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Es el complemento de moda, el más deseado por las celebrities y el must have de este verano. Las gafas de sol de colores se han convertido en todo un fetiche para completar un estilismo con personalidad y desenfado. Pero de entre todas las marcas que se han sumado a esta tendencia pensada para amantes del look 'gafa-pasta', una destaca por ser original y pionera. Se trata de Super, la firma que en 2007 inició el fenómeno de las gafas de acetato manufacturadas de diferentes graduaciones, que esta temporada relanza sus populares Classics a modo de homenaje.
Super fue la primera firma en lanzar gafas para el canal de la moda en una completa gama de colores, creadas en función del diseño y, sobre todo, la calidad. Daniel y Simon Beckerman, editores de la revista independiente PIG Magazine, la más influyente en cuestiones de moda y música en Italia, así como de PIG Radio, uno de los sitios web de música indie más importante de la Red, tenían claro que para fundar su propia marca de anteojos debían fabricar a mano en su país. Y desde su presentación en sociedad, todo tipo de artistas, famosos, deportistas de élite y trendsetters se han interesado por la marca y se han convertido en fieles prescriptores. Sienna MIller, Jessica Alba, Beyoncé y Valentino Rossi son algunos de estos conocidos fans.
¿La fórmula del éxito? Modelos sencillos, muy coloridos, de materiales de la máxima calidad y a un precio razonable. Unas gafas que, tal y como lo indicó la revista i-D, "se venden más que los paninis italianos".
La historia de unos 'visionarios'
La idea de la creación de Super surgió cuando Daniel se dio cuenta de que no había en la industria óptica ninguna marca que personificara cierto tipo de cultura de moda: "Es como si en aquel momento sólo existieran firmas de calidad intermedia en el mercado, representadas exclusivamente por las licencias de gafas de las grandes casas de moda, como Gucci, D&G, Armani, etc. ¿Y qué hay de todas las demás casas de street couture? Parece que nadie estaba dispuesto a jugar y experimentar con las tendencias en este complemento: todas las gafas son negras, o carey, grises… ¿Dónde están las gafas para mí y mis amigos?"
Con esta idea en mente, Daniel se dirigió a Simon, indiscutible gurú de pensamiento creativo en el mercado actual, y juntos acudieron al fotógrafo y colaborador de Pig Magazine, Sean Beolchini, el tercero en discordia, para que les guiara en el viaje. Los mercadillos del mundo han sido una grandísima inspiración, de hecho Sean era ya un gran aficionado a los rastros y parecía tener siempre unas gafas para cada momento y estado de ánimo. El único inconveniente de éstas era que solían tener muy mala calidad. De ahí que el equipo confiara en Zeiss para realizar unas lentes con un elevado nivel de protección en todo tipo de condiciones de luz.
Así, llegaron a la conclusión de que existía una demanda no satisfecha en la industria óptica: las gafas creativas, de calidad y asequibles. Los primeros prototipos se fabricaron en invierno del 2006 (eran una revisión en clave vintage de los clásicos wayfarer). Y para ponerlos a prueba, el equipo los llevaba a todas partes. La respuesta fue inmediata: las gafas encantaban a todo el mundo.
La penetración de las gafas Super en el mercado supuso un éxito semejante. Rápidamente, grandes nombres de la industria de la moda se subieron al carro de la tendencia e introdujeron en sus propias colecciones modelos más coloridos, lo cual no ha hecho más que reafirmar el liderazgo de esta firma anticipándose a todo un fenómeno internacional.
Hoy, las gafas Super, con multitud de colores, diseños y formas, se encuentran a la venta en algunas de las tiendas más prestigiosas del mundo, como Colette en Paris, Barneys New York, 10 Corso Como en Milán, Bodega en Boston, Fred Segal en Los Ángeles, Steven Alan, Paris Texas en Dinamarca, Caliroots en Suiza...
Por L.S. Lara from vanitatis.com 22/07/2011
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