jueves, 27 de octubre de 2011

El Comando Desastre y la liquidación del sueño europeo


Foto from republica.com

El nivel de idiocia de un gobernante es directamente proporcional a su incapacidad para solucionar en tiempo y forma los problemas que se le plantean. No es algo tan evidente. Cuando el ciclo acompaña, su estulta condición puede mantenerse oculta durante meses. O incluso años. Sin embargo, la incapacidad es como las hormigas. Por mucho que te empeñes en condenar su nido, antes o después acaban saliendo a la superficie. Algunos dirigentes son verdaderas fuerzas de la naturaleza en tal sentido. Hasta en el mejor de los mundos posibles, manifiestan su torpeza. Abundan los ejemplos. Desgraciadamente, no es ése el entorno actual. La revelación de vergüenzas está servida.
La severidad, en duración y profundidad, de la crisis obliga a los políticos, para su desgracia, a hacer impúdico alarde público de su limitación intelectual para comprender las cuestiones, de su falta de valentía en la toma de decisiones y de su escasa determinación para las concreciones. Ocurre, además, que el sistema -nacional, europeo y mundial- ha condenado a tales sujetos al gregarismo como vía para resolver lo que está encima de la mesa. Y es entonces cuando -uno más uno es mucho más que dos- el estupefacto ciudadano contempla un verdadero Festival del Disparate en el que la ocurrencia más absurda es asentida primero, aplaudida después y defendida en último término por cada uno de ellos, con incomprendida convicción eso sí, ante sus votantes.
La última criatura se está gestando en esta Cumbre Europea y supone un salto del Sálvese quien pueda individual -que tantas horas de vuelo y gastos de hotel ha supuesto para las arcas de, por ejemplo, España- a un impúdico Rescaten a la Unión, sin que nadie en su sano juicio se haya parado en las consecuencias de la propuesta de materialización de tan desesperada interpelación. El Comando Desastre en plenitud de facultades. Témanse lo peor.
En efecto, aparentemente, y con objeto de reforzar el Fondo de Rescate (EFSF), cobra fuerza la posibilidad de una apelación a los fondos soberanos de los mercados emergentes como alternativa o complemento a su apalancamiento vía el BCE, a su utilización como aval de las emisiones de los estados en peor situación, especie de monoline o asegurador de crédito defendido en Valor Añadido desde hace meses, o a una mezcla de ambas. Así de claras están las cosas antes de la segunda sesión de tan magno evento. Para ello se crearía un vehículo especial cuyo pasivo serían los recursos de estas naciones, BRICs principalmente pero no solo, y el activo títulos de aquellos países en dificultades para financiarse.
Si estaban las cosas ya de por sí “fáciles”, vamos a complicarlas un poquito más. A los problemas operativos que tal iniciativa plantearía, se unen a bote pronto varias reflexiones:
Una, supone un intento más de resolver lo inmediato –asegurar la refinanciación de vencimientos próximos- sin abordar de una vez por todas reformas esenciales que permitan a Europa asegurarse su futuro. Todavía el Clan de la Improvisación no se ha enterado que hay que refundar la UE. Estamos hablando de liderazgo, de financiación conjunta y Tesoro único, de armonización competitiva, de visión estratégica, de redefinición del papel del BCE, de transparencia y credibilidad. La idea de acudir a terceros suena, de nuevo, a patada a seguir con innumerables consecuencias prácticas negativas, como veremos a continuación.
Dos, es evidente que, de aprobarse la moción, supone una cesión de soberanía en toda regla. El Club de la Ignorancia es incapaz de ver que quien tiene la deuda tiene el poder, capacidad de presionar o adjudicación final de activos. No hay en el mundo financiero inversión de riesgo sin contrapartida suficiente. La entrada de China en la Organización Mundial de Comercio o su participación preferente en procesos de nacionalización o en sectores estratégicos son dos de las alternativas que se han deslizado ya desde la otra orilla. Solo de este modo se podría salvar su negativa anterior a ayudar a quienes se lo han solicitado individualmente, Zapatero incluido. (WSJ-Heard on the Street, Europe´s High Price for China´s Friendship, 24-10-2011).
Alguien podrá afirmar que la dependencia de Estados Unidos del dinero asiático es similar, reciclado de divisas por productos. Sin embargo, su concepción única del estado, su flexibilidad económica y su independencia monetaria y cambiaria juegan a su favor. Ahí sigue con su liderazgo mundial. Por cierto, interesante artículo esta semana de Ambrose Evans-Pritchard en The Telegraph sobre el particular (World Power Swings Back to America, 23/10/2011).
Tres, la cesión sería aún más humillante si se confirma que la letra pequeña del potencial acuerdo incorpora, como parece, el compromiso del propio EFSF de cubrir las primeras pérdidas que estos fondos pudieran sufrir en el caso de una hipotética quita de la deuda soberana adquirida, suerte de equity tranche. Adding insult to injury que dirían los ingleses. Sea o no cierto -en esta ceremonia permanente de la confusión todo es posible- la llegada de estos particulares socios solo traería una mayor desafección de la ciudadanía comunitaria respecto al proyecto europeo. Éste necesita convencimiento de su utilidad de puertas adentro y fortaleza en la defensa de los intereses comunes allende las fronteras de la Unión. Tanto lo uno como lo otro quedaría en entredicho con una propuesta como la que puede ser objeto de definición ahora y concreción en la reunión del G-20 del primer fin de semana de noviembre, cuán largo me lo fiais. Cuidado.
Así están las cosas y así se las hemos contado. Pinta mal. Pero no porque no haya soluciones potenciales sino por la falta la voluntad para imponerlas. Nos quejamos de los oídos sordos de la casta gobernante española al clamor de reformas estructurales. No tenemos el copyright de las lamentaciones. Ahí fuera han seguido el mismo modelo de pan para hoy y el que venga después que arree. Las cuestiones de fondo, para otro momento. El tiempo se acaba y estamos como la ardilla de Ice Age, poniendo parches a una grieta que cada vez es más grande. Huele a catástrofe. Pero no se apuren. El peregrino ideario del Comando Desastre aún tiene disparates en la chistera para sorprender a su atónita audiencia. No lo duden.

Por S. McCoy   from cotizalia.com   26/10/2011

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