jueves, 23 de enero de 2025

La razón por la que los presidentes de EEUU aceleran su edad biológica y lucen más viejos: la longevidad vista desde Clinton a Trump

 

Foto: Dreamstime.


  • El estrés crónico puede causar daños a nivel celular 


Al comparar las imágenes de un presidente en el día de su investidura con las fotos de su despedida, se pueden notar cambios significativos, sobre todo, si son imágenes de los presidentes de Estados Unidos. Y es que, según una publicación de Fortune, los últimos cinco mandatarios del país norteamericano lucen más viejos debido a que durante sus gobiernos aceleraron sus edades biológicas.

El estrés crónico está a la orden del día y afecta a millones de trabajadores en el mundo. Esta tensión, tanto física como emocional, puede prolongarse durante semanas, meses e incluso años, dejando secuelas que van más allá de la fatiga y los olvidos. En esta línea, los estudios han demostrado que el estrés sostenido puede elevar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y presión arterial alta, transformándose en una amenaza silenciosa que afecta a la salud de los trabajadores.

Recientemente, se ha observado que el estrés crónico puede tener un impacto visible en el envejecimiento, lo que ha sido particularmente evidente en los rostros de los presidentes de Estados Unidos, según reza un análisis de Fortune sobre el paso de los años desde la era Clinton a la actual de Donald Trump. Este fenómeno de longevidad es un recordatorio del peso que conlleva gobernar un país, una carga que puede acelerar el proceso de envejecimiento.



En este contexto, Barack Obama, durante un discurso hizo una broma sobre su apariencia, afirmando que no había envejecido ni un poco en 16 años. Sin embargo, la realidad es que el estrés crónico puede manifestarse físicamente, un tema que ha cobrado relevancia en el escenario de las elecciones de 2024, donde tanto Joe Biden como Donald Trump superarán los 78 años al asumir el cargo.

Aunque todos los trabajos pueden ser estresantes, la carga emocional y psicológica que enfrentan los líderes mundiales es difícil de comprender para quienes no están en su posición donde tienen que tomar decisiones clave en momentos de crisis. Esta presión constante, indica el medio, puede tener como resultado "la aceleración del envejecimiento biológico". Un fenómeno de longevidad que es más evidente en estas figuras políticas que en la población general.

El choque de la evidencia científica

La evidencia científica sobre el impacto del estrés en la longevidad es contradictoria, según afirma Fortune. Un estudio de 2015 indicaba que los presidentes y otros líderes públicos tenían un 23% más de riesgo de muerte prematura en comparación con sus oponentes, mientras que otro estudio en 2011 no encontró pruebas de que los presidentes estadounidenses murieran antes en promedio. Sin embargo, la investigación sugiere que el estrés puede manifestarse en el envejecimiento físico, aunque no necesariamente afecte la duración de la vida.

Al respecto, S. Jay Olshansky, profesor de la Universidad de Illinois, destaca al medio que el encanecimiento y las arrugas son parte normal del envejecimiento, pero pueden acelerarse por factores como el estrés. A pesar de que los presidentes pueden experimentar un envejecimiento visible, no está claro si sus vidas se acortan como resultado directo de su trabajo. Sin embargo, tienen acceso a atención médica de élite, lo que podría ayudar a mitigar algunos efectos negativos del estrés.

Los daños celulares por estrés crónico

Investigaciones recientes han demostrado que el envejecimiento biológico puede fluctuar y que el estrés puede causar daños a nivel celular. Michael Snyder, presidente del departamento de genética de la Universidad de Stanford, señala a Fotune que el estrés crónico no solo afecta la salud física, sino que también puede alterar el ADN, lo que a largo plazo se asocia con diversas afecciones crónicas.

El estrés agudo puede ser manejable, pero el estrés crónico se convierte en un enemigo interno que afecta el funcionamiento del cuerpo. La epigenética juega un papel importante, ya que el estilo de vida y las elecciones diarias pueden modificar la expresión de los genes y, por ende, la salud a largo plazo. Esto plantea preguntas sobre la reversibilidad de estos efectos, especialmente en el contexto de un entorno laboral estresante. Más si se trata del entorno de trabajo de los presidentes del gigante de Estados Unidos.