lunes, 24 de octubre de 2011

Bom dia


Fotos from elpais.com

Un pequeño homenaje a Lisboa una ciudad que siempre me da muchas emociones. ROBERTO
Escribo esto recién desembarcado de París pero ya en Lisboa, en una casa pintada a la carrera, con olor a nuevo, sentado en una caja de cartón de la mudanza, aún cerrada, donde pone, “libros del sótano” (¿Qué libros, por cierto, condené yo al sótano mientras estuve en París?) Extrañaré Francia, claro: sus fogonazos informativos, su manera novelesca de entender la política, con personajes de largo alcance que aparecen y desaparecen a lo largo de los años, sus legítimas ganas de colocarse a codazos en el centro del mundo pase lo que pase. Aunque, sobre todo, echaré de menos París y su incontestable belleza a pesar de sus precios, sus inviernos y algunos de sus camareros.


Pero esto va sobre Lisboa, sobre Portugal: vaya por delante que el idioma portugués no es tan fácil como puede parecer a un español que nunca lo ha estudiado. Yo ya he empezado y, además de eso, de su dificultad, me ha llamado la atención un neologismo que aquí se emplea con algo de humor negro y mucho de fatalismo: “Ser troikado” (dícese, más o menos, de cualquier institución portuguesa que va a ser fiscalizada por la troika económica - compuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea y el Banco Central Europeo- que acordó el rescate económico portugués en mayo y que impuso las condiciones para prestar 78.000 millones de euros).
Ya salió. La crisis. El desastre. El rescate. Los recortes. La hecatombe. El ahorro a ultranza, el coqueteo con la bancarrota. No se habla de otra cosa en este país, situado una ficha de dominó por detrás de Grecia, que afrontará el año que viene un presupuesto de guillotina rebosante de medidas durísimas (supresión de las pagas extras para muchos funcionarios y pensionistas) y que significará la defunción del tiempo de las alegrías. Esta frase no es mía, sino del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, y la pronunció el pasado 5 de octubre, día de la fiesta nacional de este país. Vamos camino de una espiral: el 24 de noviembre hay ya convocada una huelga general, los economistas advierten que 2012 será el año decisivo en el que el país se salvará o se despeñará por un agujero negro que acabará engulléndonos a todos…


Aquí, en mi amada Lisboa

Pero tiempo al tiempo. Esto va sobre Lisboa, irá sobre Lisboa, sobre Portugal, y no sólo sobre la actualidad (que es hoy, aquí, la economía). Intentaremos ocuparnos de otras cosas. Como el impresionante número de hermosísimas mansiones que languidecen cerradas a cal y canto, como las de las fotos. ¿Por qué Lisboa está llena de bellos balcones tapiados? No lo sé todavía. Lo iré aprendiendo todo sobre la marcha……..

Por: Antonio Jiménez Barca  from elpais.com   21 de octubre de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.