelvan el dinero y quedarse con el artículo.
Los casos que se aprovechan de "este vacío legal" no dejan de crecer, y aunque pueda sonar beneficioso para el comprador, a la larga está dañando el sistema de las compras online, y en consecuencia nos afecta a todos de manera negativa. Esto es porque las empresas están tomando medidas contra ello y, por ejemplo, Zara está comenzando a cobrar tarifas por devolución y a limitar los plazos para evitar abusos.
Esto es algo que a los compradores honestos les afecta negativamente, aunque también es verdad que otras empresas están probando con un nuevo algoritmo IA que analiza factores como el historial de compras, la frecuencia de devoluciones y lealtad del cliente para determinar si aplicar o no esta política de reembolso.