Amor entre hermanos, a pesar de todo. (iStock)
¿Te acuerdas de cuál de tus hermanos era el que solía ser castigado? Una investigación descubre que no se trata de poner a uno por encima del otro, sino más bien, de afinidad
Durante mucho tiempo se ha debatido si los padres pueden mostrar favoritismo hacia sus hijos. Es un tema que recorre todas las épocas, un debate que siempre aparece cada vez que llega otra persona a la familia. Ya lo narraban películas como 'Al este del Edén'. La rivalidad entre hermanos por el cariño y respeto de sus padres es milenaria.
Normalmente, cuando los progenitores deciden tener otro vástago, se habla de los supuestos celos que sufre el más mayor. Es evidente, sobre todo si no hay mucha diferencia de años entre ambos, ya que de repente el mayor deja de ser el centro de atención y puede sentirse un tanto desplazado. Pero al margen de esta creencia popular, ¿qué asegura la ciencia?
El favoritismo es uno de los últimos tabúes familiares y puede provocar un gran sentimiento de culpa entre los padres
En efecto. Según una encuesta realizada por la agencia Mumsnet a 1.185 padres y madres, se descubrió que casi una cuarta parte admitió tener un hijo favorito. Tan solo el 26% declaró que este era el mayor, según recoge 'The Independent'. ¿Cuáles son las razones para esta discriminación entre uno y otro? El 42% de los progenitores admitieron que les recordaban a sí mismos, mientras que más de la mitad adujeron la razón de que simplemente les hacía sentir mejor o eran más divertidos.
A pesar de estos datos, la mayoría de los padres consideró que su favoritismo era un factor muy negativo de cara a la educación de sus hijos, aunque sí que reconocen que uno de ellos puede llegar a sentirse ignorado. A decir verdad,cuantos más sean en la familia, no solo hay más bocas que alimentar, sino también necesidades afectivas que atender y que pueden no ser satisfechas.
Más de la mitad de los encuestados ratificó que tener un favorito es algo "horrible" y, como es obvio, más del 75% comentó que de hacerlo puede tener un efecto muy perjudicial en los otros hermanos. "El favoritismo es uno de los últimos tabúes familiares, y puede provocar mucho sentimiento de culpa entre los padres", observa Justin Roberts, principal autora de la investigación, en el diario británico. "Es importante usar la palabra 'afinidad', más que favoritismo. En ese caso, es bastante común que haya diferencias en el trato entre padres e hijos, algo que no tiene por qué ser malo, al contrario".
El problema se agrava si los hijos son conscientes de que uno está por encima del otro respecto a sus padres. "El favoritismo tóxico, en el que los hermanos acaban por darse cuenta de que son tratados de forma injusta a largo plazo, es otra cosa muy distinta", puntualiza Roberts. "Lo que nos intenta decir la encuesta es que muchos padres adoran a sus hijos de forma diferente. Lo crucial es quererlos a todos".
Hace poco otra investigación similar halló la predisposición que tienen los hijos para asumir roles sociales. Jeffrey Kluger, autor del libro 'The Sibling Effect', teoriza que los mayores suelen asumir el papel de líderes y eso les hace más fuertes y decididos en su posterior vida adulta. Los que nacen en el medio, sin embargo, se desenvuelven mejor en sociedad gracias a su facilidad para trabajar en equipo. "Es posible que los hermanos que se localizan en el medio no acaben siendo directores de empresa, pero hagan lo que hagan seguro que usan la forma más cordial y agradable, y eso podría llevarlos a alcanzar mucho más éxito que sus hermanos".
Los últimos en nacer, es decir, los hermanos pequeños, están destinados a "reescribir las reglas", a raíz de haber nacido los últimos y, por ello, verse como los más débiles frente a los demás. Según un estudio de la Universidad de California, disponen de una habilidad especial para aceptar riesgos en el mundo profesional y ser más lanzados a la hora de la verdad. Pero eso no tiene que ver con un carácter intrépido o ingenuo: otra investigación descubrió que son los más relajados, tranquilos y divertidos.
AUTOR
E. ZAMORANO 17/04/2019
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