viernes, 4 de septiembre de 2020

¿Por qué las personas deciden tatuarse? Un estudio analiza los principales motivos

Foto: Fuente: iStock. 

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Nos han acompañado desde que pisamos la Tierra y en la actualidad uno de cada tres españoles de entre 18 y 35 años tiene un tatuaje pero, ¿por qué deciden pintar su piel?


Los estudios aseguran que España está entre los países del mundo donde hay más tatuados. Según las estimaciones realizadas por la Academia Española de Dermatología, uno de cada tres españoles de entre 18 y 35 años tiene un tatuaje y, aunque todavía no podemos compararnos con nuestros vecinos británicos, es indudable que han proliferado en nuestro país los centros donde puedes pagar dinero por pintar tu piel.

No es algo nuevo. El ser humano se tatúa desde que pisó por primera vez este mundo y si nos remontamos a la primera persona de la que se tiene constancia que dibujó retratos en su propia piel tendríamos que hablar de Ötzi, el Hombre de hielo, la momia más antigua de nuestros antepasados europeos, que vivió durante la Edad de Cobre y cuando se encontró presentaba 68 tatuajes solamente en su muñeca izquierda, dos en la espalda, cinco en la pierna derecha y otros dos en la izquierda. Se ha especulado que podrían haber sido realizados por aquel entonces como una especie de acupuntura, o función mágica y curativa.

En la Isla de Pascua el tatuaje era el cosmético por excelencia ya que se creía que conservaba el cutis sin arrugas

En Egipto, por ejemplo, la momia de Amunet (sacerdotisa de la diosa de Hathor en la ciudad de Tebas) es una de las más famosas, y en ella se observan puntos y líneas dibujadas en su cuerpo, parecidas a las que también llevaba Ötzi. Se cree que se realizaban como elemento mágico y en las mujeres para demostrar valentía o confirmar la madurez. en la Polinesia se realizaban diseños geométricos, los maoríes los usaban para asustar a sus enemigos en las batallas, y en las Islas Marquesas tenían un significado erótico y sexual (las mujeres se tatuaban diseños obscenos los dedos de las manos y las orejas), en la Isla de Pascua era el cosmético por excelencia ya que se creía que conservaba el cutis sin arrugas. Cada tatuaje, en función de la parte del cuerpo en la que estuviera hecho, tenía un nombre.

Puede que Ötzi lo hiciera por acupuntura y las mujeres egipcias por madurez, pero las personas actuales, ¿por qué deciden tatuarse? Es una pregunta a la que recientemente ha tratado de dar explicación la psicóloga Luzelle Naudé de la Universidad del Estado Libre en Sudáfrica. Para el estudio, Naudé y su equipo reclutaron a un grupo de jóvenes que habían terminado la universidad y plantearon una serie de cuestiones sobre su experiencia relativas a los tatuajes, entre las que se incluía si llevaban o no, informa 'Psychology Today'.

Para los encuestados sus tatuajes eran una extensión o expresión de quiénes eran y además reflejaban una vivencia personal importante

Los resultados fueron clave: la mayoría de las personas no llevaban tatuajes (78%) y sus padres tampoco (98%), aunque un 41% estaban considerando hacerse al menos uno. Las razones de los participantes para hacerse o no un tatuaje eran más o menos iguales y estaban relacionadas con un significado personal: "mantener la memoria viva de mi madre", "honrar el nacimiento de mi primer hijo" o "representar un momento determinado de mi vida". Algunos de los participantes (12%) también sentían que sus tatuajes eran una extensión o expresión de quiénes eran. Estas personas que veían de manera positiva los tatuajes pensaban que aquello que los llevaban eran interesantes, espontáneos, creativos, artísticos, más abiertos, aventureros, valientes y no tenían miedo al dolor.

Por otro lado, los que no querían hacerse ninguno respondían a cuestiones sociales y culturales, principalmente la religión. Otras razones para la desaprobación del tatuaje incluía las opiniones negativas de familiares, amigos y el trabajo. Así mismo, veían a las personas que los llevaban de manera negativa, como raras, rebeldes, peligrosas o poco profesionales.

Los que no querían hacerse ninguno respondían especialmente a cuestiones sociales y culturales, principalmente la religión

Todos los encuestados tenían, en general, la opinión de que los tatuajes están mal vistos en la sociedad aunque entre los que tienían un tatuaje, la mayoría no había experimentado consecuencias negativas por tener uno y no se arrepentían de tenerlo. Como escribió Michael Biondi: “Nuestros cuerpos fueron impresos como páginas en blanco para ser llenados con la tinta de nuestros corazones”. Ya sea la cara de un futbolista famoso o una letra china, con que a ti te guste, todo vale.



AUTOR
A. N.       03/09/2020