domingo, 13 de septiembre de 2020

Una escapada de cine por París: visita la ciudad del amor de la mano de sus películas

 

Fotograma: Medianoche en París.

Son muchos los cineastas que la han elegido como localización, y en el imaginario colectivo quedan sus personajes enamorándose o paseando por sus calles y puentes


Teniendo en cuenta que los hermanos Lumière y George Méliès fueron figuras fundamentales para que el cine pasara a la posteridad, no parece muy difícil pensar en París como una ciudad cinematográfica. Son muchos los cineastas que la han elegido como localización, y en el imaginario colectivo han quedado cientos de personajes paseándose por sus calles y puentes o enamorándose bajo la Torre Eiffel.

El confinamiento nos ha dejado con ganas de recorrer nuevos lugares, y aunque tendremos que esperar todavía un poco para hacerlo, por lo menos podemos imaginar nuevos trayectos y travesías por las que dirigir nuestros pasos. En esta ocasión nosotros te proponemos un recorrido por París, la ciudad del amor, basándonos en títulos de películas famosas.

Las orillas del Sena

Woody Allen quiso hacer un canto de amor a París en su película 'Medianoche en París' (2011), y para ello inventó a Gil (Owen Wilson), un artista tímido, neurótico y enamorado del pasado (como todos los personajes de Allen, por otro lado), que por azar acaba paseándose por el París de los años 20 de la mano de Hemingway, los Fitzgerald, Gertrude Stein y otros personajes de la época. Su síndrome de la edad de oro nos permite visitar muchos lugares característicos de la ciudad que en otro tiempo fue una fiesta, como la Iglesia de St. Etienne du Mont, el restaurante le Polidor fundado en 1845 o el Museo de L’Orangerie donde se exponen los famosísimos 'Nenúfares' de Monet.

'Midnight in Paris' (2011).
'Midnight in Paris' (2011).

Pero, sin duda, la imagen más característica de la película es la del melancólico protagonista paseándose a orillas del Sena. En concreto, la fotografía está sacada entre el Pont Neuf y el Pont Saint-Michel.

Qué hacer: A tiro de piedra del Río Sena se encuentra el Louvre, donde puedes ver una de las colecciones de pintura más emblemáticas de Francia o pasearte por su jardín. Y en realidad no hace falta que te muevas, si quieres sentirte un personaje de 'Rayuela' te será suficiente con pasearte por el Pont des Arts. Desde ahí las vistas son impresionantes y generalmente se colocan los artistas para pintar. Si no te apetece andar siempre puedes tomar un Bateaux Mouche o crucero por el río, para visitar la ciudad de una manera un poco diferente.

El metro

No podemos decir que sea el más rápido, moderno o limpio de Europa, pero tiene algo. Es probable que si viajas a la ciudad del amor tengas que cogerlo en algún momento para dirigirte a algún sitio, y por qué no recordarlo de la mano de una de las películas más representativas de la capital: 'París je t'aime' (2006). Esta magnífica cinta rodada en distintos puntos de la ciudad también tiene un corto en el que el protagonista es el metro de París. En esta ocasión, los hermanos Coen relatan la historia de un pobre desdichado al que pone cara Steve Buscemi, que sin comerlo ni beberlo acaba sufriendo un percance en la estación de Tuileries.

'París je t'aime' (2006).
'París je t'aime' (2006).

Como curiosidad, la estación se encuentra en la línea 1, bajo la calle Rivoli. Fue inaugurada nada más y nada menos que en el año 1900, así que tiene tiempo. Si la visitas, procura acabar mejor que Steve Buscemi, claro.

Qué hacer: El metro de París cuenta con 14 líneas. La 1 es la que comunica la zona más histórica y monumental (desde ella podrás llegar a los campos Elíseos, la Concorde y el palacio del Louvre). La 2 te llevará al Sagrado Corazón y la 9 a la Torre Eiffel. Además, hay algunas que albergan secretos: por ejemplo, el techo de la estación Cluny- La Sorbonne tiene mosaicos de Jean Bazaine y la estación Cité está iluminada con lámparas retro.

La estación Cluny- La Sorbonne.
La estación Cluny- La Sorbonne.

El parque Montsouris

Parece imposible hacer un recorrido de película por París sin hablar de la Nouvelle Vague. En 'Cléo de 5 a 7' (1962), de Agnès Varda, recorremos la ciudad de la mano de su preocupada y frívola protagonista, una actriz que está esperando unos resultados médicos con los que sabrá si está enferma. Sus pasos se dirigen, de manera un tanto atolondrada, desde el número 58 de la Rue Rivoli y el Parque de Montsouris, al sur de la ciudad.

'Cléo de 5 a 7' (1962).
'Cléo de 5 a 7' (1962).

El Montsouris fue diseñado a finales del siglo XIX a la inglesa y se extiende sobre 15 hectáreas. Si te decides a ir, es probable que veas muchos estudiantes, puesto que es un lugar muy visitado y usado habitualmente por los que acuden a la Ciudad Universitaria cercana como lugar de descanso.

El parque en otoño.
El parque en otoño.

Qué hacer: El parque se encuentra cerca de la estación Porte d'Orléans y fue inaugurado por Napoleón III. Además de sus peculiares árboles centenarios (un parasol de la China o un cedro de Líbano, por ejemplo), también hay una estación meteorológica, y en el quiosco de música se celebran conciertos gratuitos.

La Plaza Saint Pierre

Quizá son malos tiempos para los soñadores, pero nunca para acompañar a Amélie Poulain (Audrey Tatou) por su particular aventura por París. La Plaza Saint Pierre, a los pies del Sacre Coeur (Sagrado Corazón), es el lugar en el que la protagonista elige llamar a su amado Nino para entregarle el álbum de fotos, desde un mirador él la observa, también aparece un carrusel.

'Le fabuleux destin d'Amélie Poulain' (2001).
'Le fabuleux destin d'Amélie Poulain' (2001).

La película de Jean-Pierre Jeunet también recorre muchas otras zonas de París y ha hecho clásicos lugares como el Cafe des 2 moulins (donde trabaja Amélie) en la calle Rue Lepic o la frutería Au Marché de la Butte, en Rue Durantin, donde trabajaba el antipático Collignon.

La cafetería donde trabajaba Amélie.
La cafetería donde trabajaba Amélie.

Qué hacer: La plaza a los pies del Sacre Coeur se encuentra en Montmartre, por lo que hay mucho que ver. Además del carrusel mencionado antes y el Moulin Rouge, del que hablaremos más adelante, puedes visitar el mural de la Place du Tertre o plaza de los pintores, uno de los lugares más famosos de la ciudad. Al fin y al cabo, en este barrio se instalaron en otro tiempo multitud de artistas (Renoir, Degas, Picasso...).

Moulin Rouge

Aunque el 'Moulin Rouge!' (2001) de Baz Luhrman se tomaba ciertas licencias artísticas, la versión moderna de 'La dama de las camelias' nos invitaba a visitar un lugar de "depravación", como en la propia película explican, en el que Christian (Ewan Mcgregor) y Satine (Nicole Kidman) se codean con personajes como Tolouse Lautrec mientras se baila el cancán.

Christian y Satine, muy enamorados.
Christian y Satine, muy enamorados.

El elefante que sale, por supuesto, no lo verás si visitas el Moulin Rouge en la actualidad, puesto que realmente existió pero, desgraciadamente, ardió hace más de un siglo.

Lo de los elefantes y los franceses viene de lejos, pues otro también aparece en 'Los miserables' (2012): se trata de un proyecto que fue ordenado por Napoleón que se basaba en una fuente destinada a ornamentar la plaza de la Bastilla. Este proyecto tenía que estar coronado por una estatua colosal de un elefante que traería un tipo de litera en forma de torre. Aunque en realidad la estatua en bronce nunca se acabó; Víctor Hugo la inmortalizó, poniendo a Gavroche encima de ella en una de las escenas del libro.

'Los miserables' (2012).
'Los miserables' (2012).

Qué hacer: El Moulin Rouge es probablemente el cabaret más fotografiado del mundo desde, prácticamente, su construcción en 1885. En la actualidad, aunque ya no esté Lautrec para hacer sus carteles, sigue ofreciendo espectáculos, pero no bajan de los 100 euros. Si no estás interesado en gastarte ese dinero siempre puedes visitar el museo de Montmartre, que hace un recorrido por la historia del barrio.

La Torre Eiffel

Aunque se trata de una película de animación, 'Ratatouille' (2007) pone tanto empeño en su ejecución y muestra un París tan perfecto, que no podía quedarse fuera de la lista. La Torre Eiffel ha sido protagonista de muchísimos títulos desde que se inventó el cine, pese a que durante su creación la mayor parte de los intelectuales parisinos estaban en contra de ella. La leyenda cuenta que al poeta Verlaine le parecía casi un insulto a la ciudad.

Ratatouille (2007).
Ratatouille (2007).

Sea como fuere, con los elefantes fuera de juego es, sin duda, el símbolo más representativo de la ciudad. La película de Pixar, por su parte, nos enseña (con París de fondo) que no es que cualquiera pueda ser un gran artista, sino que los grandes artistas pueden proceder de cualquier lugar. Y que lo único impredecible que hay en la vida es que es impredecible.

Qué hacer: Hay un sinfín de cosas que se pueden hacer en o alrededor de la Torre Eiffel. Desde el segundo piso hay una vista panorámica, y algunos opinan que el mejor momento para visitarla es por la noche. En la parte de arriba hay un bar, y si quieres algo más económico siempre puedes optar por el Restaurant 58 en la parte de abajo. Además, el museo Rodin se encuentra a un cuarto de hora andando, aproximadamente.



AUTOR
ADA NUÑO    12/09/2020