martes, 17 de abril de 2018

Privacidad: Cómo convertirte en un fantasma en internet


Cómo convertirte en un fantasma en internet
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¿Has perdido la fe en la era digital? Te contamos cómo volver a disfrutar de la red sin renunciar a tu privacidad



Los pelos de gato son la purpurina de la gente solitaria, decía un meme. Pues bien, nuestros datos son los pelos de gato de internet. Omnipresentes, desperdigados, imposibles de eliminar por completo. El problema es que lo que en la vida real es una fuente de alergias, en el ciberespacio es el oro, el petróleo, la fortuna... De otro. Y llevamos décadas revolcándonos por la red como un gato persa sobre una cama de cardos.


¿Ahora qué? Recuperar las melenas perdidas puede ser una cruzada sin final. Sabemos qué tiene Google y qué se ha ido guardando Facebook. ¿Pero recordamos todas las apps por cuyos términos y condiciones hemos hecho la croqueta a la velocidad de la luz y qué parte de nuestro pelaje estábamos cediendo alegremente en el acto?

Pues no. Y tampoco nos vamos a quedar llorando la pérdida en el muelle de San Blas. Pero tal vez ha llegado el momento de ir con más cuidado.

Los internautas que susurraban a los pelos de gato

Un buen comienzo es visitar una CryptoParty. Aunque tardaron algo más en llegar a España, estos eventos descentralizados llevan desde 2012 difundiendo la palabra del internet privado. LibreLabUCM (LLU), la asociación de estudiantes de Informática de la Universidad Complutense de Madrid está preparando su tercera edición para el próximo 5 de mayo.


El objetivo es fácil de decir: "Que la gente use internet sabiendo cómo hacerlo para que el anonimato deje de ser un problema. Y que esto no suponga un riesgo", explica Pablo García de los Salmones -vicepresidente del LLU-, que comparte las tareas de organización con Miriam Tendero -vicepresidenta- y Daniel García, fundador del FDIst, el grupo de seguridad.

Si Mahoma no va a la CryptoParty...

¿No puedes ir? No pasa nada. Habrá más. Pero no vas a estar llenando internet de pelos mientras esperas. "Lo básico es no compartir lo que no quieres que sepan. El tema de fechas de nacimiento, nombre real, dónde vives, fotos sensibles. Tienes que concienciarte de no mostrar al público tu privacidad y tener muy claro con quién compartes las cosas", comienza Tendero.

Navegar con sentido común es solo el principio. Retomar el control de nuestros datos exige conocer las trampas de la red y estar dispuesto a seguir dejando algunos pelillos por ahí. "Al final esto es una balanza: si hay anonimato absoluto, todo el mundo puede hacer lo que quiera sin que nadie sepa quién lo ha hecho. Para dar seguridad, hace falta quitar un poquito de anonimato", explica García de los Salmones.

No pasa nada, tengo antivirus



Bueno, el antivirus no evitará que te registres donde no deberías ni bloqueará ciertas miradas indiscretas a tus comunicaciones. No es una excusa para no tener cuidado sino un seguro por si las demás medidas se quedan cortas.

Tales precauciones pueden empezar por elegir el navegador adecuado. "Chrome no deja de ser Google, Safari sigue compartiendo información con Apple e Internet Explorer te pilla por todos lados", adelanta Daniel García. Esta ronda de descarte deja a Firefox como el rival más fuerte entre las opciones de uso general. "Lo bueno es que el código está público y tiene una comunidad enorme contribuyendo".

Esta misma idea es válida para quien quiera dar un paso atrás y repensar qué sistema operativo quiere para su equipo. "Aquí somos todos Linux", sentencia García. La confianza en los demás fabricantes se disuelve en la absoluta oscuridad en que mantienen sus códigos. "Además, el control que tienen sobre tu ordenador es increíble en el salto de Windows 7 a Windows 10. Yo tengo un firewall que me avisa siempre que hay una conexión entrante o saliente. Desde que me cambié, salta cada cinco minutos. Aunque no esté haciendo nada", comenta Tendero. Entre las distintas distribuciones de Linux, las voces de CryptoParty Madrid recomiendan Tails, Debian o Parrot.

VPN, el tupido velo

Del mismo modo que no irías por ahí desnudo y tampoco enviarías tus cartas en sobres transparentes, tendría que darte cierto reparo deambular por internet como la estrella de Belén. Sobre todo, si estás conectado a una red pública. Una manera de evitar que cualquiera pueda seguir tu estela -de tu ordenador a tu prestadora de servicios de internet, de ahí al servidor de destino y vuelta- es recurrir a sistemas VPN (Virtual Private Network) para proteger la información relativa a tu ubicación y el contenido de tus comunicaciones.

La información viaja cifrada desde el usuario hasta los servidores del VPN y desembarca en la red con una IP renovada. "Actúa como si estuvieses en otro país", añade el presidente del LibreLabUCM. El problema es encontrar un proveedor fiable y económico para estos servicios. "Si una empresa está manteniendo un servicio gratuito de VPN gratis, va a ir lento. A menos que esté sacando dinero vendiendo datos...". Descartado lo gratis, ProtonVPN y NordVPNtienen cierta reputación en el mercado. "Su negocio se iría a pique si alguien encontrase que están vendiendo datos", razona García.

Cada cookie en su olivo

Bien aprovechada, la maraña de cookies que va dejando tu actividad online es un camino de rosas para los programas de rastreo. Con Multi-Account Containers, desarrollado por Mozilla, puedes poner orden en el caos que otras empresas aprovechan para robarte información y colarte anuncios. "Te permite guardar las cookies de tus cuentas de correo, Twitter, Facebook, Amazon y demás en carpetas distintas", explica García.

En la misma línea -dividir y vencer- funcionan las máquinas virtuales. La idea principal es que puedes tener un ordenador virtual o varios dentro de la misma máquina y dedicar cada uno a un apartado distinto; y que si algo sale mal, el desastre está contenido. "Yo todo lo raro lo ejecuto en máquinas virtuales", asegura Miriam Tendero. Descargar e instalar programas de desarrolladores desconocidos, entrar en webs que no son de confianza, separar vida personal y profesional... Para esto, la opción gratuita, de código abierto e instalación sencilla de referencia es VirtualBox. "Luego tienes que instalar el sistema operativo en el disco duro de esa máquina virtual", añade Tendero. Un buen momento para probar Linux.

Navega like no one is watching

En los últimos años, las alternativas seguras, privadas, gratuitas, abiertas a la red que conocemos, han proliferado al son de los escándalos de filtraciones y fallos de seguridad de plataformas más populares.

Redes sociales: a Facebook le han salido Mastodon o Diaspora. Dos alternativas descentralizadas cuya aportación principal es sacar los servidores de California y del control de las grandes corporaciones y ponerlos en tu casa. O en donde tú quieras. La versión descentralizada de Twitter es GNU-social.

Mensajería: en LibreLabUCM no se fían ni de Signal. Todo lo que interactúe con Android para mostrar notificaciones que contengan texto en tu teléfono está al alcance de las zarpas de Google. ¿Plan B? Los chats secretos de Telegram.

Buscadores: DuckDuckGo, StartPage y Searx prometen responder a tus preguntas sin robarte ni un pelo en el trámite.



Montse Hidalgo Pérez
16/04/2018
https://retina.elpais.com/retina/2018/04/11/tendencias/1523451650_265268.html

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