Uno de los temas estrella desde hace meses en el mercado es la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión en los próximos 12 meses. Los modelos de los economistas dan las probabilidades más altas de la última década de una próxima recesión pero apuntan que estos indicadores están aún lejos de dar la señal de alarma.
De momento, el consenso general es que la economía del país norteamericano se desacelerará, pero que los síntomas no apuntan a una recesión. Pero, ¿cómo de fiables son los economistas a la hora de predecir una contracción en la economía? Según un estudio realizado por los investigadores del FMI Zidong An, João Tovar Jalles y Prakash Loungani, en abril del año anterior a una recesión los expertos solo la vieron venir en 5 de los 153 casos estudiados, es decir, el 3,3%.
El trabajo realizado por los 3 investigadores estudia 63 países entre 1992 y 2014 y los expertos identificaron 153 recesiones a lo largo del periodo. Esto supone que las economías estuvieron en recesión entre el 10% y el 12% del tiempo. En octubre del mismo año de la recesión las previsiones apuntaban a una contracción de la economía en solo 118 de los 153 casos.
"No son capaces de ver la magnitud de la recesión por un gran margen hasta que el año esté casi acabado"
"Aunque los pronosticadores son conscientes de manera general de que los años de recesión son distintos de los demás, no son capaces de ver la magnitud de la recesión por un gran margen hasta que el año esté casi acabado", reza el documento. Sobre si los organismos oficiales son mejores o peores que los privados a la hora de identificar una recesión, el estudio se muestra claro: "Son prácticamente igual de buenos al no ver las recesiones".
Se considera que existe una recesión cuando la tasa de variación anual del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos, si bien el estudio marca las recesiones cuando el crecimiento del PIB ha sido negativo en el año.
El estudio sugiere tres teorías que podrían explicar los motivos por los que las recesiones no son previstas a tiempo. La primera es que los economistas no tienen suficiente información para pronosticar una recesión de manera fiable, ya que o bien los modelos económicos no son suficientemente fiables para predecir las recesiones o estas ocurren por shocks que son difíciles de anticipar.
La segunda teoría pasa por que los expertos no tienen incentivos para predecir una recesión, ya que podría haber una mayor pérdida -bien sea reputacional o de otra clase- por predecir una recesión de manera incorrecta que los beneficios de acertar al predecirla. La tercera explicación simplemente da los motivos por los que los analistas mantienen sus estimaciones y solo las revisan de manera lenta e insuficiente en respuesta a la información que les llega.
¿Sirven para algo?
Con este escenario, la gente podría preguntarse para qué sirven las predicciones si estás son incapaces de acertar en el momento crítico, pero lo cierto es que los inversores siguen pidiendo información de manera constante, pero ¿por qué? "La respuesta es que no tienen elección. Incluso cuando son conscientes de la poca fiabilidad de los análisis, la gente no puede vivir sin ellos. Porque todas las decisiones que se toman están basadas en alguna idea sobre lo que espera en el futuro", señala Mark Cliffe, economista jefe de ING.
Sin embargo el economista jefe defiende la labor de su gremio: "Nadie debería esperar que acierten en las predicciones todo el tiempo. Mientras especifiquen sus razones y eviten los errores catastróficos, lo que ofrecen es una forma de pensar".
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