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Bruselas ha anunciado que va a exigir a los principales bancos europeos un ratio de capital de calidad del 9%. ¿Qué significa eso? ¿Qué incluye? ¿Es un requisito muy elevado? Aquí tienes las claves para entender qué pide Europea al sistema financiero.
Desde hace varias semanas, se está hablando de que Bruselas quiere reforzar el estado de salud de los grandes bancos del Viejo Continente. Y anoche confirmó cómo quiere hacerlo.
Los líderes de la Unión Europea han pactado que el capital de calidad que deben tener las entidades financieras de la región es del 9%. ¿Qué significa este término? ¿Qué incluye? ¿Han puesto el listón muy alto? Aquí tienes un breve resumen para entender qué se le está exigiendo al sector.
El capital de calidad, más conocido como core capital, es un ratio que mide la solvencia de los bancos.
Su resultado se debe a una simple cuenta. Cada entidad debe dividir sus fondos propios (donde se incluyen el capital y las reservas, es decir, el dinero que tiene en acciones, bonos convertibles..., y el que ha guardado para afrontar futuros problemas) entre sus activos considerados de riesgo (aquí se incluirían, por ejemplo, la deuda pública de los países, los bienes inmuebles). Estos últimos son más propensos a depreciarse con el tiempo y desequilibrar el balance.
El requisito mínimo del 9% es muy elevado si lo comparamos con lo que ha estado pidiendo Bruselas en los meses anteriores. El ejemplo comparativo más reciente se produjo en los test de estrés de julio, cuando la Autoridad Europea Bancaria (AEB) evaluó a las 90 entidades más importantes de la Unión Monetaria con una vara mucho más moderada.
Entonces, el aprobado estuvo en el 5%, un nivel que no alcanzaron ocho entidades (cinco de ellas, españolas). Pero los problemas que han ido destapando algunos bancos que habían logrado pasar dichas pruebas de solvencia han obligado a Europa a endurecer el examen.
Ahora, las entidades deben alcanzar un capital de calidad del 9% y deben hacerlo antes de julio de 2012, lo que significa que tienen ocho meses para conseguirlo. Pero no todos los bancos son susceptibles de alcanzar estos objetivos: sólo afectan a los llamados sistémicos. Es decir, aquellos más grandes que pueden provocar un efecto de contagio al sistema financiero europeo.
¿Cuánto dinero necesitan los bancos?
Bruselas ya ha anunciado que el conjunto de los principales bancos europeos requiere 106.400 millones de euros. Y la mala noticia es que el sector español tiene unas necesidades de capital muy elevadas, sólo superadas por los bancos griegos.
En concreto, según las cifras oficiales, las entidades helenas necesitan 30.000 millones y las españolas otros 26.000 millones. Los bancos italianos, por su parte, 15.000 millones, mientras que los alemanes 5.100 millones y los franceses 8.800 millones.
¿Qué pueden hacer los bancos para elevar su nivel de solvencia?
Una vez conocidas las exigencias de Bruselas, cada entidad debe pensar ahora cómo va a reforzar su capital de capital. Y lo más lógico es que incremente sus fondos propios que, volviendo a la división inicial, representa el numerador.
¿El motivo? Si los activos arriesgados (el denominador en la división) aumentan, la entidad se ve obligada a incrementar el numerador para así subir (o, al menos, dejar estable) el resultado, que es el famoso ratio de capital de calidad.
Y los expertos creen que tienen tres formas de hacerlo:
a) Ampliación de capital. “Lo más lógico es que cualquier banco con problemas emita nuevas acciones y espere a que alguien se las compre (en eso consiste una ampliación de capital), pero las condiciones del mercado complican esta posibilidad. Hay poco dinero en circulación y, cuanto más grande sea una entidad, más difícil será cerrar con éxito la ampliación”, dice Fernando Hernández, responsable de gestión de Inversis Banco.
b) Repartir menos beneficios. Otra opción es que los bancos amplíen sus reservas (elemento clave junto con el capital a la hora de calcular el ratio de solvencia). Para ello, por ejemplo, podrían dejar de repartir dividendos y bonus, es decir, no retribuir a sus accionistas y altos directivos.
Esta iniciativa tiene el respaldo de los analistas de mercado y de algunos bancos de inversión y, de momento, sólo es una opción. Sin embargo, si alguna entidad llega a julio sin los deberes hechos, será una obligación impuesta desde Bruselas.
c) Buscar ayuda externa. Por último, y suponiendo que fallen las opciones anteriores, los bancos también pedir pedir ayuda. Ahora bien, Europa ha dejado claro que la primera opción es buscar dinero en los mercados, es decir, en manos de inversores privados.
Si no consiguen el dinero suficiente, las entiedades pueden acudir a su país de origen. Y sólo en el caso de que las opciones anteriores fallen, podrán acudir el fondo de rescate, el llamado FEEF.
Los líderes de la Unión Europea han pactado que el capital de calidad que deben tener las entidades financieras de la región es del 9%. ¿Qué significa este término? ¿Qué incluye? ¿Han puesto el listón muy alto? Aquí tienes un breve resumen para entender qué se le está exigiendo al sector.
El capital de calidad, más conocido como core capital, es un ratio que mide la solvencia de los bancos.
Su resultado se debe a una simple cuenta. Cada entidad debe dividir sus fondos propios (donde se incluyen el capital y las reservas, es decir, el dinero que tiene en acciones, bonos convertibles..., y el que ha guardado para afrontar futuros problemas) entre sus activos considerados de riesgo (aquí se incluirían, por ejemplo, la deuda pública de los países, los bienes inmuebles). Estos últimos son más propensos a depreciarse con el tiempo y desequilibrar el balance.
El requisito mínimo del 9% es muy elevado si lo comparamos con lo que ha estado pidiendo Bruselas en los meses anteriores. El ejemplo comparativo más reciente se produjo en los test de estrés de julio, cuando la Autoridad Europea Bancaria (AEB) evaluó a las 90 entidades más importantes de la Unión Monetaria con una vara mucho más moderada.
Entonces, el aprobado estuvo en el 5%, un nivel que no alcanzaron ocho entidades (cinco de ellas, españolas). Pero los problemas que han ido destapando algunos bancos que habían logrado pasar dichas pruebas de solvencia han obligado a Europa a endurecer el examen.
Ahora, las entidades deben alcanzar un capital de calidad del 9% y deben hacerlo antes de julio de 2012, lo que significa que tienen ocho meses para conseguirlo. Pero no todos los bancos son susceptibles de alcanzar estos objetivos: sólo afectan a los llamados sistémicos. Es decir, aquellos más grandes que pueden provocar un efecto de contagio al sistema financiero europeo.
¿Cuánto dinero necesitan los bancos?
Bruselas ya ha anunciado que el conjunto de los principales bancos europeos requiere 106.400 millones de euros. Y la mala noticia es que el sector español tiene unas necesidades de capital muy elevadas, sólo superadas por los bancos griegos.
En concreto, según las cifras oficiales, las entidades helenas necesitan 30.000 millones y las españolas otros 26.000 millones. Los bancos italianos, por su parte, 15.000 millones, mientras que los alemanes 5.100 millones y los franceses 8.800 millones.
¿Qué pueden hacer los bancos para elevar su nivel de solvencia?
Una vez conocidas las exigencias de Bruselas, cada entidad debe pensar ahora cómo va a reforzar su capital de capital. Y lo más lógico es que incremente sus fondos propios que, volviendo a la división inicial, representa el numerador.
¿El motivo? Si los activos arriesgados (el denominador en la división) aumentan, la entidad se ve obligada a incrementar el numerador para así subir (o, al menos, dejar estable) el resultado, que es el famoso ratio de capital de calidad.
Y los expertos creen que tienen tres formas de hacerlo:
a) Ampliación de capital. “Lo más lógico es que cualquier banco con problemas emita nuevas acciones y espere a que alguien se las compre (en eso consiste una ampliación de capital), pero las condiciones del mercado complican esta posibilidad. Hay poco dinero en circulación y, cuanto más grande sea una entidad, más difícil será cerrar con éxito la ampliación”, dice Fernando Hernández, responsable de gestión de Inversis Banco.
b) Repartir menos beneficios. Otra opción es que los bancos amplíen sus reservas (elemento clave junto con el capital a la hora de calcular el ratio de solvencia). Para ello, por ejemplo, podrían dejar de repartir dividendos y bonus, es decir, no retribuir a sus accionistas y altos directivos.
Esta iniciativa tiene el respaldo de los analistas de mercado y de algunos bancos de inversión y, de momento, sólo es una opción. Sin embargo, si alguna entidad llega a julio sin los deberes hechos, será una obligación impuesta desde Bruselas.
c) Buscar ayuda externa. Por último, y suponiendo que fallen las opciones anteriores, los bancos también pedir pedir ayuda. Ahora bien, Europa ha dejado claro que la primera opción es buscar dinero en los mercados, es decir, en manos de inversores privados.
Si no consiguen el dinero suficiente, las entiedades pueden acudir a su país de origen. Y sólo en el caso de que las opciones anteriores fallen, podrán acudir el fondo de rescate, el llamado FEEF.
Por A.P.A. from lainformacion.com 27/10/2011
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