miércoles, 20 de julio de 2011

El peor lugar del mundo para ser mujer


Foto from elconfidencial.com

Se encuentra en el estado de Uttar Pradesh, al norte de India y es el área más poblada del país, con más de 200 millones de personas. De ellas, 60 millones viven con menos de un euro al día. En este ‘idílico’ panorama las mujeres jóvenes están en peligro debido a varios casos de violaciones "extremadamente" brutales que han encendido todas las alarmas. Casos como el de Sarika, de 16 años, que fue atacada por cuatro hombres al salir de su casa. "Shivam (un amigo) me agarró la mano y me pidió que me casara con él. ¿Cómo voy a hacerlo si es como mi hermano?”. La respuesta fue atroz: Sarika fue golpeada hasta quedar inconsciente; ahora tiene el cuerpo lleno de cicatrices hechas con cuchillos y pequeñas hachas.
A pesar de que el agresor Shivam fue detenido, los otros tres atacantes siguen en libertad, razón por la que la familia de Sarika ha abandonado todas sus tierras y se ha trasladado a un pueblo a 45 kilómetros de distancia. Como ella, hay cientos de mujeres que han sufrido violaciones o tentativas de violación. "Es una situación muy difícil", afirma Roop Rekha Verma de ‘Sajhi Duniya’, una ONG que trabaja con mujeres. "Hay mucha violencia: los crímenes van en aumento, los problemas de género están creciendo y las niñas están siendo atacadas, tanto en zonas rurales como urbanas".
Ser mujer es complicado en India, pero si perteneces a un colectivo marcado por el estigma de la pobreza, más aún. Uttar Pradesh ha tenido siempre una alta tasa de delincuencia, pero es la crueldad de los ataques lo que ha sorprendido. Así, el colectivo más afectado son las mujeres de la baja casta Dalit (conocidas anteriormente como ‘intocables’), hasta el punto de que el 90% de las víctimas son de esta casta y el 85% de ellas son menores de edad que viven aldeas remotas.
El por qué de esto se encuentra en una costumbre no muy amable con las mujeres. Desde hace poco tiempo, en algunas zonas del sur del estado de Bundelkhand, las mujeres son convertidas casi a la fuerza en novias o esposas de los ricos terratenientes de casta superior para los que trabajan sus maridos y obligadas, por tanto, a dormir con ellos en su noche de bodas.
A pesar de que quien gobierna la zona de Uttar Pradesh, Mayawati Kumari, sea una mujer Dalit y que la discriminación de castas haya estado siempre fuera de la ley, los activistas reconocen que no ven una solución a corto plazo ya que la sociedad de la zona es, en gran medida, patriarcal, es decir, se siguen utilizando estructuras feudales para asegurarse de que las mujeres sigan estando marginadas y oprimidas y que tengan, así , la necesidad de tener un hombre cerca que las ‘proteja’.
Perfil de violador: adinerado con influencia política

Los activistas que luchan contra este problema afirman que al denominador común en los casos de violación es que los agresores, en una amplia mayoría, son personas con gran poder económico e influencia política.
Los recientes casos de violación y, sobre todo, la cobertura que están haciendo los medios de comunicación a nivel no solo local, si no internacional, han puesto a la Administración del Estado bajo presión en un momento crucial: la celebración de elecciones estatales dentro de unos meses. Rahul Gandhi, diputado por el Partido del Congreso que está en la oposición, visitó en Uttar Pradesh a Sarika y su familia, comprometiéndose a obtener justicia. Como se observa, los líderes de la oposición han encontrado un filón con este tema: “Los crímenes contra las mujeres será un tema importante en las urnas; deben saber que lucharemos por ellas”.
A otros líderes, en cambio, no les preocupa este tema ni han visitado a las víctimas como, por ejemplo, la ministra Mayawati, que, siendo mujer, “parece ser que no le interesa siendo algo que le afecta por su condición femenina”, según afirma el líder del Congreso del Estado Bahuguna Joshi. Esto es dicutible ya que, durante el mes de agosto, la ministra tiene entre sus planes realizar una serie de campañas para tranquilizar a las mujeres de que “estarán seguras bajo mi mandato”, algo que no contenta a víctimas como Sarika: “Esas promesas sirven poco para mí. Quiero que sean detenidos, la pena de muerte para que todos vean lo que les pasaría si cometen este delito.”
La política se hace cargo de ellas solo si están en el ojo del huracán de los medios y ONG’s. Razón de más para afirmar que Uttar Pradesh es uno de los peores lugares para ser mujer. Las cifras así lo avalan, en 2009 1.759 mujeres fueron violadas según de ‘National Crime Records Bureau’; sin embargo, los funcionarios de la zona afirman “que no está nada mal para una población de 200 millones de personas. Somos el estado más grande en términos de población, pero si se toma el porcentaje de violaciones, nos situamos en el puesto número 28 en el país”. Evidentemente, estas declaraciones han indignado a los activistas: “Las estadísticas no reflejan la situación real y solo una pequeña fracción de los delitos son denunciados y registrados”.
En la sociedad tradicional de la India, la virginidad antes del matrimonio es apreciada y la violación conlleva un gran estigma, por lo que muchas mujeres no se acercan a comisaría a denunciar; o, en otros casos, son los propios policías los que son obligados a maquillar las cifras de criminalidad bajas presionados por sus jefes políticos. Por ello, se puede decir que por cada caso que se registra, nueve desaparecen. Para paliar esto, G.P. Sharma, el Inspector General de la Policía, afirma que “nos estamos tomando en serio el tema de la formación de policías y vamos a trabajar en la sensibilización de género”. ¿Servirá esto para que Uttar Pradesh deje de ser el peor lugar del mundo para una mujer?
Por Sara de Diego   from elconfidencial.com  19/07/2011

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