jueves, 29 de marzo de 2018

El turista vende el destino

El turista vende el destino
Las imágenes publicadas por los turistas en las redes sociales se convierten en un reclamo para visitar el destino (Instagram)

  • Las fotos de los visitantes se erigen como el mejor reclamo para captar nuevos clientes

El marketing visual gana puntos. Un estudio revela que un tercio de turistas eligen sus destinos a partir de una foto. “Ves una imagen y te dices: yo también quiero ir ahí”, afirma Dan Holowack, director general de Crowd Riff, una plataforma con sede en Canadá que ha estudiado el impacto en la captación de nuevos clientes del marketing visual. Holowack sostiene que las imágenes colgadas por los propios turistas en las redes sociales (especialmente en Instagram) son hoy la mejor herramienta –mucho más que los comentarios– para vender un destino a otros clientes. Así que el turista que hace fotos y las comparte se ha convertido sin saberlo en el mejor y más fiel agente de viajes del destino visitado.
Dan Holowack fue ponente en el X congreso mundial de Turismo de Nieve y Montaña celebrado la pasada semana en Andorra. Un evento en el que participaron expertos en turismo de dieciséis países y en el que se debatió sobre las últimas estrategias para captar clientes.
El estado se hace con los derechos de las fotos del visitante para usarlas en promoción
El estado de Colorado, en EE.UU., ha sido uno de los primeros destinos del mundo en poner en práctica esta estrategia. “Hace tres años empezaron a contactar con turistas que colgaban sus fotos en las redes sociales tras visitar el estado para hacerse con los derechos de la imagen”, recuerda el director general de Crowd Riff. La mayoría de los visitantes acceden a la petición “y Colorado tiene ahora en su poder un archivo con miles de fotos, la mayoría de buena calidad, de todos los rincones del territorio”. Imágenes que son usadas como reclamo turístico “y que generan mucha más confianza y credibilidad entre los potenciales visitantes que aquellas hechas por profesionales publicadas en folletos oficiales”, añade Holowack. En la estación de esquí Blue Mountain de Ontario (Canadá) se ha empezado a hacer lo mismo y los resultados “son muy satisfactorios”, revela este experto en estrategias de marketing.
Un turista comparte su experiencia en Laponia
Un turista comparte su experiencia en Laponia (Instagram)
El turismo no se entiende hoy sin las nuevas tecnologías. Pero aún hay muchos empresarios del sector “que parecen no haberse enterado de este cambio”, afirmó Cristopher Hinteregger, responsable de Alturos Destinations (Austria), otro de los ponentes en el congreso.
“Tenemos neveras inteligentes, robots en las recepciones, coches autónomos... pero seguimos haciendo muy poco para digitalizar al turista”, lamentó Hinteregger. Lo que choca con el hecho de que el visitante cada vez utiliza más los canales digitales para buscar los destinos y hacer las reservas. “Cuánto más sepamos del turista más fácil será venderle el producto o hacerle llegar ofertas para que reserve directamente en las webs de los negocios y no a través de intermediarios”, añade el experto austriaco. Y esa información está en el universo virtual.
El control de las redes usadas por el turista permite atender sus deseos en tiempo real
Es lo que Dimitri Buhalis, director del Tourism Lab de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido) denomina “turismo inteligente”. “El futuro pasa por saber en todo momento qué quiere el turista y eso es posible si somos capaces de conectar todos los canales digitales para que haya una interacción en tiempo real”. El visitante ya está conectado antes de llegar al destino “y la auténtica personalización del servicio llega cuando detectamos, a través de sus canales, lo que le falta o ansía y cumplimos ese deseo sin necesidad de que lo pida”. Y continúa: “Si llega a la habitación y escribe en la red que no ha encontrado café, hay que detectar de inmediato ese mensaje y, si es posible, llevarle una cafetera”. Las preferencias del turista están en ese mundo digital, “así que sólo hay que buscarlas para satisfacer esos deseos”.
En el congreso de Andorra se habló también, y mucho, de hospitalidad y reinvención. Albert Grau, director socio de Magma Hospitality Consulting, insistió en la necesidad de reformar “hoteles que han quedado obsoletos, lo que vale tanto para la playa como para la montaña, para adecuarlos a las exigencias del nuevo cliente”. Y eso no es repintar la habitación, matizó. Hay que cambiar toda la estrategia, dotar a esos complejos de espacios acogedores, acometer lavados de cara integrales para cambiar el perfil de cliente, cuando el producto ha quedado anticuado y adaptarse a los nuevos canales de reservas y deseos de la persona.
(Instagram)
El perfil del turista de montaña está cambiando y busca algo más que naturaleza, excursiones o ascensos a picos. El lujo, el confort y la hospitalidad tienen que ser compatibles con las botas de trekking y los destinos tienen que renovarse –según los expertos reunidos en Andorra– con la venta de nuevas experiencias, al margen de los paquetes tradicionales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.