lunes, 19 de marzo de 2018

Las cifras que demuestran que el mundo es hoy un lugar mucho mejor que hace 30 años




Crece la población, la riqueza, la esperanza de vida, la salud y el nivel educativo de la población a nivel mundial en plena globalización.



Entre 1960 y 2016, la población mundial aumentó un 145%, pero en ese mismo periodo el PIB per cápita aumentó un 183%. Este dato desmonta el argumentario basado en que un aumento de la población mundial supone, a la larga, mayor pobreza por el agotamiento de los recursos. Pero, además, la tasa de pobreza extrema también se redujo considerablemente en estos últimos años. En 1980, la tasa se situó en un 44,3% a nivel mundial, mientras que en 2015 el indicador bajó hasta el 9,6%.

Estos datos positivos también tienen su correlación con la salud. La tasa de mortalidad entre los recién nacidos era de 64,8 por cada 1.000 en 1990. Pero en 2016, la realidad era bien diferente, ya que solo 30,5 bebés fallecían por cada 1.000 -en 26 años se ha reducido un 53%-. Igual de positivo es la caída de la mortalidad entre los menores de cinco años: en 26 años se ha pasado de una tasa de 93,4 fallecidos por 1.000 a un 40,8 -una reducción del 56%-. De igual manera, el número de mujeres que fallece durante el parto también ha decrecido -en 1990 el número de muertes fue de 532.000 y en 2015 de 303.000, una disminución del 43%-.

Asimismo, en las últimas décadas, la hambruna casi ha desaparecido en las zonas donde no hay conflictos bélicos. En 1961, el suministro de alimentos en 54 de 183 países era inferior a las 2.000 calorías por persona al día, mientras que en 2013 esta lacra tan sólo se reducía a dos países. Por su parte, el indicador de la esperanza de vida promedio en el mundo en 1960 era de 52,6 años, en 2015 aumentó un 37%, situándose en 71,9 años.


En 1960, los estadounidenses trabajaban una media de 1.930 horas al año, frente a las 1.758 de 2017, un 9% menos. No es el único caso: el número de horas trabajadas ha bajado un 14% en los países ricos.

Los niveles de escolarización y de acceso a la universidad también han crecido a nivel mundial. En 1970, el 74% de los alumnos finalizaban la escuela primaria, mientras que en 2015 la cifra alcanzó el 90%. La etapa secundaria de educación se situaba en un 53% en 1986 -un poco más de la mitad de los alumnos finalizaban esta etapa educativa-, mientras que en 2015 creció hasta llegar al 77% de alumnos que terminaban el instituto con éxito académico. Finalmente, el número de estudiantes con matrícula universitaria ha crecido un 260% -del 10% en 1970 al 36% en 2015-.

Por último, en materia de medio ambiente, la emisión de los seis gases contaminantes más comunes se han reducido un 67% en EEUU desde 1980, y la dinámica es similar en el resto de países occidentales.
Patricia Malagón

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